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sábado, 2 de julio de 2011

...AQUELLOS DÍAS SOBERANO.


Me encuentro de la mano del amigo Agustín Marjalizo en su blog personal estos magníficos videos del año 1999 en los que se muestran el Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías de Linares, en aquellos primeros años en los que la idea inicial es que lo presidieran las imágenes titulares de las hermandades penitenciales de la vieja Cástulo. Fue el primero de los dos que presidió el Señor del Prendimiento, mi Soberano Bendito y los dos tuvieron en común el objetivo final de llegar a la iglesia de Santa María en la cual recibió aquel año y 2003 si no me equivoco sus cultos cuaresmales. Aquellos vía crucis se celebraron el Miércoles de Ceniza como comenzó por costumbre el máximo órgano de las cofradías linarenses hasta que hace pocos años se cambió al primer viernes de cuaresma.
En estos videos se muestra al Soberano majestuoso sobre las andas de la agrupación, sobre un monte de clavel e iluminado exquisitamente por cuatro cirios que son soportados por unos porta-hachones elaborados por la priostía de la hermandad con las bases de los magníficos varales que diseñaron Antonio Garduño y que Orfebrería Triana labrasen para su Madre Bendita del Rosario, es lo que tiene apostar por un patrimonio de máximo nivel….
Aquel vía crucis como es lógico no lo disfrute pero el de 2003 si, quedándose para la memoria el honor de haberlo portado por primera vez aunque por entonces lo seguía cada Jueves Santo como mi instrumento en la banda del Rosario. Aquellos dos años, al llegar el domingo era la vuelta del Señor del Prendimiento a su casa de San Agustín, y en esta estas imágenes se nos muestra acompañado por la antigua agrupación musical de la hermandad, por la cual hubo bastantes polémicas en la hermandad y de las cuales desconozco, pero les tocó vivir un cambio de idiosincrasia, la búsqueda de las cornetas tras el poderoso misterio del Jueves Santo.
Aquel proyecto fructificó y en 2003 éramos el Rosario los que marcaron su camino de vuelta, vestido de “Blanca Pureza” – a la salida de Santa María se estrenó la marcha de Pedro Pacheco-, la túnica que le regaló su eterno capataz y que aquel día acabaría siendo para este que subscribe una nueva lección en la vida de las cofradías. Un proyecto de cofradía que siguió creciendo y que hoy podemos seguir gozando aunque a veces tendríamos que darnos un toque como hermandad y no tener que respirar este ambiente raro ante las elecciones a la vara dorada de la hermandad. Por eso, como hermano ahora es tontería hablar pero me uno a la opinión de Agustín de que ojala el Soberano en futuros años volviese a inundar con su poderosa presencia las calles de Linares en cuaresma, con un vía crucis anual al igual que el primigenio rosario de la aurora en Linares –en lo que se refiere a los actuales actos con dolorosas de las cofradías penitenciales- y volver a vivir aquella sensación en la penumbra de San Agustín, contemplando su divino rostro, extasiado por el olor del incienso y traspasado los sentidos a los sobrios ecos de la “Saetas del Silencio” de la música de capilla…





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