Acabé el año metiéndome a humilde conferenciante y la siguiente no se hizo esperar. Así lo tuvo que querer el Señor y su Santísima Madre, porque al siguiente jueves, en un curso de fundamentos cristianos a los que estoy asistiendo, me encontré con mi compañero Juan Rodríguez Galindo, vicepresidente del recién instituido Grupo Parroquial (o pro-hermandad) del Divino Redentor y Ntra. Sra. De la Encarnación, que me comunicó la gran noticia y la bendición de la Virgen, la cual ya un año antes había tenido el privilegio de ver a su llegada a Bailén, de ahí que la nombrase en el pregón. Por ello, pensaron en conformar un programa de actos conmemorativos y pensaron en mi persona para realizar una conferencia para ello. Agotado de la de Zocueca, la misma me sirvió de aprendizaje, por lo menos para utilizar el PowerPoint y acepté sin saber qué hacer. La Virgen lo dispuso todo, y curiosamente en aquel mismo día tocó en la lección que nos impartió don Juan Ignacio las fiestas de la liturgia y entre ellas la de la Encarnación, lo que me llevó a intentar explicarles a los asistentes cual es el origen de esta advocación, de qué momento bíblico procede, y con cómo llega hasta una imagen procesional por lo cual se desarrolla su iconografía, con la variante de la Buena Esperanza o Expectación del Parto. Tras ello el más que posible origen procesional en hermandades de gloria, y como de una de ellas surge como dolorosa la más antigua en Andalucía, la de la popularmente conocida “Palomita de Triana”, la actual dolorosa de la hermandad de San Benito de Sevilla.
De ahí a las entrañas de la Encarnación en Bailén, que daría nombre a la nueva imagen y conocer someramente algo sobre ella, algo que unas horas antes nos explicó magistralmente Miguel Ángel Roa, en otro de los actos programados para la ocasión como fue la visita guiada a la iglesia de la Encarnación. La iconografía en la Encarnación y en el ámbito bailenense acabó con la integra y aun corta historia de la nueva dolorosa de Bailén que Dios mediante pueda convertirse en la nueva dolorosa de la nueva hermandad de penitencia de la ciudad.
Quiero dar las gracias a Juan y todo el grupo parroquial por el contar con mi humilde aportación para este hecho histórico, los cuales me regalaron un cuadro donde queda plasmada su santísima Virgen, la que ya cuelga de la pared para orgullo personal, y es que hace años alguien me dijo que vendrían más cosas… y no se equivocó, por ello suelo dedicarle cada cosa que hago.
Tristemente nadie me pudo grabar la conferencia, así que esta quedará para los que quisieron asistir, solamente puedo dejarles el guion o texto base que podrán ir leyendo visualizando las diapositivas, donde se incluyeron tres videos.
Fotos: Pedro de Manuel, Juan Jose Villar y Divino Redentor.
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