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miércoles, 24 de junio de 2015

EL PRENDIMIENTO EN "AVANCE" 1960.

Gracias siempre a la gran generosidad del estudioso y gran ratón de archivo, el linarense Andrés Padilla Cerón les doy a conocer una interesante página de una vieja publicación cofradiera de la vieja ciudad minera dedicada a la Semana Santa de la ciudad en el ya lejano año de 1960. La página obviamente está dedicada al conocimiento de mis hermanos en Cristo del Prendimiento y en definitiva de los cofrades o capillitas que se dejan su tiempo en estas páginas. Una revista llamada “Avance”  que abría su portada con una instantánea de la inmortal escultura de la Piedad de Miguel Ángel del Vaticano, supongo que en un guiño a la imagen de igual iconografía que procesiona en la ciudad y que sigue prácticamente sus mismas líneas artísticas.
Editada por la agencia de publicidad DOYMAR  siendo su director  “S. Torres S.” recorre una interesante publicación anunciadora de la Semana Santa linarense de aquellos años donde podemos conocer como era su estética e idiosincrasia con imágenes que ya no están y con imágenes que aún faltaban. En la página dedicada a la hermandad del Prendimiento se insertan información aportada por el entonces hermano mayor de la cofradía D. Antonio Martínez donde se nos deja como era primordial costumbre en estas publicaciones hasta hace escasas fechas, los horarios e itinerarios de las cofradías en la calle, es decir, la revista en sí era también como el programa de Semana Santa como aún se sigue obrando por ejemplo en mi  pueblo.
Nos cuentan nuevamente la historia de la cofradía establecida aun y fundada en la parroquia del barrio de cantarranas, la iglesia de San José. Es curioso que aquí nos habla del salvador de las imágenes de la guerra el por entonces obispo de Guadix- Baza D. Rafael Álvarez Lara, en tiempos del alzamiento militar párroco de la iglesia de San José y capellán según esta publicación -¿Dónde queda D. Antonio Lara Pardo?- de aquella cofradía de túnicas blanqui-moradas y misterio de la Sentencia y la ayuda del cofrade Luis Cobo Espada. Es curiosa la anécdota que cuenta que el sacerdote estuvo pasivamente asomado al balcón mientras contemplaba la profanación de su iglesia, a sabiendas que había salvado lo más importante, donde figuraban las imágenes del Señor y la Virgen y se olvida de Santa María Magdalena que según los legados orales acabó convirtiéndose en la dolorosa titular de la Oración el Huerto, la Virgen de Gracia. Eso sí, destaca la salvación de un crucificado, ya no sabría decir si se refiere al primitivo crucificado fundacional de la actual hermandad de los Estudiantes o aquel de pequeñas dimensiones que figura en la histórica fotografía del paso de la Virgen en su capilla.

De la reorganización destaca como hermano mayor a uno de los salvadores de la imágenes y es curioso que se refiere como el autor de la restauración “y retallado” de la Virgen del Rosario al cordobés  Juan Martínez Cerrillo, supongo que esto es una equivocación con el proceso realizado en la Magdalena para convertirla en la Virgen “oracionista” ya que está documentada la restauración de las imágenes de la Sentencia-Prendimiento a Jiménez Martos. Más de cien hermanos integraban la nómina de la hermandad destacándose tal vez cierta crisis de esplendor en la hermandad, a comparación de lo que tuvo que vivir en sus primeros años de vida donde se cuenta en otras publicaciones que alcanzaba los ochocientos “afiliados”, como si en aquella época esto pareciera un sindicato más de los que llenaron aquella España de demasiado protagonismo político. Supongo que aquel posible decaimiento, aun teniendo de los pasos más vistosos según los cánones establecidos del periodo de posguerra, donde se muestran dos fotografías, estaría motivado por el impacto visual y de esplendor que las nuevas obras de Víctor de los Ríos estaba insuflando a la vieja Cástulo, motivo por el cual supongo, aquellos hermanos del Prendimiento creyeron que la realización de un nuevo paso más del santanderino para la ciudad, volviendo a escenificar el misterio fundacional, sería el revulsivo necesario para la humilde corporación, algo que al parecer no se pudo llegar a materializar. Una página más de nuestra historia, como hermano del Prendimiento que soy, de las más desconocidas, aquella en que se ansiaba volver a ser la Sentencia y donde se ambicionaba contar igualmente con el arte de Víctor de los Ríos en aquella y casual corriente de los modos cofradieros del norte que inundaron Linares, algo que como sabemos no llegó a buen puerto hasta que como ya sabrán, el modelo sevillano, en los ochenta del pasado siglo seguramente realzó aquel codiciado esplendor de los viejos de la hermandad.

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