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lunes, 28 de febrero de 2011

GLORIA ANTICIPADA...LAS BANDERAS DE BAILÉN.


No tenía pensado hablar de cofradías de Gloria hasta que pasasen los días santos y comenzara el tiempo glorioso de María cuando el velo morado de la penitencia diera paso a la vida de la Resurrección. Pero es que este año la Luna de Nissan ha sido caprichosa y la Semana Santa caerá tan lejana que el Domingo de Resurrección será el último del mes de abril, algo que este que escribe no recuerda haber vivido nunca. Ese domingo como es tradición ancestral es la Romería de la Virgen de la Cabeza y por este motivo se ha tenido que pasar al siguiente fin de semana coincidiendo la romería con el primero de mayo.

He nombrado en este mi blog a todas las glorias de mi pueblo pero aún me faltaba alguna reseña a la cofradía filial de la Virgen de la Cabeza que ayer vivió una de sus tradiciones más peculiares que conocemos en Bailén como “las banderas”. No conozco muy bien el funcionamiento e idiosincrasia de estas cofradías y no sé si es algo que realizan todas o es una peculiaridad de la cofradía bailenense. Cohetes, el tambor, las típicas banderas y el murmullo de las bellas mujeres vestidas de “gitana” o flamenca amenizado con música típica de la Reina de Sierra Morena surcan las calles del pueblo durante todo el día visitando casa por casa de los hermanos de esta antiquísima corporación letifica en busca de un donativo si no me equivoco para organizar los días de fiesta y convivencia en la casa hermandad del Cerro del Cabezo durante el fin de semana de la romería, una casa que se encuentra en un lugar privilegiado en la misma calzada de subida al santuario junto al arco que da entrada a la misma… ¿que bailenense viendo la retrasmisiones de la romería no ha estado pendiente de en alguna toma leer el nombre de su pueblo?




Bailen es un pueblo muy afín a la devoción a la “Morenita” y su cofradía muy respetada aunque desde siempre pareciese que estuviera en un segundo plano y solo se supiera de ella cuando al pasar la Semana Santa nos indicara que ya venía el tiempo de gloria, algunas veces coincidiendo con el mismo Domingo de Resurrección resultando la curiosa estampa de ver hombres y mujeres vestidos de romería presenciando el discurrir de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor.

En los últimos años se ha hecho más presente sobre todo con la tradicional vuelta a los cortejos de las representaciones de las cofradías en procesiones de la patrona, Corpus Cristi o San José Obrero, han realizado un Simpecado y sobre todo han expuesto al culto una copia del icono que se venera en el cerro que realizara el granadino Navas Parejo tras desaparecer la imagen primitiva en los tristes sucesos que sucumbieron al santuario en la guerra civil... según la leyenda el Capitán Cortes la escondió y no se sabe el paradero de la misma. Incluso para el mes de septiembre la procesionan por las calles de Bailén…pero de eso hablare si Dios quiere en su momento.

Así y por circunstancias que desconozco este año se ha realizado esta típica tradición bailenense en una atípica fecha, supongo que antes de cuaresma y carnaval que ha abierto entre comillas el tiempo de gloria en mi pueblo con la devoción a esa Virgen que de vez en cuando me gusta visitar allí en su santuario, pero en los días en los que el santuario se encuentra prácticamente vacío, mirar al infinito de sierra morena y sentir esa paz que dan cuando te sientas frente a Ella en su camarín, una paz y una sensación que me transmite y me resulta similar como cuando entro a la basílica de la Esperanza Macarena…se siente que allí vive la Madre de Dios.


Me hubiese gustado poner fotografías de este evento o algún video pero no he encontrado ninguna aunque expondré esta que refleja la tradicional recepción de la cofradía de Sabiote en Bailén.

sábado, 26 de febrero de 2011

SEVILLA EN LA MEMORIA (XXX).

El gitano de leyenda, el Cachorro de Triana es el siguiente protagonista en Sevilla en la Memoria. Primeros planos, en su capilla o en la tarde del Viernes Santo sobre las antiguas andas que le realizara el taller de Castillo Lastrucci y que hoy sirve de trono real del misterio de la Sagrada Cena de Jerez de la Frontera.












viernes, 25 de febrero de 2011

SEVILLA EN LA MEMORIA (XXIX).


Les dejo este ramillete de fotografías de la inconfundible marcha del palio blanco de la “Blanca Jardinera del Porvenir” atravesando el mundialmente conocido Parque de Mª Luisa… la Paz de Sevilla.






















jueves, 24 de febrero de 2011

MIS CRISTOS...MI SANGRE.


Haciendo uso de la memoria, recordando en muchas ocasiones el origen de este amor por la Semana Santa tengo que retroceder en el tiempo y subir una empinada cuesta donde en todo lo alto vive el Cristo, el Santo Cristo. La vida me ha ensañado que el ser humano nos movemos por decirlo de alguna manera por “colores”. Como los colores del futbol… Yo del Madrid, yo del Barca o yo del Atleti, etc… en la gran parte de las ocasiones nos guiamos por lo nuestro, lo que nos enseña nuestro padre o madre, un tío, un abuelo o los amigos y el mundo de las cofradías no es ajeno a esta cualidad de los seres humanos.

El primero por la derecha es mi abuelo
 junto al Medinaceli en sus primeros años.
Pues sí, la imagen que abre esta entrada es “Mi Cristo” desde que tengo uso de razón aunque lo más correcto es decir que todos los titulares de la hermandad de la Santa Vera Cruz de Bailén eran mi Cristo, mi Virgen y hasta mi Verónica. En veintinueve años seguramente haya sido hermano tres o cuatro, mi padre no era de esos que nos hacía hermanos nada más nacer pero nos metía en aquella capilla desde antes que tuviéramos sentido de las cosas. Prácticamente recuerdo todos los avatares de la cofradía desde entonces, cuando este que escribe no tenía sentido del tiempo y no se daba cuenta que para que llegaran las Fiestas de Julio hacía calor, que para la Navidad hacia frio y que para Semana Santa la primavera florecía por todos los balcones y jardines de Bailén como aquella blanca reja de rosas del hogar del pensionista –que arrancábamos para adornar nuestros pasos de niños-. Para entonces mi padre me montaba en su antiguo R11 sin saber siquiera a dónde íbamos hasta que llegábamos a aquella cuesta que nos indicaba que íbamos “Al Cristo”, como siempre se ha conocido la capilla de la cofradía e inalterable en mi memoria quedaran momentos como ver aquel antiguo palio de cajón negro entre el umbral de la puerta o la majestuosidad del nuevo trono para “costaleros” para el Medinaceli –porque siempre lo hemos llamado así, aunque en el hayan procesionado muchas más imágenes- hace 22 años cuando el “Cojo Saavedra” le dejó a mi padre una gran llave de las antiguas para abrir el portón… mi primer portón de la Gloria. Después vendrían años de penitente, porque aquí aún no se diferencia entre nazarenos, la envidia de ver a mi hermano mayor ser “costalero…” – como malamente llamamos en Bailén a los anderos- solo un año pudo salir, aquel 1993. Al año siguiente esa maldita enfermedad que representa la cruz del patrón de España se lo quiso impedir, relegándolo a una cama del hospital de Jaén pero parece que Ellos quisieron despedirse de él y aquella Madrugá y sobre todo aquella tarde de Viernes Santo, aplaudiendo sin fuerzas a sus compañeros desde un balcón de mi tía en la calle Real, sin saberlo asistió a la igualá de cielo… “el año que viene ahí sobra uno” dijo….y su MOSTRENCO le contestó que el hueco divino que ocuparía seria en las galeras gloriosas de su Reino. Quizás algunos le suene eso de Mostrenco, es el Nick que suelo utilizar con más asiduidad en diversos foros cofradieros – aunque en otros sea “Pelines”-, el mismo “mote”, quizás poco inspirado con el que con todo el corazón llamábamos al Cristo de la Expiración por lo que pesa. Jamás olvidaré al año siguiente en la procesión de la “Mañana” –porque el termino Madrugá viene de hace cuatro días en Bailén- al paso de mi cofradía por la puerta de mi casa el homenaje que le tributó la cuadrilla en su memoria. De la mía tampoco se borra como en la gran multitud de aquel entierro asomaba el estandarte con esa cruz bordada entre las cabezas de todos los que nos acompañaron hasta el final. Aquellas lágrimas que surcaban mis mejillas bajo el antifaz o caperuz se grabaron a fuego y son difíciles de borrar en aquella escalofriante noche al son de los toques marciales de “Oración”.





Después vino mi vida más activa, andero, músico y algunos sin sabores de las imperfectas cofradías que como la vida misma, al ser comunidades de personas traen algunos desencuentros. Pero la capital Hispalense ya se había cruzado en mi camino, comenzaba a empaparme de las maneras sevillanas, me maravillaban, eran mi referencia… ¿se podía hacer mejor las cosas? Eran y por desgracia son ideas muy “revolucionarias”, más si no se le ocurren al que manda de turno y comenzaba a sentir que aquellas cosas con las que disfrutaba, quizás no eran muy propias, que había que cambiar y tomar otro rumbo pero todo aquello quedaba en nada, era prácticamente un niño y en muchos casos terminaban en el desprecio, la risa y la indiferencia…y las lágrimas. Se me presentó la oportunidad de vivir la Semana Santa como ya mis ideas mi indicaban pero no podía ser en mi pueblo, por la simple razón de aquí aquí no había ni hay, por mucho que un viejo cofrade me diga aquello de los “años luz…” que hay que esperar. Llegué a Linares, que no era Sevilla pero si la tenía por referencia para lo bueno y también para lo malo. Una banda de cornetas y tambores, nueva y única en la ciudad me acercaron a la que creo que es cofradía y hermandad punto y aparte no solo en su ciudad, si no en la provincia aunque los egos y los orgullos nunca la eleven al sitio que por hechos le corresponde y esto a veces le traiga trabas y zancadillas, aunque sea su propia ciudad la que le toque perder. Comenzó a grabarse en mi corazón con hilos de oro el nombre ROSARIO y a emocionarme con la mirada gitana del Soberano que duerme en San Agustín.

Se me llamó traidor, como si me tratara del Luis Figo de turno y la Semana Santa una competición mediática deportiva. Por suerte sigo pensando que mi Dios, es el que está allí arriba, el que no se ve, el que hay que sentir y el que menos visitamos cuando entramos a una iglesia…el que está en el Sagrario, el culpable de que sintamos eso que es tan bueno y a veces doloroso como es el AMOR.

Llegó el Soberano de Linares y San Gonzalo, el Cachorro o la Macarena los cuales me despierta ese “no sé qué” que sin saber explicar despiertan las imágenes, unas más que otras. ¿La calidad artística? Puede ser, es algo que me apasiona de este mundo, el arte. Me fascina todo lo que tenga que ver con el arte, sobre todo religioso y sin duda el cofradiero pero mis cristos eran de escayola….

Que paradojas del destino ¿verdad?, cuantas veces abre leído de la poca idoneidad de la imaginería seriada, la de los talleres de Olot que aprovecharon una determinada época para inundar iglesias con sus imágenes de poco mérito artístico, con unas policromías en la gran mayoría de los casos bajísimas y su ínfima unción….como no, de precios más asequibles.

Bailén no fue ajeno a aquel tiempo, la única forma de reconstruir lo que había ardido durante la guerra en el mínimo tiempo era acudiendo a los servicios de estos talleres. Está claro que no fueron los únicos, tantos y tantos pueblos también lo hicieron pero cuando los tiempos y la economía fueron mejorando muchas de esas imágenes fueron sustituidas por obras de más reconocido prestigio, elaboradas por imagineros y escultores de más notable pericia e inspiración. Pero mi pueblo prácticamente fue ajeno aquello, esas imágenes valieron y se quedaron, incluso continuaron llegando más hasta alcanzar la década de los noventa del pasado siglo, que fue cuando se estrenó la última imagen de aquellas características, precisamente para sustituir a otra de escayola por su deterioro, el Resucitado.






Los años hicieron, que el pueblo les tomase, afecto, fe, devoción y algunas de ellas son santo y seña de la religiosidad popular… el Medinaceli, la Expiración o el Nazareno que todos llamamos “El Viejo”. Los “archivistos” modelos de la Entrada Triunfal en Jerusalén, La Piedad, el Santo Entierro, el Amarrao a la Columna, la Oración en el Huerto, etc… son imágenes más que conocidas en el orbe cofradiero bailenense que muchos no comprendería esto de la calidad artística, que hace grande el patrimonio material de la celebración, sin sustituir una Fe que nunca se perdería con una nueva imagen o ¿acaso los más viejos que conocieron la primitiva Virgen de Zocueca no quieren a la actual como si siguiese siendo la misma?

Esos eran, son y serán mis cristos, como lo es el Soberano o el Cachorro porque son simples representaciones del que está ahí arriba por que como muchas veces dice Antonio García Barbeito; “Dios no tiene domicilio”, pero el pueblo llano necesitamos un lugar donde buscarlo.

En mi cofradía se intentó sustituir al que seguramente sea “El Señor de Bailén”, el Cristo de Medinaceli por una nueva imagen, que recreara las facciones del que igualmente bebe esta imagen de escayola, del Cristo de Madrid. Que fuese una imagen de mayor mérito artístico y siguiendo la representación barroca de poder revestirlo con túnica. El miedo o sepa Dios, lo evitó en un “cabildo” –aquí se usa el término “junta general”- sin que sepamos quien sería el encargado de realizar la imagen, algo que también es importante, ese trabajo con una imagen tan devocional no está al alcance de cualquiera pero pienso, ya que este es mi blog para dar mis opiniones que ese debería ser el camino, uno de los más importantes para crecer y mejorar.

Ahora están enfrascados en la sustitución de la Oración en el Huerto –aprobado por los hermanos en junta-, una desafortunada intervención ha hecho mirar al futuro en la realización de una nueva imagen, que Dios mediante no sabremos aun quién realizara y ojalá este a la altura de las nuevas creaciones que han llegado a la ciudad de manos tan prestigiosas como Francisco Romero Zafra o Guillermo Martínez Salazar… y puede que pronto llegue un nuevo trabajo…rumores…rumores…