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martes, 31 de diciembre de 2013

EL AÑO DE LAS CRÓNICAS...

Me pongo a reflexionar un nuevo aldabonazo anual en esta casa virtual, y me paro a saborear algo que ya va teniendo color de gran reserva. Va sintiendo uno la madurez en esa línea del tiempo, mientras volvía a echar la vista atrás no solo al año, sino a todos y he sentido la satisfacción de que en verdad cumplí un objetivo, que es aprender. Es curioso, pero me siento fuerte, cuando me he tirado cuatros años sin ni siquiera saber qué es lo que tenía en frente y lo que me podía dar. Y este blog me sigue dando cosas buenas, y esas cosas buenas son las que creo que deben de contar siempre en mi corazón. Es cierto, buceando en las entradas de todos los años anteriores me he dado cuenta que si en algo he ganado, es en cultura y experiencia de la vida, y no ha sido fácil, han sido unos pocos los que han sabido coger el sable más doloroso para clavarlo en el corazón más sensible, pero por fin, y creo no estar confundido, comienzo a sentir esa fuerza para no hacer caso a todos aquellos, que disfrazados de demócratas, suelen lanzar sus opiniones “constructivas” con el sable envenenado de la frustración.

Se va un año, que dentro de dos o quizás menos, diremos; “pero que bueno fue”, porque al final, nuestra mente solo recuerda los momentos gratificantes, mira si es así, que ayer cuando recordé la daga envenenada que me clavaron en julio, sentí hasta vergüenza de haber actuado como actué, pero como por muy público que sea esta casa, yo no vivo para ser famoso, lo mejor es que “corazón que no ve, corazón que no siente”, y la verdad es triste tener que llegar a esto, como me demuestra que la humanidad no sabe ser demócrata, aunque sea el sistema que tiene a las masas más apaciguadas. Pero como yo no voy a fusilar a nadie, ni voy a montar holocaustos, pues decidí ser un “dictador capillita”, y dejar cabida solo a mis únicas opiniones, total, no sé cuándo a los “constructores” de estos blogs se les ocurrió que en un diario personal pudiese participar todo el mundo… el morbo de la fama o yo que sé, pero yo seré muy raro, porque a mi todos esos royos no van conmigo.

Es curioso que cada día me encuentre que grandes eruditos o personas con grandes dotes en esta temática, sienta enorme predilección por esta casa, incluso con sus faltas garrafales y mis flojos conocimientos esquemáticos en literatura, y a su vez no sepan quién es el que está detrás de todo, pienso que con ello, lo que ustedes ven es más grande que lo que yo puedo imaginar, incluso es curioso que algunos les cueste creer que esto no es un portal con varios administradores, sino un simple blog de un simple usuario.
Se nos va un año, y lo cierto es que cuando he echado la vista mes a mes, he ido recordando muchos de los momentos en que escribía las entradas, de mis estados de ánimo y he llegado a sentir que cuando acaba un año, Simplemente Capillita se convierte como en un anuario o ese libro que a todos alguna vez nos gustaría escribir, porque son nuestros actos los que harán que nuestro nombre perdure en el tiempo, los que nos harán que vivamos muchos años después de muertos, quizás este blog no sea para eso, pero la dedicación ante una simple pantalla, le ha dado a mi vida muchas más cosas transcendentales que un simple entretenimiento virtual.

He hablado nuevamente de muchos temas estéticos, mundanos, por eso este blog se llama Simplemente Capillita, porque iba a englobar una temática muy concreta para todos aquellos que piensen que la religiosidad popular es algo muy diferente a esta forma de vida, lo tuviesen claro, y la verdad que pocos problemas me he encontrado en este punto. Pero yo siento la Semana Santa, o el mundo de las cofradías desde el sentimiento, desde que tengo uso de razón, nunca he visto esto como un mero espectáculo. Este año comencé un viejo proyecto, incluso me compré un aparato para el pc para poder desarrollarlo, como me ven esto me cuesta hasta el dinero. Una capturadora para poder colgar en la red mis viejos archivos audiovisuales, para poder compartir lo más fehacientemente mis sensaciones de todas las épocas de mi aun corta vida. Seguramente muchos serán los de mi pueblo que ha disfrutado con lo colgado hasta el momento, de la que fue la Semana Santa de mi niñez, esa que sin muchos conocimientos veía y ya me preguntaba qué sentido tenía todo este fenómeno, no lo veía como un entretenimiento ni un festival como muchos, y muy adultos siguen creyendo que es. Era un niño y me preguntaba de todo, quizás así Dios quiso que fuera, que fuese curioso con su mundo, con su vida, que sin lugar a dudas marcó la mía, tal como dijo un pregonero, no hay para mí una figura más importante en la historia y en el pensamiento como aquel desconocido carpintero nacido en Belén hace dos mil trece años, no hay nadie que me tuerza el gesto como Él, el que haga agachar la mirada, el que me haga sentir la vergüenza más profunda, porque lo cierto es que soy un simple hombre más con tantos y tantos defectos, seguramente el peor de todos… pero eso ya lo dictara Él en su momento. Que se alegre la iglesia, que yo por lo menos no he tenido mejor catequesis que las cofradías…

Es un orgullo, que este aún muy desconocido blog, poco a poco sea más tomado en cuenta por personas o instituciones de las que me puedo sentir el admirador, y ellos me hacen sentir también el admirado. Es un orgullo que la Oliva de Salteras se haga eco de mi humilde homenaje a sus cien años de vida, lo mismo que la ya añeja colección fotográfica de Sevilla en la Memoria siga siendo utilizada para ser publicada en publicaciones escritas, que seguramente en algún hipotético caso, en el futuro, algún necesitado investigador vuelva a descubrir y a rescatar de un posible olvido y diga que fue un tal Juan Pedro o simple capillita el que las mostró al mundo. Sería por lo que respecta a este año en el boletín de la Exaltación de Sevilla por que en otras publicaciones no han tenido la sensibilidad que luego más reclaman.

Gracias a esta casa tuve el honor de llamar la atención de los grandes de este mundo, como Bienvenido Puelles, Luis M. Carrión “Curro” o Federico Jiménez, Pepe Carvajal, donde no puedo olvidarme de aquella inolvidable noche en Andújar en aquel foro de capataces donde una hermandad me hizo sentir especial, el Gran Poder de Andújar al considerarme los suficientemente apto para llegar a su casa he intentar engrandecerla un poco más, donde ya de por si hay grandes maestros trabajando para ella. Es curioso, pero esto que ven por una pantalla ha conseguido que Nuestra Madre Santísima, advocada del Carmen o el Amparo se eleven al cielo de Andalucía por este insignificante punto en el universo, quien me lo iba a decir, pero si le doy gracias a Dios y su Bendita Madre, es el don del aprendizaje para saber valorar estas cosas en su justa medida, porque este mundo está lleno de muchos que darían un brazo por estas cosas y más que esperar como una recompensa siguen viviendo en el pensamiento que ellos se lo merecen más que nadie.
Termina un año donde me ha hecho reflexionar mucho sobre mi condición de cofrade, que no es lo mismo que capillita, porque se puede ser ambas cosas a la vez y solo una de las dos. Mucha reflexión sobre lo que necesito y puedo dar en mi hermandad, o más bien si hoy puedo necesitar lo que antaño disfrutaba. Siguen ahí mi Soberano y su Madre del Rosario, pero las personas cambian, y llegan nuevos ambientes, nuevas ideas que me han hecho pensar mucho si era mejor seguir siendo capillita cofrade, cofrade capillita, cofrade o simplemente capillita… quizás por esa razón mi amigo Óscar – lo bueno de sus análisis con esta casa, es que me lo dice a la cara, con la sensibilidad que requiere esta opción, así es como me gusta aprender de mis errores- me decía que mis crónicas del Jueves Santo fueron algo tristes, melancólicas, como de un sentimiento de decepción… no lo creo, porque disfruté de la gloria de ser su costalero un año más, pero uno escribe según su alma se siente en cada momento, este año la Semana Santa me tocó vivirla con un enorme esfuerzo de desconectarme de la vida personal, solo lo conseguía cuando me introducía en la burbuja o aura de los pasos y eso me ha llevado a reflexionar mucho sobre cual debe de ser mi hueco en este mundo cofradiero.

Porque llegó la Semana Santa, y uno le cuesta ya mantener la sonrisa, cuando ves que lo más grande de tu vida, no sé, llamémosle espiritual se diluye por las alcantarillas, porque parece que Dios o el cambio climático no terminan de querer “pasea santos” por nuestro mundo en los últimos años. Una Semana Santa que estuvo a punto de vivirse de forma muy diferente a lo que en mi alma se fraguaba, pero Dios quiso que viviera lo que a Él se le antojara, pero donde mi ser más lo ansía. Para el cajón de la memoria se queda esos momentos juntos al Zapatero de Triana, al Cautivo del Polígono llenado las avenidas, ese Postigo de San Gonzalo, ese Valle en el Museo, esos platillos por la calle Feria, esa Caridad baratillera elegante por Arfe, esa subida y en fin, la recogía del Soberano en Linares, ese Cristo de los Favores en mi primera vez semana santera en Granada o ese canto de ángeles junto a una Piedad servita…

Me daba cuenta ayer que este año poco les hablado de glorias o más bien que poco les he mostrado esas entradas que sin duda palpo que gustan en gran medida a los visitantes de esta casa, donde sin duda se viene a aprender un poquito más de todo lo que puede rodear a una hermandad, en este caso letifica. Sí me di cuenta que ha podido ser por como creo que debería titular esta crónica del año del Señor de 2013, como “el año de las crónicas”, porque este año ha sido tremendamente extraordinario, tras unos años de auténtica sequía, algo que por otro lado ha podido incentivar en mi la pasión por las glorias, que ante la falta de salidas extraordinarias de pasos de pasión, optase por deshojar la margarita de la espera con este apasionado mundo de las letificas, incluso hasta en agosto. Así pude conocer más procesiones de gloria en Andalucía, donde destacaría por poner un ejemplo sentimental a la Esperanza Divina Enfermara en la casa de la Madre de Dios en Sevilla, y la destaco porque mi amigo Félix volvió a viajar conmigo seguramente para conocer un poco más a esta dulce Señora de San Martín que casi la tendrá como patrona, para eso son colegas de profesión… curiosamente le ha concedido algunas peticiones con el gremio, que incluso hoy para sorpresa le ha encontrado una guardia de las gordas a su novia, también deseosa del trabajo por el que tanto luchó en la universidad. No puedo olvidarme de mi segunda faceta como cofrade, si podemos llamar así al que participa de las cofradías. Si la Semana Santa es el Prendimiento en Linares, mi gloria llega en el julio carmelita de la primera gloria a costaleros en mi tierra jiennense, pasando una noche de gran satisfacción para el alma, junto a hombres comprometidos con su puesto en una hermandad y como no, junto al bueno de Rafa Mondéjar, del que solo puedo decir que en once años solo me ha traído cosas buenas y buen corazón, es lo único que puedo hablar de este maestro de Andújar.

Y si es el año de las crónicas es porque desde febrero hasta el mismo mes que estamos a punto de despedir no he parado de darle a este blog su utilidad, transmitir mis vivencias personales, en este caso junto al mundo cofradiero. Desde el frustrado vía crucis del año de la fe en Sevilla, y aquel inolvidable sábado cuaresmal por la vieja Híspalis, la Semana Santa donde en mi cada vez más extensa rebúsqueda de recuerdos me planté en pleno mes de agosto contándoles como pudo ser mi Semana Santa, porque eso es imposible de describir con palabras y recursos literarios humanos. Y con el año de la fe llegaron procesionismo extraordinario de todos los colores, a los que me hubiese gustado asistir a todos pero que se quedaron en la Magna de Jaén, la Magna de Córdoba, la salida extraordinaria de la Esperanza de Málaga, conociendo por vez primera su procesionismo, su idiosincrasia y muchas de las devociones malacitanas, glorioso mi encuentro con Pasión y el Cristo de Mena. Memorable la salida extraordinaria de la Victoria de las Cigarreras, los viajes en plan glorioso como en aquella “Madrugá de las glorias” o el Amparo de Córdoba y por último la gratificante experiencia de sentir el aliento de la Esperanza en nuestra alma.

Se acaba el año y a partir de este momento me quedaré con las satisfacciones, y una de ellas fue ese gran detalle que tuvieron la banda de música del Nazareno de mi pueblo, de total apoyo a una joven bailenense que se tuvo que dar de bruces, tan joven, ante la cruz que significa la desmejoría de salud. Ellos le pidieron al que carga con los pecados del mundo por ella, yo emocionado con la historia solo pude hacer lo mismo a través de esta casa y con ello les deseo un próspero año, por que el presidente de su cofradía me comentó que la chavala está llevando su mejoría magníficamente y que si Dios lo quiere esto puede ser tan solo un lunar en la vida… al final parece ser que aquí no se hace nada tan malo…
Mañana Simplemente Capillita me parecerá un libro con las páginas en blanco, no sé si deseosas de llenarse de historias o no, eso como solo me queda decir un año más, será lo que Dios quiera…

FELIZ AÑO NUEVO.

lunes, 30 de diciembre de 2013

"JUANILLO EL DE LA PALMA"

EL DISCÍPULO AMADO DE SEVILLA...

Que la Virgen de la Amargura es en Sevilla una de sus dolorosas más especiales y embrujadoras es una realidad que pocos se atreverían a negar. Tiene un todo contendido en su rostro difícil de catalogar, porque sus geniales grafismos, hacen del arte una de las ciencias más sublimes y enigmáticas, donde se mezcla talento con la belleza más humana  y a su vez muy mistificada, el mejor realismo salido de las entrañas del barroco, por eso ahora que está de moda ese exagerado hiperrealismo, creo que se debe a que esto es más fácil, que crear obras de la envergadura de la Amargura. Pocas como ella para representar a una verdadera madre y a su vez la divinidad de quien trajo a Dios hecho hombre a este mundo. Cada Semana Santa, en los días que haya procesionado, desde que posiblemente la tallase en el siglo XVII, seguramente un imaginero del círculo roldanesco, por no decir el mismísimo Pedro Roldán, viene levantando las emociones, la sorpresa, el escalofrío que el ojo humano experimenta ante simulacros iconográficos de tal altura como la Virgen que preside San Juan de la Palma. Por si sola se bastaría, suele ser así, cuando una imagen de tanta categoría, le sobra todo para alzarse como un magnifico instrumento para unir lo mundano con lo divino, misión imprescindible de una imagen sagrada, ilusión y aspiración del imaginero que se presta a realizarla y de reconocimiento cuando son en masa los que se acercan a Ella y se pierden en todos sus encantos, en sus enseñanzas sin terciar palabra y sobre todo en su servicio ante los ruegos… porque no olvidemos que son como imaginarios mostradores donde el dependiente es Aquel que nos escucha desde el cielo.
Mirada mágica aunque angustiada, perdida, con su llanto nos hace intuir sus señoriales pucheros, sin terciar palabra, sin escuchar ningún consuelo, incluso transmite tal sensación, que se nos figura que pararse a pedirle o rogarle, o tan solo rezarle es como entrometerte en su amargura, casi desprende vergüenza distraerla, como cuando el horno no está para bollos, y es mejor callar y seguir dejándola que se desahogue por los siglos de los siglos. Seguramente esto y muchísimo más tuvo que intuir un imaginero del siglo XVIII, así lo creen los más eruditos, quizás un imaginero que llegó a ser mayordomo de la hermandad Sacramental de San Juan de la Palma, autentico seguidor y perfecto renovador en la línea de tiempo del pensamiento y los nuevos modos de la esencias de esa escuela que sacó con total seguridad de la madera tan genial expresión de la Madre de Dios, discípulo de otro de los grandes de aquel siglo de setecientos, José Montes de Oca, que con una aportación, que podríamos catalogar como rotundamente secundaria creó el perfecto complemento, más bien uno de los complementos más inmortales del arte español, ante una genialidad que pocos creerían que necesitase si se gestara hoy día dicha idea y Ella nos hubiese llegado “sola” a nuestros dias, pero que los modos y modas del momento vieron conveniente para legarnos la inseparable figura, la inconfundible silueta de la Amargura de Sevilla, cuando nos viene  cada Domingo de Ramos errante al compás de otra de sus más geniales aportaciones  o postizos que conforman todo su ser, la marcha “Amarguras” de Font de Anta.

Este dibujo que ven, famoso él para los diletantes de lo cofradiero sevillano, pertenece a una idealización, a modo de fotografía de crónica casi periodística de un incendio que sufrió el paso de palio de la Amargura en 1893 a su paso ante el ayuntamiento cuando las llamas de la candelería prendieron las vestiduras de las imágenes. Y me detengo en este hecho, porque observando el dibujo contemplamos abocetado, casi como sombras  siluetadas la estampa del paso palio con el susodicho incendio, donde obviamente pocos podríamos  intuir que se tratase de la Amargura sin que nadie no los refiriera de quien se trata, pero  meteria la mano en el fuego de que no haría falta muchas pistas, porque esta tan magistralmente abocetado ese complemento secundario al que me refiero que rápidamente dibujamos en nuestro imaginario al paso palio de la Amargura, caminando con la marcha Amarguras.



Y es que así me lo ha pedido el alma, en mi más extenso homenaje en este blog por una festividad, la del discípulo amado, San Juan evangelista, el que dibuja esa inconfundible silueta “amargurista”, el mismo que lleva unido indisolublemente tantos y tantos años junto a la Amargura que no han sido pocos los que se han rendido ante esta imagen, que seguramente talló, ese baluarte del XVIII llamado Benito Hita y Castillo de Guzmán, aunque siempre se le ha llamado, quizás proveniente de una admiración romántica constatada a su figura, que pareciese ensalzar su legado enalteciendo su nombre, porque decir Hita DEL Castillo, nos puede dar síntomas de enaltecimiento, como más señorial, casi de linaje noble. Incluso los cronistas del periodo decimonónico se embelesaban mucho más en la descripción de este evangelista que de las portentosas imágenes cristífera y mariana de la cofradía del “Silencio Blanco” por antonomasia.
Algunos amigos capillitas en sus juicios de valor me han indicado en reiteradas ocasiones que no saben que le ven tan sublime tantos y tantos a la figura de este San Juan dieciochesco, quizás tallado en torno a 1760, sobre todo al contemplar su semblante frente a frente… “una imagen buena, sin duda de las antiguas y poco más” es lo que muchos  de ellos ven es su grafismo de adolescente refinado del setecientos. Pero siempre les insisto que no es una imagen para contemplarla sola, cara a cara, toda ella se creó y creo que con un talento impresionante para conformar un dúo, con una misión muy teatral, casi de misterio mariano – similares conceptos escénicos tomaría siglos después Castillo Lastrucci- , dos imágenes para crear una sola, un solo mensaje y a la vez cientos, que incluso puede que Hita del Castillo readaptase las imagen de la Virgen –está documentado una intervención sobre la realización de un nuevo cuerpo y candelero en 1763- para conseguir el inigualable efecto que hoy día sigue y sigue impactando a todos los que se plantan a los pies de su paso o en su camarín. Son muchas las voces que piensan que una sacra-conversación, más que sumar; resta, normalmente la figura de San Juan es la que para ellos sobra, que más que complementar lo que hace es tapar. Pocos son los ejemplos que salvarían, siendo ésta sin lugar a dudas la que pocos se atreverían a quitar, porque como digo, solo contemplando la siluetan que dibujan, rápidamente se intuye en nuestra mente a la Amargura de Sevilla, es como si San Juan fuese una parte más de su cuerpo, de su figura y así es como los siglos nos lo han venido mostrando, siempre viendo esa inclinación cortés, del que intenta consolar, mientras el giro de cabeza de la Virgen nos hace intuir una escena tan común y tan humana de la imposible compresión ante un hecho doloroso, del que no quiere escuchar, como en este caso, la condenación de un hijo vivido en las carnes de una madre, mientras Ella, más genialidad aun, resiste con tanta fuerza, al modo de las grandes y refinadas señoras  tal carga emocional, siguiendo el que tallase su figura tan acertadamente las directrices de Trento, donde la Virgen no podía dar una imagen de mujer derrumbada, su infinita amargura tenia que ser mostrada con entereza, aceptando los designios de Dios, en una nueva clase magistral de catequesis donde no se tercien palabras. Lejos estaba ya el llamado “pasmo”, si la Virgen se nos muestra derrumbada de dolor, como iba a poder hacer fuerte a aquel que le llega derrumbado pidiendo auxilio espiritual. San Juan es la humanidad y María le contesta, sin palabras, con la fuerza sobrehumana que insufla el de allí arriba.




Invita al espectador a imaginar en su mente que le puede estar diciendo a María, porque están tan complementadas ambas figuras  que sin decir palabra, solo con sus conseguidos gestos, están hablando sin hablar y están diciendo sin decir. Por ello esta silueta, este compañero inseparable, de una imagen que de por sí sola, la bastaría para levantar el asombro y la emoción, esta tan estrechamente unida en todos los sentidos, que no hay azulejo donde la silueta de este jovenzuelo de afilado bigote no figure en su inseparable conversación con la Virgen de la Amargura, siempre junto a Ella en los diferentes altares en los que ha recibido culto, -hasta cuando fueron escondidos en tiempos políticos convulsos-,  nunca separados como por ejemplo está la sacra-conversación de la hermandad del Gran Poder, donde sin duda se tomaría la referencia para crear esta perfecta sacra-conversación donde muchos nos les tiembla la mano al decir que está incluso la supera sobre todo por el magnífico trabajo realizado, seguramente por Hita del Castillo en el movimiento de la imagen de San Juan, donde incluso un personaje secundario provocaría una alteración en la postura de la titular mariana y conformar la genial estampa que se dibuja cuando llegamos ante la Amargura, que aunque nunca se nombre a San Juan, todos llevamos en el subconsciente encontrarnos con su encorvada espalda, su adelantada zancada y su poderoso giro de cuello, del que sería encomendada la protección de la Madre de Dios desde el mismo madero. Una genialidad iconográfica, que tildaría de indiscutible inspiración divina, que no sería de recibo olvidar la ejecución de las manos de ambas imágenes a cargo del gran escultor, desconocido para los diletantes del arte cofradiero en gran medida, Antonio Susillo –maestro de Lastrucci- que tuvo que realizar nuevos juegos de manos para ambas imágenes tras el incendio anteriormente referido además de la restauración de las dos imágenes, porque la expresión de la manos son sin duda un complemento igual de indispensable para la perfecta armonía en lo referente a iconografía y la expresividad y teatralidad de los personajes, “actores” que en este caso son siempre uno, un conjunto que todo el mundo llama Amargura de Sevilla…







Está tan idolatrada esta pareja, que en cuatro ocasiones la Virgen –la última en 2004-, para eso ostenta más “rango” ha procesionado sola bajo su impresionante paso de palio –donde igualmente Rodríguez Ojeda dibujó la más perfecta armonía de bordados para revestir a este “príncipe” de San Juan de la Palma, junto a su Reina-, algo que motivó el descontento de muchos, infranqueables a pensar que este San Juan sea un mero complemento, que lo es, pero a su vez un completo infracturable en el ideario popular de cómo siempre debe presentarse a la Amargura, sin duda que cuando la coronó el cardenal Segura, quizás hubiese tenido que darle un rango similar a su más fiel compañero. Y es que hasta el movimiento del nimbo de San Juan es una de esas cosas que levanta el escalofrío cuando camina en el portentoso paso de palio, una de esas estampas que cuando la imaginas, el ansia de pasión se desborda y cuando esperas la llegada de cofradía tan admirada, la gracia te pellizca el estómago y un nudo en la garganta te asfixia ante la emoción de contemplar una de las siluetas más inconfundibles de la Semana Santa universal, ver a la Amargura no queriendo escuchar al que inspiradamente Núñez de Herrera llamó el “Juanillo de la Palma”, porque sin duda es este San Juan sin discusión alguna el más predilecto de la vieja Híspalis, tal como lo tilda Andrés Ugarte en su instructivo libro sanjuanista… el discípulo amado de Sevilla.

sábado, 28 de diciembre de 2013

EL "ALMA DE DIOS" QUE LO CAMBIÓ TODO...

Quisiera en el día de hoy continuar con la figura de San Juan evangelista como protagonista en esta casa, o por lo menos su aura. Quisiera mostrar una nueva página de la historia cofradiera de mi pueblo, donde el discípulo amado tiene tanto protagonismo en la vida cultual de este viejo pueblo del alfares y olivos. Y para ello he cogido un trozo de esa ya en marcha y proyectada serie de videos de lo que fue la Semana Santa de mi infancia. Un pedacito de una Semana Santa que aun ni he colgado, ni editado pero que cuando la capturé me hizo contemplar como con el paso de los años atesoraba un legado histórico digno de mostrar al mundo, a ese orbe que le gusta conocer y sobre todo para todos esos paisanos que se dejan caer por aquí siempre queriendo conocer un poquito más de esa semana grande que en cierto modo aún no conocen tanto, por la simple razón de que esta temática esencial de las cofradías apenas nunca se ha desarrollado.
La verdad es que cuando veo estos videos, cuando monto las entradas coincido siempre con una reflexión, creo que se subió el nivel tan rápido, que se pasó de casi la nada a más que tanto, que muchos pensaron que todo estaba hecho. La verdad creo que la evolución natural que tomó la Semana Santa en Andalucía hasta nuestros días ha aparecido por escuetas gotitas, pienso que aún quedaba por dar el salto definitivo y aunque ahora hay pellizquitos de que pueda llegar lo que creo que debe de llegar, aun la conciencia cofradiera de este pueblo está por trabajar en todos los sentidos.
Mucho creo que le está costando a una comunidad del ámbito cofradiero local, buscar esa evolución, esos nuevos aires y esos nuevos conceptos en la idiosincrasia del bailenense y más desde los vicios y postulados heredados de aquellos años que poco a poco les voy mostrando. Como podrán ver en los videos ya publicados, la música, a excepción de la banda de música de Bailén, se conformaba de bandas de cornetas y tambores totalmente alejadas en su tipología de lo que hoy en día se destila, el estilo nacido en Málaga con la banda del Real Cuerpo de Bomberos y su rotunda evolución sevillana. Escuetas marchas planas, seguramente de origen castrense, que los diversos directores implantarían, no sé ni siquiera en qué fecha en estas bandas locales, seguramente traídas tras su paso por el servicio militar como alguna de la hipotéticas fuentes de donde podrían provenir.
La verdad, entonces como era lo que había, gustaba, siempre a los chiquillos nos han atraído las bandas, y eran aquellas marchas y aquel modelo el que incluso imitábamos en nuestros juegos procesionistas. Era tan simple la instrumentación y el nivel interpretativo, sin ninguna formación académica, ni de los directores, que cuando comencé a escuchar la música sevillana en aquellos videos del correo, suspiraba porque alguna vez pudiese escuchar aquellas afinadas y melodiosas marchas en mi pueblo, aunque aquel sentimiento iba tan bien de la mano de una rotunda certeza, de que eso era imposible traerlo hasta Bailén...
Sin duda me refiero a la banda más popular en estos menesteres en la localidad, la antaño llamada a secas “banda de San Juan”, una formación nacida en el amparo de esta cofradía para darle música a las procesiones de su venerado evangelista de la ermita de la Limpia y Pura,  que contará ya con más de cincuenta años, que incluso según cuenta mi padre, llegaron a ensayar en la alfarería de mi familia, amparados por el patrocinio de mi recordado “chacho” Alfonso Lendínez, “sanjuanero” hasta la medula hasta el último día de su vida -un Domingo de Resurrección por cierto, días después de ver a San Juan por las calles por última vez y quizás quedar con mi hermano para verse un mes después en la gloria…-, integrante perteneciente a aquellos tiempos a aquella hornada de cofrades de postguerra, donde las cofradías apenas las llevaban cuatro cofrades y se perpetuaban en los cargos de por vida, por la simple razón, de que no había más... Jóvenes músicos, que por las penurias de los tiempos, quizás estaban en la banda por los “refrigerios” en bota que mi tío abuelo les servía como recompensa a su desinteresado trabajo tras los ensayos, seguramente cuaresmales, por entonces, aquellas bandas comenzaban su actividad prácticamente tras la Navidad o incluso el Carnaval.
Años después, cuando este que les habla ya le alcanza la memoria para recordarlo, aquella banda, con túnicas de nazareno de la hermandad –en el pasado contó con uniformes-seguramente siguiendo el modelo de las bandas de Linares o Úbeda, comenzó a buscar otro camino, como casi todo lo que se hacía en aquellos tiempos, sin conocimientos algunos de cómo hacer las cosas, muy diferente todo a la experiencia y medios con los que se cuentan hoy. Siempre lo he dicho, la música fue la gran agraciada en Bailén, va por delante de las cofradías con total certeza para mí y eso es porque seguramente siga una senda más firme en su evolución, tomando fuertes y asentadas inspiraciones. Aquella escueta banda conoció y soñó con parecerse a esas bandas de mis videos del correo, videos que ellos también poseían y que sin más medios, intentaban adaptar aquellas marchas a su instrumentación totalmente a oído. La marcha “Sagrado Decreto” de la extinta agrupación de la Trinidad que sonaba en la salida del misterio de las Cinco Llagas es un ejemplo, y si Dios quiere, lo verán cuando llegue el video del año en que se interpretó. Poco a poco llegaron algunas trompetas, los platillos… sin base alguna hicieron lo que mejor les saliera, que debido al escaso nivel de este tipo de música hasta entonces conocido en el pueblo, lo poco que hicieran gustaba y mucho, algo que además fue unido a la creación de la cuadrilla de anderos, que tras unos primeros años difíciles, acabó asentándose y creando un tándem perfecto, que sin duda llenó los varales del trono de la cofradía, motivo principal para que en poco más que cinco años la cofradía pasase de ser la más humilde a una de las más seguidas y punteras.
Por eso, en este recorte, de esta chicotá –algo que aún no se sabe muy bien lo que significa, aunque ya se utiliza el término- del Domingo de Ramos de 1995, en la recogía del segundo año en que procesionó el misterio del Señor de la Sentencia, se engloba toda la esencia que les vengo contando, cuando aquella banda interpretó una adaptación muy personal de una marcha emblema de las agrupaciones musicales, aunque entonces no se les pudiera denominar así ni contaran con las características necesarias para ello… sonaba “Alma de Dios”.


Con esa marcha se abrió sin duda una nueva senda en la Semana Santa bailense impulsada desde esta cofradía, dándole más importancia al caminar de los pasos, a darle ese puntito de arte efímero que es la Semana Santa en movimiento según Andalucía, a otros niveles, a otros modos, pero al fin y al cabo, arte efímero que emocionaba, emociona y que a mi también me emocionaba… y digo esto, porque creo que la evolución es la que te trae esto, es la que te enseña a colocar esto en su sitio, en su momento socio-cultural, en el pasado y perfeccionar las cosas, así lo entiendo yo –seguramente los supervivientes de aquellos años en la banda, al leer esto, estarán conmigo-, donde en otros lugares, con muchísima más tradición de siglos, me lo han inculcado y he sido lo suficientemente libre de “catalogar”. Parece ser que en esta cofradía esta búsqueda de mejora sigue llegando, aunque me da la sensación que al estilo de aquellos años,  cuando hoy a Dios gracias existe tal facilidad para acceder a los medios y a la formación, que las cosas creo se podrían hacer más rápido, solucionándose problemas con mucha más solvencia, sin darle tantos rodeos a los cambios drásticos…

Los que me recordarán en el programa radiofónico de Onda Bailen, en el programa que coopere dedicado a la Semana Santa bailenense, el “Entre Varales” quise hacer un homenaje especial a uno de los grandes culpables de todas estas circunstancias, que cosas de la vida, cosas de allí arriba, decidieron llevárselo a que viviera eternamente con el pescador de Cafarnaúm, seguramente el mejor amigo que jamás tuvo, y con creces lo demostró… en aquel programa, comencé con un viaje en el tiempo, recordando la esencia de lo que pueden ver en este corto video, y creo que acerté de lleno –como me asentía Ángel Real “hijo” en el estudio- en ponerle como fondo musical la legendaria marcha salida de las entrañas de Arahal, del ingenio del genio que hace pocos meses se nos marchó, don Manuel Rodríguez Ruíz, adaptando el tema "Canción Húngara" de la Zarzuela "Alma de Dios" de J. Serrano en concreto del fragmento de la romanza final de la obra, a marcha procesional para las emergentes bandas de paso cristo. Después de esto llegaríamos hasta  la actual agrupación musical de San Juan Evangelista de la que sin duda tendré que hablarles más en esta casa, después de cuatro años pienso que he hablado poco de la que es abanderada de las sevillanas maneras en Bailén, y como muestra un botón, el resultado de una evolución decidida y firme, años después, aquella banda interpretando “Alma de Dios” en Ceuta tras un gran paso, el de la Flagelación al que acompañaron hacen unos años… quien les iba a decir aquel Domingo de Ramos de 1995 que su música traspasaría las fronteras de los cerros carcomidos de Bailén…

viernes, 27 de diciembre de 2013

DEL PATROCINIO A ALMERÍA...

Hacía tiempo que no echaba a volar mi memoria, para recordar algunas de mis experiencias dentro del mundo cofradiero, de las experimentadas algunos años atrás ya, de las recientes los estoy hinchando. Visualizando esta mañana los magistrales videos de la colección Momentos Cofrades 2013 de la Semana Santa sevillana, el pellizco en el estómago, el ansia de la gracia como es lógico ha inundado todo mi ser, entristeciéndome al pensar que quizás el año que está a punto de llegar, no viva la Semana Santa como la he vivido estos últimos, siendo la sevillana mi gran Semana Santa, aquella que tal como dirían por allí, al coincidir con todas, a ver quién es el valiente que se va a otro lado. Pero lo cierto es que esto no ha sido así siempre, primero fue mi pueblo, después donde la música me llevaba y ahora donde la vida con permiso de mis ganas me lleven, y es allí el destino que me cuesta borrar.
Pero también he recordado las vivencias que saboreé en mi época de músico en la banda del Rosario de Linares, donde sin duda me acercó a muchos rincones de nuestra geografía que seguramente en la vida hubiese ni imaginado que visitaría. La atracción con Sevilla actual, puede que tenga la culpa o gran parte de ella, de que a día de hoy no volvería a estar en una banda –a no ser que fuesen las grandes sevillanas, yo toco por lo de delante, ya saben… simplemente capillita-, como entonces, donde los compromisos lo mismo te llevaban a Semanas Santas muy interesantes que lo mismo a algunos lugares donde me preguntaba ¿pero en la semana más grande del año para mí que hago aquí? Incluso hoy, el imán que se produce cada noche de Miércoles Santo entre el Soberano y el Jueves y la Madrugá sevillana, la verdad se me hace muy duro de llevar, en esos instantes me gustaría dominar la Bilocación…
Pero el pasado es el que es, y me siento orgulloso de ello, y por ser hoy el día del patrón de los jóvenes cofrades, echaré a volar la memoria, para recodar el privilegio de poder haber conocido una Semana Santa más de nuestra grande Andalucía, donde una imagen de San Juan me enseñó algo muy unido con Sevilla, encima con una de sus devociones más patentes y de las más importantes para mí, de hecho, con mi banda pude tener el placer de tocar en su entonces capilla a los pies de su portentosa figura. Además si no hubiese sido por esta circunstancia jamás podría haber conocido aquello…



Cada vez que en los programas deportivos analizan la historia del Real Madrid en la competición europea de la Champions League, y apuntan algunas de las eliminaciones del equipo de mis amores en los últimos años, cada vez que citan la catástrofe de Mónaco, siempre, siempre recuerdo aquella calle casi desolada, con algo de frio, en una horas que cada vez que me hacían calcular lo que me faltaba para llegar a casa, descansar e irme a trabajar, más malo me ponía. Era Martes Santo, y Ripoll, “catalán” confeso nos restregaba a todos los madridistas la eliminación del Madrid en la competición de la que sigue siendo el rey… si, cada vez que recuerdo aquel 6 de abril de 2004, pienso que yo estaba tocándole al Cautivo de Huércal-Overa, en la provincia del Almería, casi lindando con Murcia.
La verdad no es que fuera con mucha ilusión a aquel pueblo que no conocía de nada, en el mundo de las bandas, como tu máxima ilusión no sea tocar un instrumento, aunque fuese en una cabalgata de reyes, en este mundo estas perdido y seguramente te das cuenta que no es tu sitio. Pero bueno nada más llegar comencé a sorprenderme de varias cosas, aún recuerdo aquellas conversaciones entre Cris, Rubén y este servidor, donde intentábamos sacarle jugo a las cofradías que nos contrataban, comparándolas con cual se podría parecer a alguna de Sevilla… ésta rápidamente en lo patrimonial nos sorprendió, un paso de cautivo netamente de esencia sevillana. Un Cristo vestido de blanco, aun rezumante a estreno –fue su segunda salida- de Navarro Arteaga, muy en la línea del Cristo de la Sagrada Cena de Almería, al que también tuve la dicha de acompañar con mi música, sobre un paso en el proceso de talla del mismísimo Manuel Guzmán Bejarano y encima portado a costal. Lo cierto que Huércal-Overa me sorprendió por su patrimonio, con túnicas de nazarenos bordadas, además de impresionantes bordados que incluso me encontraba en escaparates de la localidad en el recorrido de la cofradía, amén de un callejero bastante apto para el disfrute natural del arte efímero de las cofradías, aunque como pasa en muchos pueblos, en esencia y leyes no escritas estaban aún pegados, un Cautivo con cambios… pues como que no, seguramente estábamos en un pueblo con dinero suficiente para poder comprar, pero aprendiendo quizás sin grandes asesoramientos, evidentemente menos en lo patrimonial. De hecho pagaban muy bien a las bandas e incluso la cena que nos dieron fue sin lugar a dudas la mejor que yo ingerí en cuatro Semanas Santas además que el trato del capataz fue exquisito, aún recuerdo sus muestras de agradecimiento en aquella cena, que mira si ya ha llovido, que hasta éste que les habla tenía el pelo largo…
Ya no recuerdo bien si fue en la capilla desde donde salía la hermandad o en una casa de hermandad en la que estuvimos, pero allí pude conocer al verdadero protagonista de esta historia, aunque ya les haya contado esta introducción, de cuando viví la experiencia de acompañar a la hermandad del Paso Blanco de Huércal-Overa. Cofradía afín a las maneras procesionistas de aquella zona, casi fronteriza con Murcia, donde se palpaba más aquel estilo que el que manifestaba aquel paso de cautivo. Una cofradía con varios pasos, saliendo varias veces en la Semana Santa, ésta en concreto si no me equivoco dos, el Martes Santo con el Cautivo y el Jueves Santo con cuatro pasos: “La Caída”, “Cristo de la Sangre”, San Juan Evangelista y la Virgen de las Angustias. Esta procesión es la que mezcla las esencias antiguas perfumadas con la sevillana, mientras el Caído caminaba entonces sobre el miso paso del Cautivo –hoy el paso es solo para Él, completamente dorado-, el resto lo hacía con varales exteriores del modo más malagueño, con pasos u tronos de escuela granadina o levantina, siendo toda su imaginería proveniente o de Granada o de la región cercana de Murcia o levantina. De hecho, a los diletantes de todas las escuelas imagineras de todos los tiempos y de todos los puntos geográficos les tiene que sonar patentemente nombres como Francisco Bellver, Juan González Moreno, Nicolás Prados López o el más reciente y en activo José Antonio Hernández Navarro.



Este último fue el autor de nuestro protagonista en 1997, al cual le ha tocado este año figurar en mí ya casi tradicional homenaje u historia en honor del discípulo más joven y querido de Nuestro Señor, San Juan evangelista. Porque esta hermandad, como se ha extendido por Almería, como por Jaén u Córdoba, procesiona un paso completamente dedicado a la figura del pescador de Cafarnaúm. Con tres imágenes ha contado esta hermandad del autor del Apocalipsis, siendo esta de vestir, afín al arte de su autor, que la verdad a mí no me disloca mucho la esencia artística que destila aunque sin lugar a dudas siga mucho de los cánones de la escuela imaginera actual en Andalucía y referencias del que allí en Murcia es su particular Montañés o Mesa, es decir, siguiendo la inspiración salcillesca, lo que podríamos catalogar como neobarroco murciano.
Pero parece que la hermandad apunta ahora más a Sevilla, el paso del Cautivo, hoy portado por costaleras, el de la Caída, los estilos musicales demandados, la estética, etc… nos dan muestras de ello. Aunque curiosamente esta hermandad sea conocida en Andalucía por su paso de San Juan, y en este caso es mejor que sea claro y me refiera a la andas en las que procesiona, porque uno viajó a Huércal-Overa con poca ilusión y se vino bastante satisfecho, más aun cuando pudo conocer el antiguo canasto del Cachorro de Triana – el de los Videos del Correo-,antes de contemplar siquiera a Él por las calles de Sevilla en el Viernes Santo, aunque quedaría aun para eso cuatro años. Así esta hermandad del otro extremo de Andalucía fue la que se llevó el canasto diseñado y tallado por Manuel Guzmán Bejarano en 1974 para el que para mí es el Rey de Triana, el que vive en el Patrocinio.
Paso que creo tuvo que levantar polémica, porque vino a sustituir al anterior que hoy procesiona al misterio de la Cena de Jerez de la Frontera. Lo cierto es que aún siguen los lamentos por aquella enajenación por parte de la hermandad trianera a la de San Marcos de Jerez, incluso algunos, no sé, según sus conocimientos o gustos estéticos, siguen pensando que aquel proyecto no estaba a la altura ni del paso sustituido ni de la imagen y categoría de la hermandad trianera. Y háganme caso, porque una vez por defender aquel proyecto recibí el insulto y menosprecio más culto y refinado que he podido escuchar en mi vida, como con tan buen vocabulario se le puede llamar a una persona perro judío… las maravillas de nuestro castellano. Al parecer Guzmán Bejarano nunca llegó a plasmar al 100% la idea plasmada en el papel sobre la madera de un paso de claras líneas arquitectónicas, que a mi humilde entender y parecer, le marcó la creación de un nuevo y genial giro de tuerca a la neo-retablística de los pasos procesionales en el siglo XX.




La verdad que el canasto del paso presentó en lo que se refiere a tallas una sensación algo plana y los elementos de orfebrería parecían que no destacaban mucho. Lo cierto es que el canasto se decidió sustituir por uno nuevo, que al parecer si era más fiel al diseño primigenio, donde sin duda la calidad del canasto, a mi parecer creció en calidad y brillantez artística, con trabajos más elaborados y eliminando bastante más esa sensación plana, aunque al ser un paso arquitectónico, no se le podría recargar mucho más, aunque aquel que me insultó tan magistralmente, seguía insistiendo que este tampoco estaba acabado al 100% mientras no hacía nada más que recordarme cabildos y más cabildos donde no se votó aquella sustitución. Aquello fue en 1997 cuando se estrenó el paso, incluso en esta mi casa le dediqué una entrada aquel estreno mientras el canasto desechado en el Patrocinio se fue a cobijar a su discípulo amado en Huércal-Overa, donde se le realizaron nuevos candelabros y nueva imaginería para ocupar los huecos que llenaban todos los elementos que se siguieron aprovechando en el nuevo canasto para el “Gitano de la Cava”… curioso, tocamos aquel Martes Santo esta misma marcha en la recogía, ahora ha llegado hasta mi memoria, mientras creo recordar, contemplábamos el canasto con San Juan en el interior de la capilla esperando al Jueves Santo.











El canasto volvió a prestar servicios para la fe - ya que Bejarano se quedó con el mismo como rebaja del precio del nuevo canasto, siendo el maestro trianero el que lo vendió al Paso Blanco del Huércal-Overa-, en este caso al modo que quizás aún estaba allí implantado, el de varales exteriores aunque no dudo que esta compra sevillana fuera la detonante para que Sevilla plantara su cruz en Huércal-Overa. Y de qué manera que en los últimos años, desde 2010, el paso ha sido reconvertido para volver a ser portado desde el interior, a costal por lo que la cofradía le ha realizado su correspondientes juego de respiraderos tallados y dorados siguiendo la misma línea y calidades de todo el conjunto, un trabajo que han realizado en Sevilla, un tallista al parecer, antiguo oficial del maestro Guzmán Bejarano, totalmente desconocido para mi llamado Juan Manuel Pérez Pérez –sin duda el asesoramiento artístico es bueno, buscando nuevos valores-, con un dibujo que creo no sigue las líneas de sus respiraderos originales, aun utilizados en Sevilla, pero que sin lugar a dudas ha vuelto a resucitar al viejo paso del Cachorro, aunque viendo los videos tenga que darle la razón a aquellos que piensan que un paso con cambios es “ir haciendo la carioca con el paso”, pero es que en un paso con una imagen sola, la leyes  no escritas nos dice que el resultado roza lo antiestético, aunque  puedan presumir de contar con el paso que un día viajó desde el Patrocinio hasta Almería…