Llevo muchos años tomándome, quizás demasiado, a mal las malas lecturas y la incomprensión de algunos lectores que se dejan su tiempo en leer este humilde blog, de este humilde capillita. La verdad es que yo siempre he llevado muy bien que los cofrades o capillitas, según sus pareceres me indiquen que ellos ven las cosas de otra manera a la mía, y lo llevo bien porque si todos pensáramos igual, como diría el dicho “todos estaríamos casados con la misma mujer”, aunque eso no sea contrario a pensar que con mis ideas voy a muerte, mientras mi mente entienda que mis argumentos tienen más peso que el de que me contradice, pero no por ello nunca he intentado minusvalorarlo, ni despreciarlo, ni echarlos a los perros, ni creerme más que él, es más, el otro día mi buen amigo Pedro Soriano me indicaba que mira que me gusta minusvalorarme, a lo que le respondí, “así cuando vienen los palos, no me viene grande la situación…
Es así, así reza el lema del blog cada vez que entran, supongo que habrá muchos a los que no les convenza y que pensarán que es peloteo del barato, para cuando sobre todo soy menos complaciente, seguramente con ellos. He de admitir que soy una persona humana, y según se me trate, el grado de respeto y valor que voy a poner aquí sobre su trabajo no será tomado con la misma medida que con aquel que me tiene puesto a la altura del betún, es lógico, nunca me la he dado del más puro en esta vida, incluso peco demasiado de admitir mis errores. Yo soy de los que no comprenden porque el ser humano tenemos que llegar al insulto, al menosprecio y lo que es peor aún, a la agresividad cuando nos damos cuenta que nos quedamos sin argumentos, una auto defensa natural que no es bien vista en la divinidad… a mí en muchas ocasiones, el escuchar atentamente las razones que se me exponen, me han hecho cambiar de opinión, por ejemplo hoy día no veo igual como hace unos años la figura del hermano costalero en contraposición con el vuerca pasos o saca pasos, lo mismo que el cofrade de golpe en pecho con el aficionado capillita a las cofradías.
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Tres buenos ejemplos de lo bueno que me he encontrado en este camino de gloria... Joyanes, Martín y Mondéjar. |
Como me dice Acuña, me seguiré tomado todo lo negativo con una sonrisa, porque la verdad duermo tranquilo con lo que hago, porque mi intención es buena, y el que tengo el privilegio de llevar en lo alto de la séptima que aún me recuerda calambres de la gloria pasada, lo tiene más que claro y si el Jueves Santo, mientras este que les habla iba bajo un Dios Soberano en mi corazón, mi amigo Rafa Mondéjar, otro halo bendito de Dios de cómo hacer las cosas en esta provincia, me levantó al Dios del Gran Poder en Andújar, será porque quizás no tengo que ser tan malo, yo que no soy nadie, en ciudades ajenas a mis raíces la Virgen y ahora su Hijo, el que tiene el Poder y la Gloria volaron a los cielos por este insignificante capillita y eso para mí es muy grande, sentir que no hago nada del otro mundo y el Señor y su bendita Madre me llenen el alma con ese regalo… tal como diría Manolo Santiago; “bendito sea Dios y los hombres buenos”, seguiré en pie porque Él lo quiere, y siempre por Él y por los buenos corazones que me voy encontrado en este camino de gloria…
Fue en Ollerías, sonó “Alma de Dios”, este es el video aunque no se visualiza la levantá, pero les dejo con algunas chicotás más del portentoso Nazareno que en un sueño imaginero, Antonio Illanes legó al pueblo andujeño.
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