DIOS PADRE, DIOS DE "MEDINACELI" ...

Si por algo se caracteriza la Semana Santa Almeriense es por coger y adaptar a su idiosincrasia devociones de otros lugares.
Seguramente con los ejemplos sevillanos tendríamos para escribir muchas entradas y las tendrán pero esta vez me voy a parar en la que quizás sea la gran devoción de Almería.
Una de mis primeras entradas estaba dedicada a la gran devoción que despierta una imagen, un icono de la devoción popular como es el Cristo de Medinaceli de Madrid.
Donde ya comenté la gran devoción que despierta esta imagen como para ser copiada su imagen o iconografía en muchísimos lugares del planeta -incluso en Miami-.
Muchas son también las cofradías que no solo cogen su advocación singular tan unida a la casa ducal de Medinaceli, si no que incluso llevan casi copias de la imagen, como ocurre en la hermandad de la Santa Vera Cruz de mi pueblo, donde desde hace más de cincuenta años lleva procesionando una imagen seriada del icono madrileño siendo casi sin lugar a dudas la imagen pasionista que más devocional despierta en la ciudad.

La verdad que esta singularidad la suele compartir en tantas y tantas ciudades donde se extiende su devoción como puede ser ciudades como Ceuta o Ciudad Real.
Y en Almería también cuando cada Miércoles Santo desde la catedral almeriense se echa a la calle la hermandad del Prendimiento.
Una gran hermandad con un rico patrimonio y lo que es mejor aun con una vida y un ritmo de trabajo envidiables.
Tres son los grandes pasos que sacan a la calle, el misterio del Prendimiento, el Cautivo de Medinaceli y el palio de la Ntra. Sra. de la Merced aunque claro en esta entrada me detendré en el segundo de sus pasos, los denominados pasos de Cautivo.
El primitivo Cristo junto a la dolorosa fueron pasto de las llamas en un incendio fortuito en el año 1996 experimentando un resurgir espectacular volviendo a procesionar al año siguiente las nuevas imágenes, obras de Dubé de Luque y recuperando en pocos años los pasos que se perdieron.
Ver este paso me hace soñar despierto, es mi referencia para algún día ver mejorado el mismo icono de mi pueblo, con su paso de corte sevillano y con un Cristo que es una interpretación libre del madrileño, adaptado a un corte más actual con su melena barroquizada y tallada en lugar de pelo natural y una corona de espinas serpenteante. Una imagen más afín a el tipo de Cristo Cautivo más solicitado hoy en día a los imagineros actuales, con los típicos rasgos de su autor siempre inspirado en la obra de Montes de Oca y con claras evidencias de paralelismo del Cristo que se venera en la capital de España.
Procesiona en un paso de bombo, tallado en madera y terminado en pan de oro, iluminado por cuatro faroles y con la singularidad de llevar un sobrecanasto o peana donde descansa la imagen que despierta la devoción del pueblo almeriense cuando al igual que tantos otros en toda España es expuesto en piadoso besapiés.