de tu palio de azahar y plata,
de candelabros de cola,
de bambalinas que danzan sobre los
doce varales que rodean Tú semblanza.
Yo quiero ser costalero Señora y sentir en mis espaldas,
la belleza de tu rostro sin poder verte la cara,
porque Tú estarás arriba y yo abajo, en tu morada…
yo quiero ser costalero Señora y ceñirme en negras fajas
y calzarme zapatillas que te llevaran a rastra,
como a Sevilla le gusta…
como a Sevilla le gusta…
chicotá, silencio y vasta…
yo quiero ser costalero Señora y dejar tranquila mi alma
y que mi sevillania experimente la saña
de sentirme costalero de Maria Inmaculada…
Pascual González.
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