EL PALIO QUE FUE DEL VERANO DE LA VIRGEN DE ZOCUECA.

Entre los meses de Julio, Agosto y Septiembre es sin lugar a dudas la época, el momento en el que destaca la presencia y el culto a la patrona de mi pueblo, la Stma. Virgen de Zocueca.
Como ya hice con San José Obrero, dedicaré ahora una entrada para dar a conocer otra de las Glorias de Bailén, pero en este caso a la que es su Reina y Patrona.
La imagen sale en procesión varias veces al año, pero sobre todo hay que destacar dos fechas, el 20 de Julio con motivo de su intercesión en la Batalla de Bailén el 19 de julio de 1808 tal como afirmó el mismísimo general Teodoro Reding y el 5 de agosto tras solicitud del ayuntamiento en 1850 a S.M. la Reina Isabel II,  
concedido por real orden el 19 de noviembre del mismo año. Esta última festividad conocida popularmente como “La Feria de Bailén” aunque las fiestas grandes de la ciudad sean las conmemorativas de la batalla hoy en día.
En estos dos días mencionados procesiona desde antaño con pasos o tronos de mayores dimensiones, hasta hace pocos años portados a ruedas hasta que se formó su cuadrilla de anderos -aunque en los videos se vitoreen a “los costaleros”- teniendo la particularidad de haberlo hecho prácticamente desde posguerra hasta 1989 bajo un elemento más común en la actualidad en los pasos de la dolorosas, el palio.
Palios de corte sencillos que llenaban de esplendor estas dos calurosas noches, que en mi recuerdo de infancia me hacía vivir una segunda Semana Santa y que con la absurda excusa de que “la gente que está en los balcones no la pueden ver” se eliminó al realizarse el actual trono obra de orfebrería de serie lucentina -¿algún día se le realizará el paso en la calidades que se merece?, en el taller de Gonzalo Angulo y que en 2008 se le añadió un templete realizado por los talleres de Orovio de la Torre de Torralba de Calatrava (Ciudad Real).

La actual imagen es una copia realizada a partir de fotografías de la antigua, una probablemente obra de estilo gótico que según la piedad popular ha atribuido por tradición a la mano del mismísimo San Lucas, que pereció a causa de los actos sacrílegos del mes de agosto de 1936, en plena guerra civil en el cual se perdió casi la mayor parte del patrimonio artístico que poseía el pueblo, que no era poco y de gran calidad dejándonos aquellos “vándalos” el gran vacío, visto desde el punto artístico que aún hoy arrastra mi pueblo.



La imagen fue descuartizada a hachazos, “procesionada”-arrastrada clavada en hachas- entre las mofas de aquellos que “luchaban” por la “libertad” -la de ellos claro- y como para ellos era solo un “muñeco de palo” la prendieron fuego para guisar un puchero de arroz, vamos una paella. La marca que dejo aquel fuego en la piedras del atrio se quedó marcada de tal manera que en los días de lluvia se visualizaba perfectamente -tras la restauración de la solería, ya no se puede ver al colocar piedras nuevas-. Dicen que tras comerse aquel “amargo” guiso, todos los que comieron enfermaron, lo que solemos decir “les sentó mal”, seguramente por los efectos que producirían la quema de la policromía o seguramente por otros motivos que vendrían desde allí arriba.

Tras la contienda, en los primeros años de la década de los cuarenta y en la reconstrucción del templo parroquial y la imaginería religiosa destruida es donada la nueva imagen realizada a partir de fotografías de la anterior, su autor un valenciano del que solo conozco su apellido “Font”.
La imagen al parecer no fue muy del gusto del pueblo y en 1954 se bendice en el día de su onomástica -5 de agosto- la nueva talla realizada en Madrid por el escultor José María Alcácer que es la que actualmente recibe culto en Bailén, ya que la anterior lo hace en el Santuario de la aldea que lleva su nombre y que es la imagen con la que se realiza la romería el último domingo de septiembre, que llegada la fecha hablaré sobre ella.

Muy ligada su historia a la batalla motivo por el cual cada año en las fiestas es acompañada por el ejército habiendo sido afectada al igual que ocurriese con otros actos religiosos-militares por la nueva ley implantada por el gobierno, por lo cual el ejército no estuvo presente en la función religiosa en la mañana del 20 de julio y suprimiéndose el saludo de rendir honores con el que se despedía de Ella la tropa al tener entre otras condecoraciones el título de “Capitán General” desde 1925.
La imagen aunque es de talla completa también sufrió al igual que tantas imágenes de su tiempo la moda de ser revestida de prendas nobles -gracias a Dios no fue mutilada para ser adaptada a esta circunstancia como tantas otras- , siendo vestida sobre todo para sus salidas procesionales.
Destacar de su ajuar dos mantos, los que seguramente poseerán mayor mérito artístico. Uno verde que lo luce el 5 de agosto, una obra ricamente bordada de la que no tengo constancia su autoría y sobre todo el rojo con el que procesiona el 20 de julio, donado "S.S. M.M. los Reyes Católicos, Doña Isabel II y Don Francisco de Asís” en 1865 tras su visita a la ciudad en 1862. Que yo sepa no existe tampoco documento que verifique la autoría de este manto, el más conocido de la imagen el cual la cultura popular alude a su ejecución a la manos de la mismísima reina, algo que lógicamente sera poco probable. En el mismo se encuentra bordado la inscripción "S.S. M.M. los Reyes Católicos, Doña Isabel II y Don Francisco de Asís, a Nuestra Señora de Zocueca, Patrona de Bailén. Que se venera en su Iglesia Parroquial de la referida Ciudad. Madrid, 1.865 ", quizás y esto son suposiciones mías su ejecución se deba a las manos de las tres hermanas mallorquinas Gilart Jiménez, Rosa, Margarita y Rita bordadoras de cámara de la reina que en 1853 bordaron el manto verde de Ntra Sra. de los Reyes, patrona de la archidiócesis de Sevilla – donado igualmente por la reina Isabel II- y que vivirían hasta 1880 motivo por el cual puede que de sus manos saliese esta obra al estar fechado en un periodo en el cual trabajarían aun para la Casa Real y que presentan algunas similitudes bajo mi apreciación en el diseño de algunas piezas, siendo el manto sevillano mucho más rico en su ornamentación y ejecución que el bailenense.

Muestro unos videos de su salida el 20 de julio acompañado por la banda de cornetas y tambores del ejército interpretando “La Pasión”, marcha de las Tres Caidas de Triana y del 5 de agosto acompañado de la Unión Musical Bailenense realizando las funciones previo contrato de banda municipal, interpretando varias marchas procesionales y el himno que le dedicara el músico Ramón Zagalaz.