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miércoles, 9 de febrero de 2011

PLATA PARA TUS DIVINAS PLANTAS (SEVILLA II).

Volviendo a recordar estas entradas en las que muestro pasos realizados en el noble arte de la platería para cobijar a los pasajes de Nuestro Señor Jesucristo, me detendré esta vez en el que quizás sea el más conocido en el orbe cofradiero mundial… el paso de Ntro. Padre Jesús de la Pasión de Sevilla.

En 1943 se estrenaría estas portentosas andas realizadas por uno de los genios más productivos que ha dado la artesanía cofradiera en Sevilla, Cayetano González. Una suntuosa obra que se convertiría en uno de los símbolos de la orfebrería sevillana del siglo XX, de una traza novedosa que creara este especial hermano de la cofradía, que creara e ideara todo tipo de ornamentos para la corporación del Divino Salvador. Iluminado por cuatro faroles se completaría en 1948 ya que en su primer año se presentó sin los respiraderos, utilizando unos provisionales de malla de plata sobre terciopelo rojo. Los faroles se presentaron tratados de manera sencilla, sin complicaciones en la línea, de forma octogonal, es decir inacabados.

En 1940 se presentó un ambicioso proyecto; construir un paso de plata y carey para sustituir el antiguo dorado, más acorde entonces a las modas procesionales, llegando a considerar las nuevas andas por parte de algunos como impropias. Circunstancias del destino, su paso pereció en un incendio fortuito que terminaría por impulsar este ambicioso proyecto. De inmediato se comenzó la construcción del paso, teniendo que procesionar la imagen del Señor en la curiosa estampa de unas andas portadas por hermanos de túnica –algo prácticamente inédito en las últimas centurias de la Semana Santa sevillana- hasta que se estrenara el nuevo paso. Finalmente motivos económicos hicieron desistir del carey por la madera estofada en pan de oro y con gran esfuerzo realizar los respiraderos en los mismos materiales ya que en un principio iban a ser bordados en sedas, al igual que las antiguas capas pluviales, lo que encareció el costo, que en aquel entonces, en total no llegó al millón de pesetas. Se emplearon 490kg. De plata de ley, además de marfiles, maderas talladas y doradas, y figuras policromadas.




Fue realizado para cobijar claro está, al portentoso Nazareno de Juan Martínez Montañés, el cual lo ideo y realizo para cargar con la cruz ayudado por Simón de Cirene –aun así le fue pedido un estudio con Cirineo y otro donde solo apareciese el Señor- como se conoció a este paso hasta 1972 que fue cuando procesionó el conjunto por última vez. Por este hecho la dimensiones del paso esta estudiadas para completar esta escena, motivo por el cual algunos apuntan que el paso es quizás demasiado largo para la única imagen del Cristo.


Una impresionante obra que se recorta en el atardecer del Jueves Santo, siendo el eslabón perfecto para completar la genialidad del maestro de Alcalá la Real –alguno llamó a Cayetano el “Martínez Montañés de la orfebrería”- y que durante un tiempo tuvo un uso bastante especial. El paso fue utilizado en una poca habitual procesión Eucarística de la hermandad de Pasión que se celebraba el lunes de la Octava del Corpus y en un horario poco habitual, las 19:30h de la tarde. Los materiales con los que esta construido este paso calzaban a la perfección con la Custodia creando una maravilla del arte en honor a Dios Sacramentado exornado con los colores claros de la pureza, acostumbrados al rojo sangre del clave que va derramando Jesús de la Pasión en post de su Redención en la Cruz.




El programa iconográfico de las mismas fue supervisado por los sacerdotes, D. José María Bandarán y D. Valentín Gómez. Cuatro capillas presiden los centros de los costeros así como el frontal y la trasera del canasto donde quedan representadas el Triunfo de la Eucaristía, la Virgen de la Merced como Madre de Misericordia, la Transfiguración de Cristo y la Exaltación de la Santa Cruz. Actualmente se encuentra en un perfecto estado de conservación gracias a la intervención que fue sometido entre 2000-04 por los Hermanos Delgado y así sigue luciendo majestuoso e imponente, dejando boquiabierto a todo aquel que lo contempla cuando se visita los pasos en el Salvador o cuando cada Jueves Santo pasa enmudeciendo a la multitud…aunque como siempre estos momentos son los que solo centran la atención la mirada misericordiosa del Cristo al que solo le falta respirar.




1 comentario:

  1. Preciosas fotografías las que nos recuerda a las Procesiones Eucarísticas de Pasión.
    Por otro lado, el altar de la Hiniesta Gloriosa, parece que está flotando en el aire, ¡¡es increíble!!

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