Haciendo uso de la memoria, recordando en muchas ocasiones el origen de este amor por la Semana Santa tengo que retroceder en el tiempo y subir una empinada cuesta donde en todo lo alto vive el Cristo, el Santo Cristo. La vida me ha ensañado que el ser humano nos movemos por decirlo de alguna manera por “colores”. Como los colores del futbol… Yo del Madrid, yo del Barca o yo del Atleti, etc… en la gran parte de las ocasiones nos guiamos por lo nuestro, lo que nos enseña nuestro padre o madre, un tío, un abuelo o los amigos y el mundo de las cofradías no es ajeno a esta cualidad de los seres humanos.
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El primero por la derecha es mi abuelo junto al Medinaceli en sus primeros años. |
Después vino mi vida más activa, andero, músico y algunos sin sabores de las imperfectas cofradías que como la vida misma, al ser comunidades de personas traen algunos desencuentros. Pero la capital Hispalense ya se había cruzado en mi camino, comenzaba a empaparme de las maneras sevillanas, me maravillaban, eran mi referencia… ¿se podía hacer mejor las cosas? Eran y por desgracia son ideas muy “revolucionarias”, más si no se le ocurren al que manda de turno y comenzaba a sentir que aquellas cosas con las que disfrutaba, quizás no eran muy propias, que había que cambiar y tomar otro rumbo pero todo aquello quedaba en nada, era prácticamente un niño y en muchos casos terminaban en el desprecio, la risa y la indiferencia…y las lágrimas. Se me presentó la oportunidad de vivir la Semana Santa como ya mis ideas mi indicaban pero no podía ser en mi pueblo, por la simple razón de aquí aquí no había ni hay, por mucho que un viejo cofrade me diga aquello de los “años luz…” que hay que esperar. Llegué a Linares, que no era Sevilla pero si la tenía por referencia para lo bueno y también para lo malo. Una banda de cornetas y tambores, nueva y única en la ciudad me acercaron a la que creo que es cofradía y hermandad punto y aparte no solo en su ciudad, si no en la provincia aunque los egos y los orgullos nunca la eleven al sitio que por hechos le corresponde y esto a veces le traiga trabas y zancadillas, aunque sea su propia ciudad la que le toque perder. Comenzó a grabarse en mi corazón con hilos de oro el nombre ROSARIO y a emocionarme con la mirada gitana del Soberano que duerme en San Agustín.
Se me llamó traidor, como si me tratara del Luis Figo de turno y la Semana Santa una competición mediática deportiva. Por suerte sigo pensando que mi Dios, es el que está allí arriba, el que no se ve, el que hay que sentir y el que menos visitamos cuando entramos a una iglesia…el que está en el Sagrario, el culpable de que sintamos eso que es tan bueno y a veces doloroso como es el AMOR.
Llegó el Soberano de Linares y San Gonzalo, el Cachorro o la Macarena los cuales me despierta ese “no sé qué” que sin saber explicar despiertan las imágenes, unas más que otras. ¿La calidad artística? Puede ser, es algo que me apasiona de este mundo, el arte. Me fascina todo lo que tenga que ver con el arte, sobre todo religioso y sin duda el cofradiero pero mis cristos eran de escayola….
Que paradojas del destino ¿verdad?, cuantas veces abre leído de la poca idoneidad de la imaginería seriada, la de los talleres de Olot que aprovecharon una determinada época para inundar iglesias con sus imágenes de poco mérito artístico, con unas policromías en la gran mayoría de los casos bajísimas y su ínfima unción….como no, de precios más asequibles.
Bailén no fue ajeno a aquel tiempo, la única forma de reconstruir lo que había ardido durante la guerra en el mínimo tiempo era acudiendo a los servicios de estos talleres. Está claro que no fueron los únicos, tantos y tantos pueblos también lo hicieron pero cuando los tiempos y la economía fueron mejorando muchas de esas imágenes fueron sustituidas por obras de más reconocido prestigio, elaboradas por imagineros y escultores de más notable pericia e inspiración. Pero mi pueblo prácticamente fue ajeno aquello, esas imágenes valieron y se quedaron, incluso continuaron llegando más hasta alcanzar la década de los noventa del pasado siglo, que fue cuando se estrenó la última imagen de aquellas características, precisamente para sustituir a otra de escayola por su deterioro, el Resucitado.
Esos eran, son y serán mis cristos, como lo es el Soberano o el Cachorro porque son simples representaciones del que está ahí arriba por que como muchas veces dice Antonio García Barbeito; “Dios no tiene domicilio”, pero el pueblo llano necesitamos un lugar donde buscarlo.
En mi cofradía se intentó sustituir al que seguramente sea “El Señor de Bailén”, el Cristo de Medinaceli por una nueva imagen, que recreara las facciones del que igualmente bebe esta imagen de escayola, del Cristo de Madrid. Que fuese una imagen de mayor mérito artístico y siguiendo la representación barroca de poder revestirlo con túnica. El miedo o sepa Dios, lo evitó en un “cabildo” –aquí se usa el término “junta general”- sin que sepamos quien sería el encargado de realizar la imagen, algo que también es importante, ese trabajo con una imagen tan devocional no está al alcance de cualquiera pero pienso, ya que este es mi blog para dar mis opiniones que ese debería ser el camino, uno de los más importantes para crecer y mejorar.
Ahora están enfrascados en la sustitución de la Oración en el Huerto –aprobado por los hermanos en junta-, una desafortunada intervención ha hecho mirar al futuro en la realización de una nueva imagen, que Dios mediante no sabremos aun quién realizara y ojalá este a la altura de las nuevas creaciones que han llegado a la ciudad de manos tan prestigiosas como Francisco Romero Zafra o Guillermo Martínez Salazar… y puede que pronto llegue un nuevo trabajo…rumores…rumores…
cada día me sorprendes más con estas entradas.. se ve que a pesar de otras ciudades, sigues sintiendo algo por la Semana Santa Bailenense, que poco a poco esperamos que vaya mejorando más jeje. por cierto, tu ultima frase me ha hecho pensar sobre algo, y es que aparte de la oración en el huerto, en un cartel de san jose obrero del via-crucis del miercoles de ceniza de este año, hay reflejado un cristo que parece que es un boceto... algo que me ha hecho pensar y cuando te he leído me he acordado que todavía ay a la espera una imagen de un cristo Cautivo en el abandono de sus apóstoles...
ResponderEliminarno la olvido, a mi me duele por que este mundo es mi pasion, es lo unico que se hacer y inevitablemente ya soy un desconocido.mi sangre esta aqui, estoy bautizado en la encarnacion y es inevitable no querer disfrutar entre mi gente. espero que con esta entrada a algunos se les valla la duda o medio entiendan por que me fui. espero que en el proximo besapies al medinaceli yo como padrino lleve a mi sobrino a que lo conozca, si con los años se hace cofrade sin duda que le inculcare mis ideas...el camino.
ResponderEliminarsobre lo otro no se nada.
Otro título para la reflexión podría haber sido "Nadie es profeta en su tierra". Para cuando lo que dices parece una ofensa... los seres humanos somos así, cuanto más claro le puedes decir a alguien que se equivoca, más malo pareces, pero por supuesto eso no quita que nunca dejes de querer u olvides tus origenes o eso que ves que podría estar mejor...
ResponderEliminar"Comentario enviado desde el telefono de aludidos"
vicente, Dios bendiga todo lo que hicimos.solo Él sabe lo que llevamos dentro.
ResponderEliminarYo lo veo de otra manera y creo que este mismo blog sirve de ejemplo, pues no es todo lo que hicimos, sino lo que hacemos y lo que haremos...
ResponderEliminarque verdad mas grande vicente..que Dios nos guie, que sea su voluntad. aun recuerdo cuando nos conocimos y el alma se me llena de alegria, un motivo que me indica que quizas no estoy tan equivocado.
ResponderEliminaral cabo del tiempo he vuelto a ver esta entrada. una anotacion: el que esta a la derecha de tu abuelo (el segundo por la izquierda según se ve la foto) es mi abuelo Tomás Ortega, el padre de mi padre Ramón
ResponderEliminarSaludos
curioso, tu abuelo creo q lo tengo en mas fotos y creo q en otras q he visto y no son mias.
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