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viernes, 3 de julio de 2015

CON HUMILDAD, DESDE EL CERRO... VENDRÁ A SEVILLA, SU NAZARENO.

El pasado Martes Santo cuando volví a reencontrarme con el veloz cortejo de la para mi querida cofradía del Cerro del Águila, mientras el galeón del crucificado casi nos traspasaba y la alegría perfectamente combinada con el arte de lo serio hecho palio para cobijar a la coronada Virgen de los Dolores me llenaba con la gracia de un encuentro tan ansiado, le pedí a los dos una nueva cita, se la pedí para el próximo año, aunque claro yo la pido para todos los que vengan, pero el que vendrá si Dios quiere lo hice pensando que sería de un significativo estreno en esta cofradía que la verdad sea dicha, cuando hace algo, lo hace bien y sobre todo con su sello tan especial, algo complicadísimo de encontrar en este mundo cofradiero.
Pensaba que el próximo año, abriría el cortejo de catequesis plástica, el llamado Nazareno del Cerro, lo que es lo mismo, Ntro. Padre Jesús de la Humildad, advocación poco dada a esta iconografía pero obviamente perfectamente encuadrable también. Un detalle en este punto que me ha llamado la atención es el desglose de opiniones que ha traído el lugar a ocupar en el futuro cortejo y que me sorprende a veces como en la ciudad de los cánones establecidos, la ciudad donde la cultura cofrade se aprende casi con las cuentas y la escritura se saque a debate esta circunstancia… cierra María y si hay dos pasos de Cristo pues por cronología de la Pasión, aunque si el Nazareno fuese el segundo no pasaría nada, lo contrario, cada imagen tiene su misión, sino no saldrían crucificados muertos el Domingo de Ramos pero puestos a dibujar un retablo de lecciones catequéticas andante ésta debe de ser la distribución. Si uno es alegórico, el mismo abre el cortejo.

Buena imaginería tienen los hermanos del alejado barrio que se levantó sobre el entonces desértico “Cerro de las Águilas”. Esas alejadas zonas que hicieron afirmar a la eterna ciudad que aquello no era Sevilla… pero no, simplemente era una nueva visión. Donde se creó la veneración con la misma pasión que en la vieja Híspalis y llegó una genial dolorosa a sustituir otra menos genial, de un grande para ello, Sebastian Santos Rojas, con una curiosa polémica y es que el pensamiento eclesiástico de aquella época vio con muy malos ojos que para conseguir dinero para pagar el alto caché de Santos se realizase un rifa de un ciclomotor… lo que ha cambiado la cosa. Se hicieron cofradía de penitencia, asombraron a la ciudad llevándola hasta al centro desde tan lejos, conformando uno nuevo paisaje procesionista que como ha pasado con todo lo que lleva impregnado, cofradieramente hablando, el perfume de Sevilla se ha imitado en Andalucía. Y para ello se llevaron al barrio un viejo crucificado, dicen que podría ser del más viejo de los Ocampo y lo elevaron a la fama y prestigio que da salir simplemente en procesión en Semana Santa en la ciudad donde ésta traspasa y es muchísimo más que una semana… un Cristo que casi pasó del olvido a gozar del título que supone ser el Dios de los habitantes del Cerro del Águila, aunque Él caminase poderosamente por las avenidas desamparado y abandonado, pero solamente en lo alto del canasto mientras sayones y centuriones parecen temblar de terror en un terremoto imaginario, como cuando se contonea el brazo que señala al cielo cargado de hipotéticas tinieblas en una de las fuertes levantás de los hombres de Reguera.
Rescataron un Cristo olvidado, que nació para el culto interno, algo muy normal capillitas, que ustedes vayan a una iglesia y necesiten encontrarse con imágenes que los ayuden a entrar en comunicación con el altísimo aunque hoy, con este fenómeno capillita toda imagen buena y con tintes procesionista se nos parezca que debería tener su paso y cofradía y salir a la calle cada Semana Santa. Pero pasa el tiempo y uno se va haciendo más mayor y no se da ni cuenta. Parece que fue ayer cuando estaba en la puerta blanca y anaranjada de ladrillo de las canteras de mi pueblo viendo salir a la sorprendente dolorosa coronada que no le hizo falta llevar los siglos para que ello ocurriera, que aún no había llegado el nuevo inquilino, que si Él lo quiere comenzará a dibujar la nueva estampa del Cerro del Águila en el Martes Santo sevillano.

Fue en 2004 cuando el imaginero y hermano de la corporación cerreña, autor del misterio, regala a la parroquia la imagen de un Cristo cargando con la cruz a cuestas. Qué duda cabe que Juan Manuel Miñarro es a día de hoy y en los últimos treinta años uno de los grandes imagineros que dejarán escrito su nombre en los libros de historia del arte religioso de este tiempo. Es uno de los grandes aunque he de admitir que no entra entre mis preferidos, pero eso son gustos, objetivamente como artista es de los mejores. Aun así su Nazareno de la Humildad me gustó, aportando su estilo, su impronta y dentro de lo inamovible que es Sevilla hoy día con su arte, también insufló algo nuevo. Entre su pasión por los estudios de la Síndone de Turín y la por entonces recién estrenada película de “La Pasión” de Mel Gibson, la imaginería y más con él, comenzó a tomar unos tintes más atrevidos que en las últimas décadas por no decir siglos. Desde la sangre más realista –así de simple, lo de “hiper” no tiene que ver nada con esto- hasta esa cruz de sección plana, mas afín a como pudo ser en la que murió y reinó Nuestro Señor. Ojalá se quede con este tipo de cruz, ya que las manos del Señor están fácilmente reconocibles, realizadas para portar una cruz así. Ya en sus primeras salidas, el Señor de la Victoria de la hermandad de la Paz, llevó una de este tipo hasta que el canon hispalense llevó a colocarle la arbórea, y mira que soy de cruces arbóreas, por estética y porque las mismas aluden al sentido teológico de que la cruz es el santo árbol de nuestra salvación. Además porque pienso que Sevilla necesita un poquito de aire fresco, de cambiar un poquito. Por cierto, entonces resaltaban mucho algo de la melena del Señor que lo señalaba como lo que tuvo que ser, un rabino, aunque aún no he podido comprobar cuál es ese detalle.
Y es que la distancia con el centro es lo que siempre me hace no ir hasta su casa como en aquel septiembre de 2002 y poder rendirles una visita. Por eso siempre esperaba los Martes Santos cuando el Cerro parece un barrio aledaño al de Santa Cruz. Por eso les pedí que el año que viene pudiese estar porque ya se afirmaba que sería el primer año del Nazareno en la calle. Y es que hace casi diez años la hermandad lo tomó como titular, nuevamente acogía un Cristo realizado para el culto interno - o eso creo que fue la intención- y lo hacía suyo y como de factor humano están sobrados, lo integrarán en su cortejo porque dicen que allí en el extrarradio sevillano ya se ha hecho dueño de muchos corazones y no me extraña porque la imagen lo vale en calidad, en unción, llama poderosamente con su mirada y además que no sé  qué tendrán los nazarenos y cautivos que rápidamente llaman a la devoción. Dicen sus hermanos que cuando plante su ya desgastado pie en la Campana y obviamente en la Catedral, Sevilla se enamorará rápidamente de Él, porque aun con la tecnología y la fiebre capillita que nos lo acerca todo, para muchos serán aun un desconocido. Y no me extrañaría que incluso le “arrebatara” más protagonismo al crucificado que hasta la fecha viene dibujando la Semana Santa en el barrio del Cerro del Águila.
Recientemente ya se aprobó el que será su paso, con un concurso donde la democracia cofradiera por bandera que intenta llevar esta hermandad decidió cual sería. Los capillitas pudimos conocer esos cuatro proyectos, donde dos se salían de la línea seguida en Sevilla en las últimas décadas y los otros pues seguían la misma. Lo cierto es que los mas revolucionadores no me volvieron loco de pasión, aunque el de la peana flotante me llamaba solo por eso pero los otros dos proyectos, buenísimos que quede claro, me siguió pareciendo lo que solemos denominar como “siempre lo mismo”. Y Sevilla en eso fue el punto y aparte y la verdad ahí están muchos ejemplos, en esto les están sacando ventaja en algunos puntos de Andalucía.

Un neobarroco canasto del tallista y también hermano de la corporación Francisco Verdugo, que sí, que dicen que incorpora muchos novedosos detalles pero que me siguen pareciendo a simple vista un paso más de canasto de bombo, entre el de los Gitanos y la O y que no me extrañaría que con el proceso de ejecución algunos detalles de esos novedosos se vayan eliminando como tantas veces ha pasado, con el miedo a lo nuevo que parece imperar en esta sociedad cofradiera. El paso irá acabado en caoba, por dos razones, una es la distancia a recorrer por la hermandad, que evita los dorados por posibles remojones en Martes Santos de valientes decisiones y la otra es que dicen que romperían la armonía estilística de la cofradía. A diferencia con el misterio, la orfebrería que llevará estará en un acabado imitando el bronce. También será el segundo Nazareno que será iluminado por candelabros de guardabrisas después que en la ciudad el farol se convirtiese en el elemento luminario de esta iconografía por antonomasia, aunque entre los mismos llevará igualmente un farol que será una copia exacta de los que lleva en los candelabros de cola el palio, idea similar a la del paso del Cachorro. No será el próximo año el que este Nazareno será esperado con expectación, en las sillas y los televisores en Campana, eso se decía, que saldría con el paso en ebanistería, pero no, esperarán a que el paso esté totalmente concluido por ello puede ser que apunten a la fecha de 2018. Pronto llegarán los debates sobre que música llevará, dicen que sería la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas, pero como siempre ocurre los “agrupacioneros” volverán a reivindicarse como los denostados, pidiendo más huecos para su estilo en la ciudad, o el contraste musical en los tres pasos, lucharán por el estilo que más le encaje y cual debe de ser la banda, tal vez en las “CC y TT” haya menos polémica al estar solo libre Dos Hermanas aunque habrá alguno que pedirá al Rosario de Cádiz. En agrupaciones dicen que sería la Redención, la cual le tiene dedicada ya una marcha al Cristo y tal vez Pasión de Linares vuelva a salir en las papeletas foreras y casi sin ninguna duda saltarán las polémicas por lo que cobrarán o como saldrá la banda elegida, y es que esto ya surgió cuando la imagen llegó al Cerro y surge cada vez que se pone el Señor un poco de actualidad. En el mundo del costal igualmente el quien cogerá el martillo y en la igualá se podrá hacer hasta cuatro cuadrillas.


Así que ahora toca la espera, donde comenzarán los golpes de gubia y el ansia de sus hermanos y devotos por llevarlo a la calle. Ellos que aunque son una cofradía rapidísima, con el número de nazarenos veo bien la inclusión de un tercer paso, ya que la Semana Santa está tirando para un modelo de largas esperas, no es lo mismo estar viendo nazarenos que pasos, y un tercero en las que lo tienen se nota mucho la complacencia al contemplar esas cofradías. Dicen fechas pero de Sevilla te puedes esperar menos de lo que proyectan, no sabremos cuando en el Cerro levantará su cruz el Hijo de Dios y echará a caminar en busca de la vieja ciudad, mientras tanto todo seguirá igual hasta que  todo eso ocurra y a mí solo me queda pedirle que me deje estar en el estreno, que me deje ver caminar al Nazareno del Cerro.

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