Buscar este blog

sábado, 6 de marzo de 2010

DIOS SE LLAMA "PRENDIMIENTO".


Ya estaba tardando mucho en dedicar una entrada a una ciudad y a una Semana Santa a la que le tengo una gran admiración y a la que siempre he llamado la “segunda Sevilla”.
La gran influencia en todo los aspectos de la idiosincrasia sevillana en Jerez de la Frontera es palpable a simple vista en cualquier faceta cofrade de la ciudad. Incluso grandes joyas artísticas que se pasean hoy en día por su calles y que en su día lo hiciesen por las calles Hispalenses, en unos tiempos en los que no se gozaba de una “medida” que hoy gracias a Dios se tiene más en consideración.

Y que mejor momento para recodar la Semana Grande de 2005, la ultima en la que integré las filas de la banda del Rosario de Linares en la cual se cumplía un objetivo, una meta más de crecimiento y un sueño personal. Quien me iba a decir pocos años antes que me vería bajo las bóvedas (hoy en restauración) de la Iglesia de Santiago de Jerez de la Frontera, que conocería y respiraría un ambiente tan fuerte a cofradías como los de esta ciudad. Aquel año lluvioso nos hacia volvernos con el misterio de la Piedad de Cádiz al poco de salir y trasladarnos para pasar la noche a Jerez de la Frontera donde deberíamos acompañar al día siguiente al portentoso olivo que cobija el Dios de los “Calés”. Nada más llegar lo que es descansar poco, cogimos rumbo al centro para contemplar las “recogías” de las hermandades que habían salido y que también accidentalmente se tenia que volver a sus sedes. La “Judíos de San Mateo” los pillamos cerrado el portón de la iglesia y el misterio del Amor llegando a su sede con una estampa espectacular donde el “quejío” de las saetas y las cornetas sevillanas del Sol llenaban las estrechez de la calle.
Al día siguiente el elemento líquido continuaba amenazando a las hermandades como así ocurrió. La noche anterior unos hermanos del Prendimiento que conocimos por casualidad nos mostraron su gran casa de hermandad y a altas horas de la noche nos abrieron la Iglesia para contemplar sus espectaculares pasos.

Con un paso de misterio de lo más original y de los menos mentado obra del genio trianero Manuel Guzmán Bejarano, un paso que nos comentaron se doró sin llegar a terminar muchas partes de la talla. Sobre las andas el portentoso Cristo del Prendimiento, una imagen de autor desconocido, pero que se trata de una obra casi segura de Camacho de Mendoza, imaginero y arquitecto de retablos jerezano que dominó la escultura religiosa de la primera mitad del siglo XVIII en Jerez y su comarca. Acompañado de unas singulares imágenes secundarias de talla completa a los que curiosamente llaman “Candilejas” y “Chupaceite”, unas imágenes salidas de talleres valencianos en el siglo XVII. Talleres de una comunidad que curiosamente trabajarían mucho por toda la zona gaditana en fechas posteriores. También acompaña una imagen de San Pedro Apóstol obra anónima igualmente del siglo XVII con una lograda posición implorante a los cielos. Todo ello cobijado por el olivo más espectacular que mis ojos han visto sobre un paso de Semana Santa.
Luego estaba el palio....que valla palio. El paso de palio que se conoce en Jerez como el de las proporciones perfectas, muy inspirado en el conjunto que diseñara Rodríguez Ojeda para la Macarena de Sevilla y que al igual que este ultimo en la actualidad está realizado en los talleres de Elena Caro. Con orfebrería salida de la mano de Lorenzo Jiménez Rueda y que cobija a la bella Señora del Desamparo, una obra anónima valenciana tocada por la mano del genial Sebastián Santos que le imprimió su aspecto actual. Curiosamente nos contaron que esta portentosa obra se debió al “pique” que tenían entre si los hermanos Domecq para haber cual le regalaba el mejor paso a la Virgen de sus amores, uno del Prendimiento y otro de la Esperanza de la Yedra.
Aquella tarde noche amenazaba con mucha agua y así ocurrió después de muchos años en el que el Prendimiento se quedó en Santiago el Miércoles Santo. Aun con esto jamas se me olvidara la vivencia en el interior del templo, como sus costaleros realizaron unas “chicotas” para colocar a los pasos en el altar mayor para la contemplación de
los fieles que no iban a poder verlo caminar por sus calles. Primeramente fue el paso de palio al son del “marchón” que le dedicara Germán Álvarez Beigbeder (Desamparo) y luego el misterio con nuestra actuación desde el altar mayor en formación de concierto con marchas como “Cristo del Amor”, “Bulería en San Román”, “Y en tu Mirada Gitana” y “Stmo. Cristo de la Sagrada Cena”. Como anécdota se encontraba allí el cantaor José Mercé y su guitarrista vistiendo su túnica de nazarenos. El cantaor muy unido a esta corporación por el cual su apellido artístico es “Mercé” tal como la calle donde se encuentra la iglesia de Santiago y en la cual nació...la calle Merced.
Marché de la ciudad de los vinos con la espinita de no haber procesionado por sus calles, algo que si hizo la banda pero esas ya son otras vivencias.... aquí unos vídeos de aquella tarde en la que vimos como Dios en Jerez se llama “Prendimiento”.






1 comentario:

  1. Nunca un titulo fue más que acertado... Dios se llama Prendimiento. !!! Vaya pedazo de Imagen y vaya pedazo de paso palio!!!

    ResponderEliminar