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jueves, 25 de junio de 2015

LA SENTENCIA DE SAN AGUSTÍN...

En la anterior entrada les mostraba documentos que versaban sobre viejas aspiraciones de la actual hermandad del Prendimiento de Linares. Tras la Guerra Civil se sopesaba que un insuflo de vitalidad sería un nuevo misterio que los hiciese volver a los orígenes fundacionales donde un colosal paso de misterio, para los cánones de la época deslumbra al viejo pueblo minero en la Semanas Santas que antecedieron a la suspensión de las mismas durante la II República Española y la destrucción del patrimonio y el cese de actividades de las cofradías. Se quería volver a la Sentencia con un paso de Víctor de los Ríos pero no se llegó y los avatares del tiempo nos llevaron a consolidar la nueva escenificación del Prendimiento y donde ya nadie, o eso creo anhela volver a aquellos nuestros orígenes.
Yo que soy un extremo curioso de los detalles, observando las únicas y famosas fotografías del antiguo misterio, siempre me he intentado imaginar cómo hubiese sido hoy la hermandad, con todas sus revoluciones “sevillanizadas” pero con aquel misterio que realizó Juan Bautista Palacios. En recientes fechas di un paso más adelante para poder contemplar con nuestros ojos como pudo ser o un acercamiento a color, el primitivo paso de la entonces corporación de Cantarranas con una coloración digital de la antigua fotografía de posiblemente los últimos años de la década de los veinte de la pasada centuria.

Por ello se me ha ocurrido tirar nuevamente de herramientas informáticas para poder acercarnos nuevamente a esa idea, con mis cortos conocimientos de Photoshop y como mejor he podido les dejo, a mis hermanos y el resto de curiosos capillitas como podría ser aquel misterio por las calles de Linares bajo los actuales conceptos de procesionismo, es decir sobre el galeón de Guzmán Bejarano. Para ello he utilizado la fotografía donde coloqué unos hipotéticos manigueteros vestidos con los colores de estatutos de la Sentencia para que la escena nos remonte a una idea mucho más continuadora de la fundación si porque ejemplo no hubiese habido Guerra Civil nunca y como hubiese sido aquella herencia con la evolución cofradiera de nuestro tiempo.

Espero que llame a la curiosidad y no a la molestia, les dejo el misterio tal cual estaba en los años veinte, después con un trono de Pilatos más acorde a lo que hoy son nuestros cánones, es decir una obra neobarroca más afín al canasto, en esta ocasión utilizando el mismo de la hermandad de San Benito de Sevilla y por último, que creo yo que gustará aún más, con la imagen del Señor tal como está en la actualidad, con la remodelación a la que fue sometida en los años ochenta bajo la dirección de Antonio Garduño Navas, creando una imagen que mantenía su devota faz en un cuerpo lleno de más vitalidad andaluza a comparación de la estética que la escuela valenciana le insufló además de los modos estéticos sevillanos que se gastan hoy.

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