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martes, 30 de diciembre de 2014

ASÍ LO RECUERDO Y ASÍ OS LO CUENTO...

Para los que vamos teniendo la costumbre y los que la tienen desde hace más tiempo de leer asiduamente libros, amén de que hayan sido estudiantes, por lo menos los que más suelo yo leer, sabemos que cuando se acaba llegamos a una hoja donde el autor suele poner cosas como… “este libro se acabó en el día tal…” o “este libro se terminó de imprimir en la imprenta tal en la fecha cual…”. Creo que hoy llega ese día, si esta casa fuese un libro, que por extensión y contenido, si lo editara se podría considerar como un nuevo volumen, no solo de esta casa virtual si no de mi propia vida, ya que repasando los índices empiezo a sentir y revivir la sensaciones y momentos que he vivido durante todo el año. Cinco años que cumplió hace pocos días, como cinco son los años completos que Simplemente Capillita ha contemplado. Hasta aquí llega el guion del año 2014, el cual se ha desarrollado pues como siempre, con todo tipo de sorpresas, algunas cosas previstas y mucho, mucho, lo que Dios ha querido.
Alguno se me ha asustado cuando le he dicho que todo lo que aquí hay publicado, prácticamente todo solamente está aquí, con el riesgo que suponen estos aparatos, porque al fin y al cabo son máquinas, y pueda llegar un día que se estropeen y con ello se borrase todo el trabajo de estos cinco años y pocos más días que tiene de vida. Un apagón de esos, sería como las llamas del odio cuando se quería borrar el pasado y con ellos el presente y el futuro. Quizás algún día deba de plantearme sacarlo al papel, quién sabe ya si voy tarde, a algún lugar que pueda garantizar la supervivencia, curiosamente en una época donde ya se plantea la desaparición del papel como fuente donde legar los conocimientos después de tantos siglos, con la paradoja que en muchos de los casos en que se publica algo por internet, al poco tiempo suele desaparecer, como dirían aquellos mismos que lo citaban… es más fácil encontrar un dato del siglo XVI en un archivo que uno de hace dos años en la red.





Datos y más datos que un año más he ido insuflando a este blog, el que me gusta que siga siendo un blog, aun con la tentación de adquirir un dominio, me gusta pensar que esta casa sigue siendo un espacio con un espíritu algo sencillo, casi “cutre” que le dé más sabor a la única labor divulgativa que tiene este que les habla… seguramente, el día que cuidara más la estética, sería cuando tendría que cerrarlo por falta de visitas. Las visitas… les aseguro que no estoy pendiente todos los días de cómo van la visitas, algunos viven obsesionados con tan solo ver que hay gente que los visita. Es lo primordial, escribir para nadie no tiene sentido ¿algún escritor editaría un libro para tenerlos todos guardaos en su casa? No verdad… pero si he notado como un cierto bajón, algo que tal vez ha podido afectarme a la hora de emprender con ilusión la encomienda de escribir todo lo máximo posible. La verdad, este año la pasión por escribir me ha menguado. Será el año con muchas menos entradas de los cinco completos que tiene Simplemente Capillita, no alcanzo a saber si fue por el trabajo, el cual este año me ha absorbido en demasía la mente, me ha atrapado tanto que no me soltaba… si me pegaba las semanas trabajando y durmiendo que tanto es así que cuando llegaba a casa no quería sentarme frente al ordenador, solo relajarme. Por ello que me perdonen los chicos de “Nazaret a Sevilla” que confiaron en mi pluma para enriquecer sus web de noticias, porque este ha sido uno de los logros que una vez más me ha otorgado este blog, el escribir para otros medios digitales, pero me han pillado en una etapa quizás más despistada, que será la vida que me lleva a otras cosas o que el olvidarme más de esto me ha hecho pensar en otras circunstancias. A veces pienso que me estoy convirtiendo en un simple hombre con una pequeña afición…






Pero se acaba un año, con sus luces y sus sombras -aunque estas cada vez les doy menos importancia- se ha conseguido consumar sin dejar esto de lado, aunque lo cierto es que como todo me ha llevado a reflexionar, y una de esas reflexiones me han llevado a cambiar el modelo al que había llegado, donde más que entradas escribía capítulos de enciclopedia. Es cierto, yo mismo me canso de leer –imagínense el tiempo para escribirlas día a día- esas interminables entradas que escribía y que pueden volver a  caer, a lo mejor como ésta, pero como han visto, el ritmo de publicación bajó y el número de palabras igualmente y espero que eso se agradezca, aunque como dije antes, el ritmo de visitas ha sido lo mismo, o no entraban apenas de cuarenta personas que se llegaba a sobrepasar las quinientas. Pero quizás ya ha dejado de importarme esto, porque me consta que hay “enganchados”, aquellos que son de lectura diaria con lo difícil que sé que supone llevar este blog al día, porque como dije al principio, cada año, de estos últimos cinco, al llegar al final del ciclo, era como haberte leído un gran tomo de una enciclopedia. También destacar mi apertura a la redes sociales, twitter (1736 seguidores) y sobre todo Facebook con una página donde muchas veces sustituye al mismo blog, con publicaciones que no aparecían aquí, de más amena y rápida visualización, y aun con los 373 “me gusta” con los que cuenta, me sorprende que con el ritmo de visitas que esto tiene no tuviese más seguidores, siendo hoy Facebook gran fuente de enlaces a todo tipo de noticias y publicaciones. Supongo que algunos no querrán saber que estoy ahí o que yo sepa que formo parte de sus vidas… pero ellos se lo pierden, si solo buscan la humilde sensación en esta vida de sentirse simples capillitas.

Simplemente Capillita volvió a hablar de Dios y María a través de las cofradías y la religiosidad popular, espero no haberles dado nunca un sermón. De muchos lugares, primando siempre Sevilla, y hablando de Ellos a través del arte y la historia a mi manera, con la gratitud de que los mismos historiadores elogien a uno y cada vez sean menos los que intenten restregarme que les molesta “mi intrusismo” de aficionado. Del arte y la historia a la música, fibra sensible del hombre que en las cofradías no podía ser menos y como no, de los costaleros, de ese arte del que no tengo ni idea, aunque algunos piensen lo contrario y otros vayan machacándome por ahí… es muy gracioso ir conociendo también las absurdeces de este campo de las cofradías. No puedo dejarme en el tintero que un año más presenté y moderé el foro de capataces de Andújar y que en 2014 fui un auténtico vuerca pasos, porque eso son para aquellos que solo piensan que se debe sacar un paso en la vida, añadiendo a mi Prendimiento de Linares y el Carmen de Andújar, serlo de una nueva cofradía, rancia ella, de silencio, magistral, inenarrable y con ello además de pertenecer a las cuadrillas del cada vez más conocido y  reconocido capataz cordobés “Curro”, sacando a sus órdenes el impresionante y pesado paso del Santo Sepulcro de Córdoba. Del mundo del costal me cabe el honor de haberle mostrado a muchos como era la voz y en si en vida el maestro Salvador Dorado “el penitente” con un video que corrió como la pólvora por la red. Videos curiosos de la antigua Semana Santa de Sevilla o los de mi infancia en Bailén que también aportaron algo más al universo cofradiero de la red. De mi pueblo no olvidar logros ansiados por la opinión de este capillita y reflejados en la restauración del Nazareno “el viejo” o el impacto que ha supuesto que la Virgen de los Dolores se vista ya con las formas más correctas del arte hispalense.
El año que se nos va me trajo después de muchos años una Semana Santa nueva y vivida quizás como no la hubiese deseado a comparación de estos últimos años, paradójicamente repleta de sol e incluso temperaturas veraniegas. Un año más el trabajo me demandaba y no tendría en esta ocasión la suerte del año anterior, que hizo que mi presencia en Sevilla se limitase al Domingo de Ramos, que fue intensísimo, con algún varapalo pero que ya tengo guardado como uno de los días más grandes que he vivido, nuevo en compañía, además de adentrarme a conocer una nueva jornada de la antesala de la gloria con las vísperas en el Sábado de Pasión, algo que me hizo descubrir una pequeña sensación pero enormemente gratificante… es mejor levantarse el Domingo de Ramos en Sevilla que hacer el viaje temprano.
Aunque por estas circunstancias volví a disfrutar del trabajo del amigo Mondéjar con su hermandad de la Amargura en Jaén el Lunes Santo y conocer una nueva jornada cofradiera andaluza con un Martes Santo –después de tres años- que me llenó de embrujo en la Carrera del Darro de Granada. Una Semana Santa que llegó tras una larga cuaresma que se me hizo corta con todo lo que viví, comenzando por ser nuevamente el pertiguero del Señor de la Humildad y Misericordia de San José Obrero en Bailén –estrenándome en octubre como cirial en el rosario de la aurora del Rosario en Linares- , con los ensayos en Linares y los viajes de los domingos por la tarde hasta la Compañía de Córdoba para cargar esa mole de kilos que deja caer el catafalco del Muerto de Córdoba. Con un fin de semana inolvidable en la cuaresma sevillana, absorbiendo la gracia que desprende y reviviendo aquello que decía Antonio Burgos… y es que Sevilla, para cada cosa es insuperable y la cuaresma es otro de esos momentos que se saborean con el mismo paladar de la semana más esperada, con los cultos, montajes de los mismos, besapiés y besamanos para mi históricos, traslados y vía crucis dignos de las más sencilla pero fuerte emoción, algún concierto donde volví a abrazar a amigos que me han hecho “grande” para lo pequeño que soy y también aprender del arte efímero de abajo con los ensayos de los elegidos de llevar a Dios, con la satisfacción de haber conocido cuadrillas como la del Herodes, Mortaja, Penas de Triana o San Gonzalo.






Y como costalero vivir la explosión de sensaciones bajo las trabajaderas, en un Jueves Santo  que pareció de agosto que volvió a ser como debe de ser: completo. De un recuerdo inolvidable que yo mismo me encargué de emborronar en unas crónicas que no llegué a completar por entrarle al trapo a cosas que la verdad no merecen la pena, y en esa cuadrilla hay muchas cosas que merecen la pena como para por lo más insignificante apartarme del camino de estos grandes hombres y de la protección de mi Soberano. Por ello volveré si Él lo quiere otro Jueves Santo más, como espero que también lo vea conveniente para echar un año más una batalla a los kilos como la que tuve el Viernes Santo paseando a uno de los pasos más espectaculares que conozco, con el Señor del Santo Sepulcro, con sus grandes costaleros y a las órdenes de mis capataces cordobeses, buenos maestros en el costal y en la vida, como todos los que hasta hoy me han comandado, sin dejarme la gloria que supone, aunque haga mucho calor de sacar a la jazminera Virgen del Carmen con Rafa – el que levantó al Gran Poder por mi persona, gracias otra vez- y Joyanes por las calles de Andújar.
Inolvidable igualmente los momentos que pasé en mi primera vez en el Corpus de Sevilla donde cada momento vivido está guardado en mi corazón, como lo que pocos días antes igualmente se celebró en la calles de Sevilla, que me hizo salir de mi casa poco después de trabajar en la tarde para perderme en la penetrante mirada de la Madre de Dios en Sevilla hecha Esperanza Macarena en un aniversario de coronación que sobrepasó todas las expectativas que alcanzara la razón, y es que en diciembre volví a sentir su aliento y el de todas las Esperanzas de Sevilla, y es ahí, en las colas donde uno va asimilando que es todo esto para Sevilla. Por cierto, 2014 será el año en que conocí la capilla y los titulares de los Negritos en persona y visité igualmente por primera vez templos como San Roque o el Buen Aire de Triana… y en la capital de España, al Señor de la Salud, el “Gitano” madrileño.
Año de extraordinarias sin duda donde también pude enamorarme de la bella “jardinera del Porvenir” en una noche igualmente satisfactoria junto a una gran cofradía y el arte desmesurado de esa cuadrilla paseando a la blanca y plateada dolorosa del barrio de la plaza de España, adentrándome en la noche en la urbe de Aníbal González, el frondoso parque y el desconocido barrio del Porvenir llenándome de la Paz que por lo menos Ella con su sola presencia insufla a los hombres. También estuve en similares momentos, pero con la Paz cordobesa, aunque no llegue a reflejarlo aquí, ya lo dije al principio, a veces se me ponía cuesta arriba sentarme frente al ordenador, como otras glorias que igualmente me hicieron matar el ansia de la espera como la Pastora y Rosario en Jaén,  Rosario de plata en Granada, Transito en Córdoba, Carmen de Linares o nuevamente viviendo un día de todos los santos magistral junto al Amparo de Córdoba, entrada que escribí y que Dios mediante será reflejada en el papel de su hermandad… la Hiniesta gloriosa –con el adiós al gran Juan Martínez Alcalde-y la Luz de San Esteban han sido este año mis glorias por Sevilla, pudiendo haber asistido a la bendición de la Virgen de las Maravillas del Carmen Doloroso y la gratificante charla con su capataz, Manolo Gallego en aquellos días por Sevilla.






Y el décimo cuarto año de este nuevo milenio también fue un año triste, porque tuve que despedir a un amigo gracias a esto del internet, adiós inesperado que seguramente tendré guardado en mi corazón para la próxima Semana Santa que él disfrutará junto a Nuestro Señor, el de verdad, donde me tocará darle de corazón las gracias a alguien que seguramente habrá luchado allá donde no alcanzamos a ver con los ojos para todas las gratificaciones que este año me ha dejado, para superar los baches y sobre todo a sobrellevar a estos bichos raros que somos los seres humanos, donde se cumplió veinte años de su adiós como hasta ayer mismo he venido recordando, quizás por aquello de las fechas redondas. Seguramente el mayor premio a mi pasión por este mundo es que se me suba al atril del Pregón de la Semana Santa de Bailén, yo que sigo sin considerarme un cualificado para ello para exaltarles a mis vecinos, amigos y menos amigos lo mejor posible, lo inexplicable con palabras… el sentimiento de esta bendita devoción-afición que es creer en Dios a través de las cofradías. Aquí llevo cinco años intentándolo, quizás aún me quede mucho para conseguirlo, será complicado hacerlo en la limitación temporal de un pregón pero mientras tanto, si Dios así lo quiere, dentro de unas horas comenzará a escribirse un nuevo tomo de Simplemente Capillita.


HASTA EL AÑO QUE VIENE, Y QUE DIOS OS AYUDE CON LA CRUZ DEL 2015.

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