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domingo, 7 de junio de 2015

AQUELLOS CORPUS...

Iba a titular esta entrada “Aquellos Jueves de Corpus” pero la verdad he comprendido que también debería meter aquellos domingos de Corpus, o dejémoslo en los de mi infancia, porque los de los jueves fueron en unos años ochenta que me cuestan recordar con nitidez pero la festividad tristemente se eliminó del calendario laboral, no del religioso y la procesión del Dios verdadero pasó al domingo desde 1990, día de la resurrección, pero la primera eucaristía fue en jueves. En esta foto, como siempre he dicho, de la mano de mi padre conocí y conocimos las cosas de Dios en mi casa, aquí también a través de las cofradías. Aún recuerdo aquel Corpus Christie y siento la añoranza de aquellos tiempos donde la festividad era un día grande sin paragón, sin duda relucía como decía el dicho. Yo creo que pasarlo al domingo entre otras cosas se lo está cargando poco a poco, no solo aquí en Bailén si no en la gran parte del país por mucho que los vecinos se esmeren en seguir decorado sus calles, en esa nueva onda de pintar suelos ante el sabroso recuerdo que me produce recordar la juncia en el suelo en aquella plaza que decoraba la Santa Vera Cruz, o aquellos años donde unos chavales hoy hombres y mujeres donde se tiraban meses antes preparado su apuesta de alabanza al Santísimo con alfombras de serrín tintado, utilizando como una vez ya compartí el desaparecido trono de Palma Burgos de la Mulica, o aquella calle Maria Bellido que la hermandad de los Dolores cubrió por completo de monte, incluso un toldo que llenaba la mañana de frescor mientras en el altar llevaron a su Cristo titular, el crucificado del Buen Morir… si hoy dijera que hiciésemos como en Sevilla con la Cena me llamaría loco sevillano. Haciendo una parada, ante esto me pregunto, por qué esos nuestros hermanos en Cristo, creyentes como cualquiera, nadie más que nadie… que señalan a las cofradías como derrochadoras y poco concienciadas con la realidad social y que debe de hacer para ello la comunidad, ¿por qué aquí para la festividad del Corpus no reclaman también ese freno al derroche?… si esos nuestros hermanos son los primeros que los consideran simples muñecos… así nos va. Los “enemigos que tenemos dentro” como los tildó el histórico José Bermejo en el primer y decimonónico gran estudio sobre cofradías de la historia, de Sevilla claro.








Quiero más curas capillitas, como nuestro actual párroco Manolo que en aquellos años, 1994 creo, emprendimos cuatro o cinco años montando altares para el Santísimo, siendo simples niños donde él se erigía como la mente pensante y el que lo ponía todo. No sé cómo sería antes de esos años ochenta el Corpus en Bailén pero cuando comencé a conocerlo se palpó el nuevo impulso de las cofradías en la sociedad en esta festividad igualmente, ahí se puede ver a lo que era la Agrupación de Cofradías, en realidad las juntas de gobierno –lo de directiva habrá que comenzar a intentar erradicarlo, eso suena a fútbol…- de todas las cofradías, presidiendo junto a Adoración Nocturna y portando las andas, las antiguas de la Virgen de Zocueca donde salió la Custodia tantos años entre un tupido y multicolor exorno de claveles de tallo largo, al más puro estilo ochentero o aquellos donde la misma se alzó sobre el paso “grande” de la patrona, el que creo que debería volver, más aun con el templete como hace unos años pudimos ver, aunque fuese a ruedas, porque total prefiero eso a ver las andas siempre justas, aunque lo suyo sería debajo treinta arpilleras… por cierto la última vez que fui “costalero” en Bailén fue hace quince años, cómo pasa el tiempo, bajo Jesús Sacramentado, el que camina desde la noche de los tiempos en su maravillosa custodia, una de las joyas artísticas de nuestra cultura local que sigue pasando desapercibida y que recientemente, el historiador local, Sebastian Lijarcio Medina nos ha aportado más datos de la misma en su “Aproximación Histórico-Artística al Templo Parroquial de Ntra. Sra. de la Encarnación de Bailén”, siendo una muestra clara del más puro manierismo en Bailén, yo que soy costalero del paso más manierista que quizás exista, contemplar sus perfiles me hacen soñar y soñar más como ese diseñador cofradiero que llevamos todos los capillitas diletantes en la cabeza.

Una custodia que mide 112,5 cm de alto y anchura del sol 40,5 cm siendo su profundidad 30 cm, todo ello alcanzando un peso de 14.800g. entre plata sobredorada, esmaltes y cristales en que está realizada. Aunque la custodia no presenta ninguna firma de su autor, Lijarcio Medina  se basa en un documento original, transcrito por Manuel López Molina de una escritura que hizo el platero del siglo de oro Juan de Morales, hijo a su vez del también orfebre Jerónimo de Morales, por lo cual se permite fechar y datar con exactitud la obra. El mismo, nos relata como Juan de Morales recibe de su madre Inés 53 marcos de plata de a 8 onzas cada marco y una onza y media y una cuarta de plata en diferentes piezas a medio labrar para hacer y acabar una custodia para la parroquia de Bailén. Recibiendo 1100 reales de vellón por razón de la hechura de lo que está aviado en la dicha custodia.  Material que recibía para poder terminar la obra que al parecer comenzó su padre Jerónimo como consta en acta notarial del día 11 de diciembre de 1695, por lo que se deduce que esto fue debido a la muerte de su padre Jerónimo por lo cual, si nuestra custodia procesional es esta, la cual podría encuadrarse a un manierismo tardío aunque dicen los expertos que estos modelos en Custodias se trabajaron hasta principios del XVIII, estaríamos ante la quizás última obra de Jerónimo de Morales, sobrino-yerno de Tomas de Morales uno de los plateros de los dieciséis que tuvo el antiguo Reino de Jaén en la primera mitad del siglo XVII. Modelo casi repetido en aquel periodo en custodias como las de Baños de la Encina, Aldeaquemada, Iznatoraf, Villalba del Alcor, Úbeda, catedral de Guadix, etc…


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