LA LEVANTÁ POR GARDUÑO...

Llevaba tiempo buscando el siguiente audio que les muestro. No ha sido fácil y he tenido que buscar y descargarme toda la retransmisión del Lunes Santo de Sevilla en 2005 para volver a recordar este momento. Aquel día fue especial, tras tantos años soñando con vivir la Semana Santa sevillana por fin pude vivirla aunque con mala fortuna ya que la lluvia estropeó la jornada.

Tras una mañana soleada, comiendo por primera vez en el Serranito con Rubén, Cristóbal, Joaquín y su entonces esposa comencé a vivir y a experimentar esto que se ha convertido en una droga, la Semana Santa de Sevilla. Cada vez que pienso que algún año no la veré me pongo malo, es como si fuera la mía…ya la considero la mía porque para explicar esta sensación me costaría horas de reflexión.

Aquella primera vez viéndolo venir por Palos de la Frontera mientras su morada túnica jugaba con sus piernas en su camino desde el Tiro de Línea hasta la Catedral siempre Cautivo de su barrio. La caminata hasta el Barrio León y embobarnos de su Soberano Poder hasta llegar frente a frente con su madre Estrella y embriagarnos con su izquierdo por delante….

Las nubes y el mayor enemigo de las cofradías aparecieron por la Cuesta el Bacalao y se aguaba el estreno del canasto sobre el que el Dios de la Redención se entrega al Beso de Judas. Momentos tristes pero irrepetibles cuando el barco llegó a la Alfalfa con un plástico tapando al Señor y entre la bulla lo seguimos hasta la “Pila del Pato”.

La radio, la gran labor del Llamador de Canal Sur Radio nos iba indicando que aquel Lunes Santo iba a pasar página, que todo estaba acabado… el Soberano de Triana se había refugiado en el Santo Ángel y allá que fuimos. Al parecer se trasladaría el paso de misterio hasta la cercana iglesia de la Magdalena donde se encontraba el paso palio de la corporación con la Virgen blanca de la Salud. Estampa única e histórica entre el umbral de la iglesia carmelita cuando una vez más el Soberano le repetía y repetía al Caifás YO SOY… marcha real y a caminar al compás de la percusión de las Cigarreras en busca del otro refugio sin alardes…

Todo acabo pronto y marchamos a por el coche para volver a casa antes de lo esperado y con sabor agridulce tras un comienzo espectacular. Mientras salíamos de Sevilla seguimos escuchando el Llamador y escuchar la entrada del Soberano en la Magdalena. Aquel año estaba en la memoria la pérdida del genial Antonio Garduño y la cuadrilla no quiso olvidarse de él…

Escuchen las palabras emocionadas de Manolo Garduño…su hijo, porque a mí en aquel momento en el coche se me quedaron grabadas en la memoria…