CEUTA BAJO UN PALIO DE PUREZA...

Si algo ha marcado la historia de la Semana Santa Sevillana es el echo que durante su historia ha ido desprendiéndose de antiguos enseres que luego han ido a engrandecer el patrimonio de otras ciudades. Quizás el mayor ejemplo de esto este en la ciudad de Jerez de la Frontera pero me voy a detener en otra ciudad que ha despertado mi interés.

En el otro lado del charco del Estrecho de Gibraltar se levanta una sorprendente Semana Santa en la ciudad de Ceuta, ejemplo inequívoco de la influencia e importancia que tienen las “maneras” Sevillanas como fuente de inspiración para engrandecer las costumbres de otras Semana Santas.

En concreto una Hermandad del Viernes Santo, la Buena Muerte posee un Palio que cobija a su dulce Dolorosa, la Virgen del Mayor Dolor una interesante obra de Juan de Astorga.

Este palio perteneció a la Hermandad de la Esperanza de Triana que cobijaba a la Reina de la calle Pureza hasta el año 1950. Este Palio fue realizado en 1918 en los talleres de Olmo según diseño de José Recio. El palio actual de la “Trianera” esta inspirado en este obra del Convento de las Hermanas de Santa Isabel y el taller de Esperanza Elena Caro.

Las bambalinas fueron adquiridas por esta Cofradía a la Hermandad de la Esperanza de Triana. Se trajeron a Ceuta donde las hermanas de las Adoratrices aprovecharon los bordados de oro, quedando como se podía ver en el paso de palio antiguo. Ha venido sufriendo varias remodelaciones. La primera de ellas en 1959 a cargo de las RR.MM. Filipensas del Convento de Santa Isabel de Sevilla para pasar los bordados de terciopelo verde original a nuevo soporte de malla de oro. Posteriormente en los talleres de D. Benjamín Pérez se pasan los bordados a nueva malla. La malla del antiguo techo de palio fue tejida por Dª. Pilar Pacheco Baraona. En el año 1993 se confecciona un nuevo techo de palio, obra de los talleres del citado bordador D. Benjamín Pérez Pérez, en Bollullos de la Mitación (Sevilla).

Las bambalinas han sido restauradas en los talleres de bordado Juana María de Albaida del Aljarafe devolviéndolas al estado original en el que se encontraban cuando pertenecían a la corporación trianera.