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viernes, 20 de marzo de 2015

TAN BELLA Y LOZANA...

Estamos a punto de acariciar la gloria, pero hoy creo que tengo que darle hueco al tiempo de gloria que se abrirá con la resurrección, y es que antes de que Dios levante un nuevo año la cruz, ha vuelto a sentarse sobre la bendita mano de su madre hecho un chiquillo y se ha puesto a coger frutas de su bendito frutero. Y es que la Virgen de Zocueca, la Patrona de Bailén, ha vuelto resplandeciente de su restauración. El restaurador Antonio Custodio López ha sido el profesional que ha trabajo sobre la Madre de todos los bailenenses, en concreto de la imagen que recibe culto en la iglesia de la Encarnación, la que preside la gran mayoría de los cultos en su honor a excepción de la romería y que gubiase en el año 1954 en Madrid, José María Alcácer Guzmán. Dar la enhorabuena a la Archicofradía por el camino tomado, acudiendo a donde se debe de acudir en este tipo de trabajos, que consiste en arreglar y mantener, recuperando el esplendor primigenio que su autor le confirió hace sesenta y uno años, porque para esto están los especialistas en restauración, los que normalmente se centran en respetar el original, sanándole sus deterioros.





Antonio Custodio es natural de Andújar, donde se ha realizado la intervención justamente en la misma ciudad que la última sobre la Virgen de Zocueca, hace veinte años por José Luis Ojeda Navío. Licenciado en Bellas Artes, especialidad de Conservación y Restauración de Obras de Arte por la Universidad de Sevilla. Ha colaborado para diversas empresas del sector, hermandades, particulares; así como organismos públicos y privados como Fundación Casa Ducal de Medinaceli, Instituto de Estudios Hispanoamericanos, Delegación de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía e Instituto Andaluz de Patrimonio (IAPH). En su trayectoria profesional ha realizado intervenciones para diferentes puntos de España (Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha) destacando obras de los grandes maestros como Pedro Roldán, Juan de Mesa, Pedro de Mena, José Montes de Oca, Cornelio Schut, Gaspar de Crayer o Domingo Sánchez Mesa. Actualmente colabora con el IAPH en el proyecto de conservación y restauración de la Capilla del Santo Cristo de la Salud de Málaga. Ha intervenido imágenes de gran devoción en su aun corta vida profesional en el ámbito jiennense como el Cristo de Chircales o la Virgen de la Alharilla o una pila bautismal de los pocos ejemplos mudéjares que existen en esta provincia, en concreto en Torres lo que nos advierte la mano del párroco Don Manuel Sánchez en el asesoramiento. En Sevilla colaboró en la restauración de la Virgen del Valle de la homónima cofradía del Jueves Santo hispalense.
Extraídos de su web, podemos leer el proceso realizado sobre la imagen de la Virgen de Zocueca:
“Previamente a esta intervención y con el objetivo de conocer su realidad técnica y material se llevaron a cabo distintos estudios de carácter científico como radiografías, análisis con lupa binocular, observación con luz natural y ultravioleta y análisis de algunas muestras polícromas. El estado de conservación reflejaba ciertos deterioros sobre todo a nivel de policromía: levantamientos y pérdidas de estrato, desgastes, suciedad y repintes de purpurina alterados en la peana entre otros restos ajenos a la propia imagen. En relación al soporte tan sólo se advirtieron  grietas estructurales en algunas zonas, así como el cambio de posición de una de las borlas.  Para asegurar los diversos estratos polícromos y facilitar los tratamientos posteriores se llevó a cabo la fijación de la policromía con cola orgánica hidratada. La limpieza se limitó a eliminar el polvo, la grasa y ciertos repintes alterados en la peana que fueron aplicados por un aficionado. Las grietas que afectaban al soporte fueron consolidadas y la borla reinsertada buscando su posición original con una nueva espiga. Los tratamientos finalizaron con la reintegración de la policromía en las zonas pérdidas y la colocación de nuevos sistemas de sujeción para la corona y la media luna”.




Las comparativas nos hablan de la fiabilidad de su trabajo, fotografías que a algunos les podría chocar, aunque en esta imagen hay poco que esconder, pero que evidentemente nos muestra la realidad y la verdad de los trabajos, sobre todo en temas de limpieza, instantáneas que hay que ver desde una óptica artística despojándonos en lo máximo de lo posible de la divinidad que desprenden, motivo para lo que son creadas. Así tenemos todo el lujo de ver la veracidad de los procedimientos y también aprender un poco más sobre estos menesteres, así no tendríamos que escuchar barbaridades como las que aún se siguen vertiendo en este mundo, como por ejemplo, que la imagen de nuestro San Dimas fue cambiada por una nueva.
Igualmente ya aprovecho para felicitar a la Archicofradía por su gestiones con similares connotaciones conservadoras de su patrimonio, más si cabe si se trata de una pieza de profundo calado histórico como es el manto rojo que le regaló la Reina Isabel II, una pieza que tal vez se pudo elaborar en la Real Fábrica de Tapices y que se encuentra en manos del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH)  en Sevilla donde se está llevando a cabo el diagnóstico de los daños, así como las medidas de conservación, lo que entiendo que puede ser el instituto el que acometa su restauración, allí donde han pasado de los mejores ejemplos artísticos más importantes de la historia de Andalucía.






Y a Ella que ha vuelto tan bella y lozana, sabe que me encomiendo para que me guíe en mis misiones más verdaderas como lo que es…. Capitana y Generala y me guíe con su bastón perpetuo en el pregón y en la vida, porque en el fondo de su mirada es donde más encuentro mis raíces.

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