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domingo, 24 de julio de 2011

LA PÉRDIDA DE NUESTRO PASADO.

Como recordé hace unos días, hace 75 años por estas fechas España se encontraba sumergida en el comienzo de la cruenta guerra civil que tanto marcaría a los españoles de aquellas fechas y sus descendientes que tras la larga dictadura comenzaron a intentar caminar de la mano, olvidar en lo posible los errores del pasado y dejar aquellos episodios como una parte más de la historia. Así lo ven muchos, así lo veo yo y por eso creo que no hay que seguir utilizando aquellos sucesos para conseguir objetivos personales ni políticos. Una ley de memoria histórica remueve en estas fechas los lodos del pasado, una ley que no es que vea mal si no partidistamente llevada y que hace que surjan artículos o entradas como esta. El 18 de julio la web Pasión en Sevilla nos recordó el holocausto que vivieron algunas cofradías e iglesias de Sevilla en aquellos primeros días del golpe de estado y por eso abro esta entrada dedicada a esas otras cofradías e iglesias de la provincia de Jaén donde el daño fue mayor ya que este territorio fue “zona roja” hasta el final de la contienda en 1939.
Vera Cruz Jaén.
Sorprendentemente se salvó muchos ejemplos artísticos pero también fueron destruidas casi al completo las devociones de muchos pueblos y ciudades como Linares, Úbeda o mi pueblo Bailén de la que hablaré en otra entrada. Sería imposible mentar y mostrar todas aquellas pérdidas pero estoy seguro que algunas de aquellas imágenes, pinturas o retablos quedarán para la posteridad como el rico patrimonio del que fue despojada y que hoy día daría mucho más atractivo a esta provincia. Basándonos en las cofradías penitenciales curiosamente en Jaén se conseguirían salvar muchas de las enormes tallas que procesionan gracias a Dios hoy en día por su ciudad aunque imágenes como el “Señor de Jaén”, El Abuelo llegaron a ser rescatadas de un montón de elementos religiosos que posteriormente fueron prendidos fuego, perdiendo en aquella situación la eterna imagen del Nazareno algunos dedos de la mano. La furia iconoclasta se cebaría con las cofradías de San Ildefonso, la Vera Cruz y la Soledad perdiéndose el quizás primer crucificado procesional de la historia de esta provincia, el Cristo de la Vera Cruz de Salvador de Cuéllar. La Magdalena de la parroquia del mismo nombre, posiblemente obra de Mateo de Medina fue brutalmente mutilada y reconstruida por Muñoz Arcos tras la contienda -imagen que abre la entrada-. El granadino Sánchez Mesa renacería la devoción al crucificado de la Vera Cruz con una talla que sigue casi fielmente al Cristo de la Misericordia de Granada obra de José de Mora.
El Abuelo en aquellas circunstancias.
Las “grandes” Semanas Santas de entonces eran prácticamente las actuales; Linares, Úbeda, Baeza y en menor medida Andújar. La ciudad de las minas perdió a todas sus imágenes titulares salvándose solamente los bustos de los tres titulares de la hermandad de la Sentencia la cual resurgirá tras la guerra como mi actual hermandad del Prendimiento. Se perderían el primitivo misterio de la Borriquilla y la Santa Cena que junto al misterio del Descendimiento, el Señor del Rescate –dicen que también se salvó el busto- y el Cristo de la Expiración nacerían de manos imagineras valencianas pocas décadas antes. Imágenes antiquísimas como el primitivo Cristo de la Humildad y su antigua dolorosa, advocada entonces como “Madre de Dios de los Dolores”. La Oración en el Huerto de la que nunca he conocido fotografía alguna sobre ella e imágenes de gran mérito artístico y enorme tirón devocional como la de Jesús Nazareno o la Virgen de la Soledad, atribuidas ambas a las manos del “Dios de la madera”, Juan Martínez Montañés. Hipótesis sustentada por la tradicional costumbre de adjudicar la autoría de cualquier imagen de gran mérito artístico a la producción del maestro de Alcalá la Real aunque parece ser que la dolorosa está documentada a Juan de Reolid. Algunos de aquellos pasos fueron recompuestos, seguramente con trabajos que los superaban en calidad a cargo de la mano del santanderino Víctor de los Ríos Campos.



En Úbeda se perderían la práctica totalidad de la imaginería procesional como las imágenes de la cofradía del Borriquillo del valenciano Pio Mollar e imágenes de procedencia granadina o de los olvidados imagineros de esta provincia, olvido igualmente propiciado por la quema en esas fechas del patrimonio y documentos que deberían haber quedado para la posteridad. Imágenes como el cristo de la Expiración del imaginero resiente en Úbeda y su familia Luis de Zayas, el Nazareno, la Humildad, la Columna, las Angustias, la Soledad el impresionante Cristo de la Caída o de la “Espina” de la más que probable escuela de Mora y hasta el titular de una de las cofradías erigidas en torno al culto de Cristo Resucitado más antiguas de España. Palma Burgos se encargaría de renacer el valiosísimo patrimonio perdido de la que probablemente era la Semana Santa con más auge y esplendor en la provincia con muchas de sus mejores obras, conformando una nueva versión del para mi mal llamado “estilo ubetense”.






La vecina ciudad renacentista de Baeza también perdería algunas joyas como el primitivo Cristo de la Columna y titulares como el Señor del Rescate, Cristo del Calvario o los titulares de la primitiva cofradía de la Vera Cruz. El valenciano afincado en Córdoba Amadeo Ruíz Olmos o el gaditano Juan Luis Vasallo serían los encargados de reconstruir estos titulares que siguen procesionando hoy en día junto a las grandes imágenes que consiguieron salvarse como el Cristo de la Caída atribuido a Mora, la Oración en el Huerto de Pedro de Zayas, la Humildad de Pablo de Rojas, Cristo de la Sangre, la “Fervorosa” María Santísima en sus Siete Dolores y Mayor Traspaso o la Soledad. También se perdería para siempre en singular misterio del Lavatorio tan escaso iconográficamente en nuestra tierra, Andalucía.


La Columna de Baeza.

Misterio del Calvario.

Paso del Lavatorio de Baeza.
Cristo de la Vera Cruz.
Jesús del Rescate.
En la ciudad de Andújar habría que lamentar la pérdida del Nazareno de la Vera Cruz, obra documentada según versión oral de un documento perteneciente a la familia iliturgitana de los Sabater a la mano de Juan Martínez Montañés o la imagen de la Virgen de la Soledad aunque consiguió salvarse el conjunto de la piedad, es decir Ntra. Sra. de las Angustias de procedencia granadina o una de las devociones que ha vuelto a recuperarse recientemente como es la del “Señor de los Señores”, un Cristo Nazareno cargando con la cruz ayudado de Simón Cirineo de procedencia más que probable levantina.

Soledad de Andújar.
Gran imaginería poseía la ciudad natal de los eternos Pablo de Rojas o Martínez Montañés, Alcalá la Real con trabajos procedentes de Granada o imagineros de la escuela giennense tan confundida a lo largo de la historia con la escuela de la ciudad de la Alhambra. El cristo de la Humildad era un ejemplo y el más que probable Nazareno de la escuela de Mora que curiosamente reconstruyera un imaginero de la postguerra tan alejado del estilo que siguió para reconstruir aquella imagen revestida de modas dieciochescas, el sevillano José Manuel Rodríguez Fernández-Andes que igualmente intentaría en su ciudad reconstruir otro nazareno siguiendo los parámetros del destruido en San Román, siguiendo en la medida de lo posible los más que probables rasgos y características que imprimía a su producción José Montes de Oca con Ntro. Padre Jesús de la Salud de la hermandad de los Gitanos.

Jesús Nazareno

Cristo de la Hulmildad.
Soledad de Alcalá la Real.
Y así podríamos añadir más ejemplos de pueblos de toda la provincia como los Cristos “amarrados” a la Columna de Beas de Segura, Santisteban del Puerto o Mengíbar el cual fue realizado como está documentado por el imaginero malagueño afincado en Jaén, José de Medina, autor al que atribuyen al portentoso Cristo de la Expiración de Jaén. Bajo mi apreciación observando los rasgos de la cara de esto Cristo mengibeño, se puede observar detalles o similitudes con el crucificado de la iglesia de San Bartolomé. La patrona de esta localidad, Santa María Magdalena también se uniría a la espectacular calidad artística que se perdió por entonces a la que habría que añadir tantas y tantas imágenes parroquiales de toda la provincia que sucumbieron al odio de aquellos días como la curiosa iconografía del Cristo de la Buena Muerte o de “los Grillos” por esa espectacular iconografía de Cristo caído en el suelo tras la flagelación recogiendo sus vestiduras que se veneraba en Jaén – con algunos ejemplos iconográficos en la provincia de Córdoba-.

Columna de Mengíbar.
Caido de Villacarrillo.

Cristo de la Buena Muerte de Jaén.

La Columna de Beas de Segura.

Magdalena de Mengibar

Nazareno de Mancha Real.

La Columna de Santisteban del Puerto.

Nazareno de Torredonjimeno.
Torredonjimeno o Martos perderían a sus imágenes de Jesús Nazareno como Mancha Real la cual fuese realizada por Sebastian de Solís, Villacarrillo a su Cristo Caído y un sinfín de imaginería de gloria como la Virgen del Carmen de Jaén, la Virgen de Linarejos de Linares, la popular Santa Ana de Torredelcampo, una espectacular Santa Rita de Jaén y sobre manera la devotísima Virgen de la Cabeza de sierra morena la cual según la tradición no fue destruida durante la cruenta batalla que se celebró en su santuario, si no que el capitán Cortes la escondió en algún lugar de aquel paraje y aún no ha sido hallada. Estas son algunos ejemplos de todo lo que se perdió en aquellos años, sobre todo en los primeros meses de la contienda civil y que por razón de espacio pido perdón por si alguien echa en falta además de su devoción, una imagen digna de orgullo del patrimonio que se cargó la sinrazón.

Estado en quedó la Virgen del Carmen de Jaén.

Virgen de Linarejos. Linares


Santa Ana de Torredelcampo.

Santa Rita de Jaén.

Virgen de la Cabeza primitiva.

2 comentarios:

  1. Una vez más me quito el sombrero; prolijo análisis de las pérdidas patrimoniales. Un solo pero: el escultor es Juan de Reolid. Un lapsus de los teclados.

    Mi más rendida enhorabuena y me dispongo a publicitar la entrada en facebook.

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  2. Enhorabuena por esta nueva entrada la cual, me a dejado sin palabras. Como bien comentabas, los bustos de las imágenes que formaban la Hdad. de la sentencia fueron salvadas de la quema pero no fueron las únicas, también se dice que el busto de Jesús del Rescate fue salvado y tiempo después fue donado a la iglesia de la yedra donde se encuentra ubicada la talla de un cristo cautivo al igual que se salvaría el tunico de salida de la imagen. De la expiración se conserva quizás la pieza de mas valor de nuestra semana santa como el faldellín que llevaba la imagen en su salida al igual que la primitiva imagen del Santo entierro que se ha día de hoy se conserva en sus casa de Hdad.

    Un saludo.

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