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viernes, 23 de enero de 2015

YA HA COMENZADO...

Se fue el rey negro…como está ahora de moda decir después de que alguno tuviese la ocurrencia de hacer la gracia – muy buena por cierto- para referirse a esa sensación que recorre el cuerpo y el alma cuando sabemos que el letargo de la espera se marcha y que llegan los tiempos que nos señalan como los próximos protagonistas. Se fue la navidad, en la que nació el Señor y ahora toca “matarlo”, del pesebre a la cruz, en esa donde más ansiamos verlo, no por malos y malasombras, sino porque los cofrades no cantamos como Machado que queremos a Jesús caminando la mar, lo queremos ver caminar sobre un mar de bullas siempre con sangre en las manos levantando el pellizco de la gracia con su pasión, muerte y resurrección, aunque esto último menos, porque aunque sea lo esencial a nosotros nos abre un año al que nos costará buscarle día a día el sentido. Y es que ahora llega para mí la navidad, donde la vida vuelve a renacer y a sentir la magia de una semana donde vivimos la vida en solo siete días u ocho, hasta que llegue ese fin, que será el nuevo año, pero de eso no quiero ni pensar.






Me paro, guardo silencio, observo a mí alrededor, y si, veo que los tiempos siguen marcándose y que dentro de dos meses espero estar tocando el cielo como mi alma más ansíe. Comienza la preparación aunque aún quede para el pistoletazo final, aún queda mucho para que sintamos la pretemporada donde se amasan los sueños, las previas de la gloria, el ante-partido del éxtasis, pero la preparación ya ha comenzado, aun sin poder asimilarlo, pero ahora no estamos en otras fechas igual de apasionantes, bueno no, miento, ninguna es como la semana crucial, que uno lee lo que esa pobre política amarrada a lo que debe de decir de Podemos dijo y se me altera la sangre de imaginarme la vida sin mis cofradías, sin mi Semana Santa, no estoy preparado para no ser andaluz. Ese “parece que es la hora….” de Barbeito aún es muy fugaz, muy efímero, como una neblina pero todo ha comenzado con la primera sensación real, las que se puede tocar con las manos, aunque en diciembre comenzara a preparar la que será mi antesala, mi cuaresma con una fecha importante para mi vida, para mi historia, donde quien sabe si será efímero o la plaza me requiera dar todo lo que pueda, y me haga eterno… que lo dudo. Ha sido difícil, me confié cuando pensaba que podría escribir veinte pregones en un día, pero el pregón encomendado se terminó en su alfa y en su omega, aunque hasta el día señalado no acabará de escribirse o reescribirse. Un día donde ya solo quedará una semana, un día después de haber llevado el paso del Señor del Prendimiento a su casa para que Él se siente sobre el mismo esperando abrir las puertas de la gloria, esa gloria que buscamos. Aún queda pero todo ya ha comenzado, ya he sentido el dedito en la séptima vertebra, ya llegaron las igualás y estas no saben cómo las de las glorias, o dejémoslo que son diferentes. El próximo Viernes Santo volveré si así lo quiere el Señor en su Santo Sepulcro por las calles de Córdoba, un año más el hotel Alfaros nos recibió, pero con la gratificante sensación de estar ya en el grupo de la derecha, es decir de su cuadrilla y volver a estrechar sonrisas con Curro, Fede, David, etc… y una semana después la casa de hermandad del Prendimiento se quedaba chiquitísima, y el bar vacío en una tarde de esas que uno ansía vivir todos los días abriéndose al estruendo de la gracia… que buena gente nos juntamos atiborrándonos de cofradías… que ganas de Semana Santa señores, cada año la adicción es mayor, y necesito inyección de gracia cuaresmal, porque eso es para vivirlo, más si me escapo un año más donde la misma es como su Semana Santa… punto y aparte, y volver, así lo quiero Señor a escuchar las campanitas del Salvador a lomos de una Borriquita en el Domingo de Ramos soñado…


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