Buscar este blog

domingo, 2 de febrero de 2020

LA FIESTA DE LA CANDELARIA DE 1928



Me saltaba la sorpresa ayer mismo cuando me enteraba de que en el día de hoy, día de la Candelaria se volvería a repetir un acto religioso que viví en mi infancia, cómo era la procesión claustral de la Virgen de Zocueca por el atrio de la parroquia de la Encarnación en la conmemoración de la festividad del día. Se contaba y se decía que aquella práctica fue una idea que se inventó el entonces párroco. Pero recientemente he estado encontrado en la hemeroteca histórica algunas referencias a la celebración de esta fiesta hace más de 100 años.
Como muestra un botón, la crónica de la fiesta de la Candelaria en el año 1928 en el diario provincial “El pueblo católico”. Noticia aparecida en la edición del día 6 de febrero y firmada por su corresponsal (probablemente Pablo Morillas) el día 4 del mismo mes. Esta es la crónica que nos legó para la historia:
Bailén
LA CANDELARIA
Con asistencia de las autoridades y numerosos fieles se celebraron la fiesta y procesión propios del día. La misa fue cantada por un coro de Tarsicios[1], dirigidos por el organista don Alfredo de la Chica, y resultó bastante bien.
Terminada ésta, las autoridades e invitados, pasamos a la sacristía, dónde el señor prior, don Maximino de Torres, nos obsequió con la clásica torta, dulces y licores.
En este mismo día, a las tres de la tarde, el señor Prior convidó en su casa a todos los Tarsicios, obsequiándolos con otra torta como la de la mañana y vino dulce, pero este con cuenta gotas, por ser quienes eran los invitados.


[1] Los tarsicios son agrupaciones para niños, dependientes de la Adoración Nocturna, que tienen como objetivo formar en la fe y acercar a los niños a la Eucaristía, así como orar ante Jesús expuesto en el Santísimo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario