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miércoles, 28 de enero de 2015

NO TIENTES A TU DIOS...

Tal día como hoy, 28 de enero pero de hace cincuenta años , es decir el año el Señor de 1965 sería una día extraordinario para lo que se refiere a la religiosidad popular sevillana con un acontecimiento que marcaría aquel año conjuntamente con la celebración del primer Santo Entierro Magno en Sábado Santo. Tal día como hoy comenzaron los sencillos, humildes pero extraordinarios traslados de muchas de las imágenes devocionales de las cofradías o no hasta lugares donde nunca antes habían estado, incluso ninguna imagen había estado antes. Fue aquellas Misiones Generales que intentaron evangelizar en muchos lugares casi olvidados de la gran urbe. Las más importantes obras de arte e iconos de la religiosidad hispalense en muchos casos bajo carpas que hoy en día hubiese sido complicado de digerir que se hiciese algo semejante, convirtiendo además colegios, naves industriales, fábricas, etc… en improvisados templos donde recibirían culto por unas semanas, en lo que se llamó Centros Misionales. Es curioso que el nuevo concilio que intentaba modernizar la iglesia echase mano de aquello que para muchos de los más estrictos defensores de este último concilio olía a desfasado, allí apenas se notó, pero fuera de Sevilla muchas cofradías tuvieron que pagar caro los nuevos dictámenes que colocaban nuevamente a las cofradías en un lugar no muy deseado para el fenómeno religioso popular.
Aunque fueran en las más sencillas andas, prácticamente ninguna sin sus “lujosos” atuendos y con el desorden ordenado de la sencillez, en lugar de sus medidos y cuidados cortejos, ya ven, hay imágenes, y la misión tuvo éxito, no sabría hasta qué punto espiritual, aunque si es cierto que aquel fenómeno de ver a imágenes como la Macarena en el Polígono San Pablo o la Hiniesta en el Cerro del Águila prendió la chispa para que aquellos sevillanos que parecen no lo son por la distancia con la Giralda comenzasen a levantar en aquellos lugares la mayor grandeza religiosa que ha deparado la sevillania… las cofradías. Y con ellas todo el aparato formativo, espiritual y caritativo que mueven, que todo no es un paso, un nazareno, una petalá y a la gloria…






Hace cincuenta años salía desde San Lorenzo Dios a conquistar la ciudad bajo las claras de la mañana, la vieja y la nueva, Él que habita más allá que en los corazones del centro. El Gran Poder dibujó una estampa histórica entrecortando su poderosa zancada, su amorosa silueta hasta sobrepasar los confines del barrio de Nervión. Pienso que Dios estuvo tan de acuerdo con aquellas misiones que se obró el milagro de que las cofradías se prestaran a la improvisación casi, con pocas fechas a las espaldas en los planteamientos y preparativos incluso llenado el cielo de nubes, que son las mayores enemigas de una cofradía cuando hay que sacar a sus mayores tesoros a la calle, aun así se prestaron a la petición de la iglesia, de la que forman parte obviamente. Tuvo que caminar el prodigio de Juan de Mesa rápido, como en la Madrugá, sin conceder alardes para la galería, por la lluvia obviamente porque llegaba a los lugares establecidos antes de lo programado, como el sanatorio  que llevaba su nombre al cual llegó en torno a las 12:35 de la mañana y permaneció en él hasta las cinco de la tarde. Tras aquello emprendió nuevamente el camino bajo el rezo del rosario, y en el quinto misterio comenzó a llover  por lo que se determinó ir hasta la iglesia de la hoy hermandad de la Sed, la Concepción. Aunque mientras se abrieron sus puertas se cobijó al Señor de Sevilla en un lugar poco dado para que esté una imagen sagrada… un taller mecánico, donde comenzó la leyenda.
Aquel taller pertenencia a un exfutbolista del equipo que a escasos metros tiene su coliseo, el Sánchez Pizjuán, el Sevilla fc, Juan “el Pato” Araújo, un legendario de la historia balompédica sevillana nacido curiosamente en esta mi vieja tierra del Santo Reino, en un pueblo que cada vez mira más y más sevillanizadamente respecto a sus cofradías hasta la ciudad del Giraldillo a faldas de Sierra Morena… La Carolina. Dicen que allí lo único que ocurrió fue simplemente que se refugió al Señor en sus andas, pero por la ciudad comenzó a extenderse unas de esas historias que llenan de misterio, misticidad y emoción la figura del Hijo de Dios ante los hechos mundanos. Cuentan que a Araújo años antes le enfermó un hijo, y por ello, seguramente al ser un hombre de fe varias veces se postró ante el Señor en su antigua sede de San Lorenzo, ya he dicho en muchas ocasiones que es el Gran Poder el “medico” predilecto de todos los sevillanos. Al final los designios del que tiene el poder y el imperio fue que el hueco de su hijo estaba allí arriba, quizás junto a Él, una opción nada mala la verdad aunque nuestra mente le cueste digerir tanto este dilema de la vida y la muerte. Decía aquella leyenda que Araújo entre la decepción que da que ni la fe te ayude le espetó al Nazareno de Mesa, a Dios ante sus ojos, que ya no iría más a verlo, que para volverse a cruzar las miradas tendría que ir Él a su casa, curiosa la fe de los sencillos, cuando Dios está siempre entre nosotros… pero Él mismo dijo miles de años antes que no había que tentarlo… porque Él lo puede todo.






Aquella misión tuvo que tener muchos benditos frutos, sepa Dios a cuenta gente se le llenaría el alma, a cuantas personas pudo ayudar a seguir adelante. Quizás aquella lluvia fue que el Señor le mostrase que solo suyo es el poder y la gloria y utilizó a aquella multitud de devotos como instrumento para que tocaran a las puertas del Araújo, que según la leyenda, al abrir las puertas se encontró al que todo lo puede dándole una de esas bofetás que dan sin mover las manos. Dicen que se derrumbó de rodillas roto en lágrimas ante la ignorancia de los que llevaban las andas, seguramente acostumbrados a escenas similares de piedad, sin saber siquiera aquella historia de desazón que llevaba el futbolista carolinense en su corazón.

Dicen que todo esto es mentira, del desencuentro con el Gran Poder por la pérdida de su hijo, pero la leyenda surgió, no sabemos si con algo de verdad o con algo de mentira, pero lo que tengo claro es que muchas leyendas tienen que nacer de la mentira, o de una verdad disfrazada, pero estoy seguro que no habrá mentiras tan consentidas en el reino de la gloria que estremecen e incluso convierten a las gentes a la palabra del Dios que tiene desgastado el talón en la basílica. Algo siempre tendrá que ver el de allí arriba para que surjan estas historias, incluso las más irrazonables de siglos pasados, a veces pienso que si no se dio la circunstancia si la utiliza Dios para que de mentiras piadosas surjan historias que nos acerquen más a Él. Yo soy un auténtico creyente de que no se puede tentar a Dios, porque nos puede pasar como aquel que iba a ir a trabajar “si Dios quiere y si no quiere también” y al día siguiente amaneció el borrico muerto… he visto a gente renegar de él y al poco arrodillarse llorando ante un Cristo pidiendo salud al que decía que nunca obra en los milagros, “que no hay más Dios que los médicos”, y pasar de creer más en su duda a vencer la mirada siempre ante el Hijo de Dios porque esa ayuda llegó, y esa transformación se dio, lo mismo que he visto no llegar esa ayuda y he visto personas fuertes como robles en su fe, de emocionarse y llegarles una paz interior cuando escuchan que todo no está acabado en el campo santo, que si crees en Él, aunque se esté muerto…. Vivirás. Seguramente si es cierto que Araújo perdió a su hijo y tuvo este desencuentro con Dios a través de la imagen del Gran Poder, allá por el 2002 pudo volver a abrazar a su hijo mientras entre las risas de la gloria, el Gran Poder le dijo. “vaya careto se te quedó cuando me abriste el taller…”
Viñetas Cofrades.

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