Aunque ya es noticia será en la cuaresma y sobre todo en la tarde noche del Martes Santo cuando pueda lucir por Sevilla la que para mi es una de las soberbias obras artísticas de la ciudad para su Semana Santa. La apoteosis plástica de un paso palio, obra sublime del ingenio humano para cobijar a la imagen de la Virgen Santísima y en el caso que nos depara la de maría Stma. de la Angustia de la hermandad de los Estudiantes.
La bellísima dolorosa que tallase el ínclito imaginero D. Juan de Astorga para la extinta hermandad del “Despedimiento” y que hoy procesiona integrada en la Hermandad que crearon los universitarios de la sede sevillana con la no menos soberbia y universal imagen del cristo de la Buena Muerte de Juan de Mesa. Para Ella su hermandad proyectó la realización de un paso de palio que aunque sigue los dictámenes hispalenses, rompía con todos los moldes conocidos para configurar una nueva estampa. Joaquín Castilla Romero seria su ideólogo, vislumbrándose por todo el conjunto su personalísimo estilo que bajo mi punto de vista alcanza unas enormes cotas de maestría que sorprende a propios y extraños. Palio de sinuosa crestería y bordados que parecen tallados de talleres tan geniales como los de Elena Caro y lo más actuales de Santa Bárbara que realizaron el singular manto y los faldones que Dios mediante culminaran este monumento a la belleza de María.
Pero este no es el motivo de la entrada si no mas bien mostrarles esta imágenes de tiempos pasados donde se vislumbra este paso entrecortándose entre circunstancias que pasaron al rincón de la memoria y que marcan el pulso de una época. Calle Gamazo en la tarde del Martes Santo y el paso de la Virgen de la Angustia es captado por una cámara de video aficionado, fenómeno que comenzó a surgir en aquellos años como el que muestra el video; 1991. Inaugurada la ultima década del siglo XX, en el mismo aparecen los fotogramas de un periodo concreto… las ultimas o de las ultimas palabras a sus costaleros del mítico “Penitente”, Salvador Dorado, Capataz de Sevilla y el primero que mandó una cuadrilla de costaleros no asalariada y al que en Triana le deben por siempre la salvación del Cachorro en el estallido de la Guerra Civil. Y suenan tras el fabuloso palio que Castilla ideara en un principio para la Esperanza Macarena, una de las marchas símbolo de la época, compuesta por el compositor símbolo de la época y tocada por una banda símbolo en su época. “Soledad Franciscana” seria una de las genialidades que creara el idolatrado por el bueno de mi tío Ramón, D. Abel Moreno para la Semana Santa sevillana mientras dirigió en su ultima gran etapa cofradiera, la banda del Regimiento Soria 9. Estampa de banda militar tras los pasos que hoy en día prácticamente se ha extinguido, según algunos por las quejas de bandas civiles que consideraban “competencia desleal” de las bandas militares, Abel Moreno se vislumbra en las imágenes al frente de su banda, estampa identificadora de la época y sus geniales músicos dando muestras del por qué aquella banda se convirtió en un símbolo. Curiosamente y según el músico militar de origen onubense, tras el caminar de la bella Señora del Rectorado Hispalense, a su vuelta en la ya oscura noche del Martes Santo se estrenó la que quizás sea la obra mas archiconocida de su magisterio: “La Madrugá” que tras terminar de interpretarla la banda, ante la emoción o el impacto que produce algo que nos parece sorprendente, la cuadrilla se salió al completo para preguntarle al maestro que marcha era aquella que habían tocado y que la volviesen a interpretar hasta la recogía.
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