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lunes, 5 de julio de 2010

SALIDAS "EXTRA-EXTRAORDINARIAS"... SALUD EN LA PLAZA DE LOS CARROS.


En la reciente proliferación de procesiones extraordinarias me gustaría realizar unas cuantas entradas dedicadas a unas muy especiales y particulares. Me refiero a que no han sido una simple salida con el paso de turno si no de estampas únicas e irrepetibles que por un motivo especial se han realizado.
El pasado 14 de noviembre de pasado año salió en procesión extraordinaria el tercer titular de la hermandad de Montesión, el portentoso crucificado de la Salud.
Una imagen impactante que realizó en 1953 el genial imaginero Luis Ortega Bru que vino a sustituir a una antigua imagen realizada en pasta de madera que se perdió en los sucesos de 1936. Esta imagen nunca ha realizado estación de penitencia, recibiendo simplemente culto en la capilla de la plaza de los Carros y un vía crucis cada primer sábado de cuaresma siendo el anhelo de muchos verlo algún día recortarse por las callejas del barrio de la Feria, en la amplitud de la Alameda de Hércules y pisar la casa de su Padre, la Santa Iglesia Catedral en la tarde del unos de los jueves que relucen más que el sol.
Por el CDL aniversario fundacional de la hermandad tuvo el gran acierto su hermandad de procesionarlo por primera vez para que el pueblo pudiese ver su impresionante talla, inspirado al parecer en el Cristo de la Conversión de Juan de Mesa según petición de su donante en aquellas fechas, aunque el sello de Bru es patente de arriba abajo -en 1955 realizaría dos “primos hermanos” de la imagen para su pueblo, San Roque y para Manzanares, el Cristo de la Vera Cruz-.
Realizó aquella inolvidable salida sobre las andas del misterio que si procesiona la hermandad y por el cual es conocida, la Oración en el Huerto. La talla barroca de Guzmán Bejarano abrazó al Cristo de la Salud que caminó al compás de la agrupación musical de la Redención, mostrando la cuadrilla un andar serio, de frente, mandado solo para la ocasión por Francisco Reguera, sin “huevear” avanzando con un ritmo lógico, de por si tenia un recorrido bastante amplio y acorde y un repertorio adaptado a la seriedad que requiere un Cristo crucificado, anulando prácticamente la banda aquel día todo su repertorio más rítmico.
Curiosamente una de las marchas más rítmicas o alegres que existen para los repertorios de agrupación musical esta dedicada a esta imagen, una pieza considerada como un clásico llamada “Salud de Montesión” la cual sonó cuando el paso se posó de nuevo en la capilla del Rosario.
El paso, que se adaptó con un nuevo monte para el crucificado -que con gran acierto se ha mantenido el pasado Jueves Santo en el misterio- salio a los sones de una nueva marcha que le ha dedicado Emilio Muñoz Serna llamada “Cristo de la Salud” y allí que estaba este que escribe saboreando un hipotético Jueves Santo en el que quizás y según se rumorea, la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas seria la banda que lo acompañaría...por lo menos aquel día fue abriendo el cortejo.
El paso visitó varios templos y el convento de Santa Ángela pero me quedaré con el momento de la salida, su paso por San Andrés sede de la hermandad de Santa Marta la cual gran parte de su misterio fue realizado igualmente por Ortega Bru, el cual descansa el sueño de los justos a los pies de la capilla de la hermandad. Tengo grabado en la retina aquella chicotá con la marcha “Gran Poder” y la pena de que el video que muestro nos es demasiado bueno, pero ver su forzada silueta desde la calle Daoiz, con la tenue luz de lugar, andar poquito a poco y los acordes casi fúnebres de la música es algo difícil de olvidar y que quizás Sevilla merezca que se repita algún día pero con nazarenos en sus filas.





La recogía fue apoteósica, repleta de público, la banda de la Redención dejo tres marchas con las que acertaron de lleno en mis gustos, llegar a la calle Feria con “Señor de San Román” para mi no hay palabras que lo describan para plantarse en la puerta de la capilla con otra de las mejores marchas que bajo mi punto de vista ha dado de si el repertorio propio de esta banda, “Tristezas de María” y terminar la ultima chicotá en la calle y en la revirá de entrada otra de las grandes marchas actuales que han creado, “En tu Memoria”. Tras la complicada entrada y los sones del Himno Nacional la banda llamó nuevamente al silencio de la plaza con la marcha de Juan Velázquez “Salud de Montesión” dejando aquel día una estampa única en una salida “extra-extraordinaria”.






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