Ya se acerca los tiempos de coleccionables cofrades en los periódicos –si no es que han empezado ya- y yo volveré a recordar la quizás más famosa y trascedente de una época que ha marcado a muchos cofrades de la actualidad. En la colección “La Pasión de Sevilla” me pararé en la Cuesta del bacalao, en la jornada del Jueves Santo con la hermandad que la abre, la del Dios de los negros y la reina de los Ángeles…Los Negritos. Creo que son de los pocos titulares sevillanos que aún no he podido contemplar con mis ojos de esta antigua hermandad de negros, esas en las que solo se podía ser de esta raza para pertenecer de ahí que tenga ese sobrenombre popular. En el primero de los pasos llega como hoy en día, sobre su paso sobrio y madera oscura el crucificado de la Fundación, ese cristo realizado por uno de esos genios que vieran la luz en nuestra provincia en los míticos siglos de la imaginería, Andrés de Ocampo natural de Villacarrillo y que marchara a la capital hispalense para trabajar el oficio de tallar a Dios. En silencio recortándose sobre sus inconfundibles faroles y una mar de lirios a sus pies continua su silente camino entre los ecos de la música de capilla mostrándonos uno de los grandes contrastes de esta cofradía. Estampa de antiguas Semanas Santas las que nos deja el primeros de los pasos para pasar a la explosión de las hermandades de barrio tan boyantes hoy en día. Siguiendo la línea del último video de la anterior entrada podemos contemplar como el original e único paso de palio de la Virgen de los Ángeles se recorta por Argote de Molina en una larga chicotá –aun no comandaba los pasos Antonio Santiago- marcando el “costero a costero” al compás siempre de “Pasa los Campanilleros” que le interpretaba por entonces la banda del Carmen de Salteras cuando realizaban la “corría” de Negritos-Macarena-La O. Un originalísimo paso de palio que desde hoy mismo es parte protagonista del cartel de Semana Santa de Sevilla 2011 ya que uno de sus originales varales queda reflejado en el mismo. Un conjunto que rompió de alguna manera la estética “juanmanuelina” y que sigue provocando la discordia entre los que están a favor de estas innovaciones y sus detractores desde que lo soñara el pintor Juan Miguel Sánchez.
En el próximo video saltaré al Domingo de Ramos en el mismo enclave para presenciar el discurrir de la hermandad de la Hiniesta. Hace pocos días se celebró el primer vía crucis del año con el crucificado titular que siempre, cuando llega cada año me recuerda aquellos tiempos de coleccionables, en concreto por el asesinato del matrimonio formado por Alberto Jiménez Becerril y Ascensión García Ortiz a manos de ETA. Mientras ojeaba el Correo de Andalucía y leía la sección de cofradías anunciando que este vía crucis se suspendía por tal motivo. Por eso en esta ocasión mostraré a esta hermandad, que cosas de la triste guerra civil nos aria conocerla rodeada de la figura del mítico Antonio Castillo Lastrucci, encargado de resucitar de las cenizas las devociones de una hermandad que sucumbió por dos veces a la sinrazón de aquellos tiempos. Personalísimo paso de Cristo de líneas rectas y madera barnizada flanqueado por cuatro hachones de cera con la estampa imborrable de la Madalena a los pies. Resquicio de los grandes y polémicos años de la agrupaciones musicales con la que para muchos es “madre y maestra” del estilo interpretando el mítico Himno de San Antonio…Santa María Magdalena de Arahal…. Tras Él bajo el palio azul y plata de Ojeda sustentado por los varales que estaba estrenando gracias a las manos de los hermanos Delgado, llega “comiendo calle” la Virgen de la Hiniesta al compás de la popular “La Madrugá” que le interpretaba la banda de la Cruz Roja reflejándose en la imágenes muchos de los elementos que años después serian sustituidos como los respiraderos.
Y para terminar y sin movernos del entorno tendremos que girar la vista para la estrecha calle Placentines cuando una saeta y un emocionado Antonio Santiago rasgan la noche con un Padre Nuestro al paso de Ntro. Padre Jesús de la Penas de la hermandad que nos llega cada Lunes Santo desde la iglesia de San Vicente. Sin lugar a dudas unos de los puntos más bellos para presenciar el discurrir de esta cofradía con este desgarrado Jesús Caído bajo el peso del carey y la plata sobre ese joyero de madera y oro que lo sustenta y la pureza humilde de su túnica sin bordados algunos.
En el ambiente se masca a “Tejera” dejándonos con su arte el considerado himno de la Semana Santa sevillana, “Amarguras” de los Font de Anta, la marcha que siempre suena en este enclave en el sorprendente paso por la estrechez del suntuoso paso palio de la Virgen de los Dolores. Las ordenes de Antonio Santiago ordenando a su cuadrilla, mientras otros piden paso a los cangrejeros que desde entonces ya seguían a este paso palio y sobre todo la voz desgarrada, en sus últimos días del maestro Manolo Santiago que va acompañando a su hijo. Estrenaba aquel día la Virgen la restauración e enriquecimiento del manto y era vestida por uno de sus cofrades más ilustres, don Juan Carrero Rodríguez mientras emprendía el camino de vuelta a San Isidoro, sede desde la que salía por entonces al encontrarse San Vicente cerrada por obras de restauración.
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