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sábado, 6 de abril de 2019

CUANDO LA NOVENA DEJÓ DE SUSTENTARSE POR LOS HEREDEROS DE MANUEL DE AGUILAR


En un nuevo sábado de saludo, recuerdo un episodio más de su origen. La antaño novena a la Virgen de los Dolores nació por devoción de D. Manuel Tomás de Aguilar Cueto Marroquí (1722-1789). Aún no hemos documentado desde cuándo comenzó a costearla, pero sí que la dejó como memoria de misas en su testamento, aportando unas fincas que debían explotarse, y de su producto costear aquella novena. Lo continuaron todos los descendientes de su heredero, su sobrino D. Pedro Vicente Soriano y Aguilar(+24 de octubre de 1800). Fue su primer llamado, tal como dejó inscrito en las paredes de su ermita de Santo Tomás de Aquino en su cortijo de la Toscana. La última heredera de su mayorazgo fue doña Mariana Soriano y Arellano, que sin hijos murió en 1913, otorgando su testamento el día 12 de diciembre, a las 16:30 horas. Para entonces ya habían vendido sus fincas y cortijo al manchego D. Manuel Corchado Medrano, esposo de su prima hermana, Dª. Carmen Soriano Álvarez. En su testamento, dejó la casa señorial de los Soriano Aguilar-Marañon-Arellano de la calle Real (entonces llamada de Rafael Gaset) a una comunidad de religiosas (que en 1916 serían las de San Vicente Paul), y en ellas el cargo de seguir costeando la novena. Aunque no sabemos si llegaron a acometer esta manda, serían las cofradías las que acometieron definitivamente el pago de dicha memoria hasta nuestros días, que se limita a un septenario.

AHPJ, legajo 83228, fol. 1345r.
«Vigésimo primero.  Es su voluntad legar y lega la casa que habita situada en la calle Rafael Gasset de esta ciudad  a una comunidad religiosa que elegirá su albacea y herederos entendiéndose que es tan solo el edificio  sin ninguno de los muebles que en el existen y con la condición de que la carga o memoria de 3933´33 pesetas de principal por una novena y 9 fiestas que se celebran anualmente en honor a Nuestra Señora de los Dolores y que gravita dicha carga sobre una finca llamada de la Toscana propiedad de don Manuel Corchado se libre dicha finca de este gravamen y recaiga sobre la casa que lega a la comunidad religiosa».

Foto: En la fotografía, tomada probablemente en el paraje de la Toscana antes de 1895, aparece Mariana Soriano Arellano marcada por una cruz roja. Probablemente aparezca su marido Juan Antonio Soriano Rentero (el del bigote). Tal vez, el otro señor con bombín sea su hermano Bartolomé Soriano Arellano. La otra mujer puede ser Mariana Soriano Álvarez, esposa del fotógrafo que tiró la fotografía, su primo hermano, Manuel Serrano Soriano (+1895). La anciana puede tratarse de su madre Teresa Arellano Arroquia. Si fuese ella, estaría fechada antes del 1 de octubre de 1893, día de su fallecimiento.