Acaba de publicarse un nuevo
artículo con mi firma en el magnífico boletín que viene editando la hermandad
de los Dolores de Bailén en los últimos años. Una vez más les agradezco que
piensen en mi persona para ilustrar con un artículo histórico su cuidada publicación.
Para esta ocasión, pensé en el sentido divulgativo tan especifico con el que nacen
estas publicaciones, que no es otro que proporcionar la información que estime
oportuno la junta de gobierno de turno sobre de las distintas noticias que
generan hacia sus hermanos, los principiales destinatarios de estas ediciones.
Asimismo, conocen de primera mano
los distintos actos que quieren organizar o las normas e indicaciones que deben
tomar para preparar las próximas salidas procesionales. En estos boletines además
se les da cuenta de pequeños o importantes proyectos o de los estrenos. Se abre
como un medio formativo y cultural donde se incluyen artículos de formación
cristiana y narrativos, como pueden ser vivencias de los hermanos o incluso
arrebatos de sentimiento escritos en el lenguaje de los poetas. En lo cultural
entra la historia, y ahí va mi aportación. Por ello pensé que podía cerrar
definitivamente en el boletín una microhistoria que ya hemos contado en otros
artículos, como fue la hechura de una nueva imagen de la Virgen de los Dolores
en el lejano año de 1747, salida de la mano del artista baezano Francisco
Briones Granados.
Como yo sé que no todos consiguen
la revista Locuber y mucho menos el Boletín del Instituto de Estudios Gienneses,
y por mucho que me encargue de divulgar los trabajos por la red, sé que habrá
muchos cofrades de esta hermandad que aun desconocerán este dato y que quizás
nunca lo leerán.
Por esta razón decidí que este
era el tema perfecto para escribir este año, teniendo en cuenta la reciente publicación
del gran estudio publicado sobre estos artistas por mi persona. Quería que los
hermanos de “la Virgen” pudiesen leer sentados tranquilamente en sus sofás
o escritorios ojeando en su boletín una historia que se perdía “encajonada” en las
publicaciones previas entre tanto dato. Por ello, volvemos a incidir en este
importante episodio de la historia de la cofradía estudiando las fuentes
primarias donde lo hallamos (aportando una fotografía del documento) y añadiéndole
un resumen de la historia familiar y artística del autor de aquella imagen. Los
Briones, es un apellido común en Bailén que nos hacía pensar a algunos de los historiadores
e investigadores que nos ocupamos de la historia de Bailén y en el arte provincial
en general que podrían tener conexión con los bailenenses que tienen este
apellido. Efectivamente, conseguimos conectarlos y encontrar en el árbol genealógico
a descendientes de esta familia con raíces en Cuenca (desde el siglo XVII) y su
asentamiento en Linares y Baeza, en la ciudad de Bailén, donde incluso, uno de
ellos (Antonio Briones Ruiz) en el siglo XX volvió a ejercitar el mundo de las
artes como hicieron sus ancestros, en este caso como pintor.
Este artículo contiene todo lo
que hasta la fecha de cierre del boletín sabia de los Briones y Bailén (porque después
algo más hemos encontrado) para acabar uniendo en esta pequeña colaboración qué
pudo ser de aquella imagen, que la misma cofradía cambió apenas 30 años después.
Probablemente pudo acabar convertida en la primera Virgen de los Siete Cuchillos
de la cofradía de la Santa Vera Cruz, desapareciendo en los sucesos iconoclastas
de la Guerra Civil Española. Sin más, espero que los hermanos de la cofradía disfruten
con su lectura. Y usted tambien, visitante de esta web. Quizás ya conozca la
historia o tal vez, no, por eso he vuelto a incidir en ella en otro formato. Para
leer el artículo en academia.edu pinche aquí o descárguelo en el archivo
adjunto.