Buscar este blog

sábado, 28 de marzo de 2015

COLORACIÓN DEL PASADO... BAILÉN.

Como en este mes os he tenido muy abandonados por el pregón, bueno, llevo ya unos cuantos, antes de que dejemos por una semana la Semana Santa virtual para vivir la de verdad, os dejaré con esta entrada que pienso que podrá sorprender a muchos, porque la verdad a mí me ha apasionado todo el proceso que ha requerido para poder mostrarla hoy.
Como ya os dije hace un mes, la coloración digital de fotografías antiguas de Semana Santa despertó en mí el interés por ver como podría ser o parecerse muchas viejas estampas que nos coloreaban en nuestra mente la vida en el color fotográfico primigenio, lo que llamamos el blanco y negro. Recuerdo que el trabajo no lo realizo yo, sino una empresa especializada, eso sí con mi ayuda en cuestión de detalles y colores que empezó a mostrarme algunas de esas fotos que me hubiese gustado vivirlas en la magnitud de sus colores. Comencé por los pasos de mi hermandad linarense del Prendimiento para adentrarme en la coloración del pasado más remoto de las cofradías de mi pueblo, Bailén.
Con lo presente que ha estado en estos últimos tiempos mi pueblo en mi actividad cofradiera, la que pregoné hace justamente una semana, les dejaré nuestro pasado que es donde se forjó nuestro presente. Ese pasado que nos guste más o menos es el que sentó la bases para que muchos, yo el primero seamos hoy cofrades y capillitas. Por ello he seleccionado un total de ocho fotografías, prácticamente todas ya conocidas que vienen a ser como algunas de las más simbólicas a la hora de imaginar cómo fue la Semana Santa de la noche de los tiempos en esta vieja Baécula.
Comenzando por orden de salida tenemos una fotografía cedida por Blas Galey de su famosa web Bailén en el Recuerdo, fechada al parecer en 1955 donde se nos muestra los primeros años de la hermandad de la “Mulica”. Se nos muestra a la imagen fundacional, la que hoy pervive sobre su primer trono, de ruedas, en que abrió la Semana Santa de la ciudad, exornado por cuatro simples jarras repletas de ramos de olivo y quizás algunos claveles  o flores primaverales de las eras bailenenses. Un guardia civil escolta al paso y unos niños se apostan a lo que después sería el ya desaparecido bar Imperial, dibujando esa misma estampa que cite en el pregón, de esos niños que hoy ya son casi ancianos revestidos del pantaloncito corto típico de los que aún no eran adultos… “¡Domingo que no es eres simple domingo! el más anhelado bajo un cielo vestido de celeste donde la ciudad se hace niño, donde los adultos experimentan el síndrome de Peter Pan viajando a ese país de Nunca Jamás donde huele a magdalena recién horneada correteando en pantaloncito corto, en aquellas luminosas mañanas de alegría y… de hambre”.
Los nazarenos son los que me llaman mucho más la atención, al mostrárnoslos sin la ya conocida capa roja, pareciendo nazarenos blancos al modo de cola pero sin ella. Me pregunto cuál sería el motivo para salir así en aquellos años. Podría ser la carencia de materiales y en los bolsillos los que dejaran apartadas las capas por unos años. También podría ser que aún no se había implantado la capa sevillana que apareció tras la Guerra Civil o que los fundadores se pudiesen basar de alguna así que conocieran en otro lugar, como podría ser la Amargura de Sevilla. El servicio militar antaño era la gran escusa de muchos para conocer las semanas santas donde prestaban servicio, y en Sevilla fueron muchos bailenenses que pudieron ver por ejemplo la túnica de la Amargura y tomarla como referencia. Obsérvese un dato que al colorear nos llamó la atención, como es la sandalia de los nazarenos, nada de alpargata que es lo que se lleva hoy día sino sandalia de material sobre el pie con calcetín blanco, igualito como en la Amargura de Sevilla, aunque eso sí, con el fajín típico que en Sevilla no se destila, allí es o cíngulo o cinturón amplio de esparto.

Seguimos con la Santa Vera Cruz y la única fotografía que hay conocida anterior a la Guerra Civil, si no me falla la memoria, la fotografía más antigua conocida de la misma, fechada en los años treinta del pasado siglo donde se nos muestra más que una procesión de Semana Santa, la antigua y tradicional procesión del día de la cruz, en el mes de mayo donde los “cruceros” adornaban con las flores de la primavera el titular que les da nombre, sobre una pequeñas andas por la actual plaza Prim o del Mercado. Al fondo podemos observar el antiguo Mercado de Abastos. Destacar poderosamente la presencia de cuatro angelitos en las esquinas de las andas. La fotografía ha sido igualmente cedida por Blas Galey de su web Bailén en el Recuerdo.
Ahora pasamos a la cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno donde se han coloreado ya tres fotografías pertenecientes a la misma. La primera me la cedió mi buen amigo José Cabrera soriano que nos muestra una típica estampa del antiguo nazareno destruido en la Guerra Civil, sobre sus pequeñas andas, descansando sobre lo que parece ser unos pequeños bancos y sobre un lugar complicado de identificar. La parte blanca superior se debe porque parecía tener una especie de sabana a modo de telón o dosel para realizar la instantánea. La siguiente fotografía me la facilitó el nazareno e investigador Francisco Antonio Linares Lucena donde se nos muestra una de las fotografías más interesantes del pasado cofradiero bailenés, como es el mismo Cristo saliendo por la puerta de San Antonio de la Iglesia de la Encarnación, haciendo autentica estación de penitencia en la misma y escoltado por la curiosa estampa de la centuria romana o armaos con la que contó la cofradía en aquellos años anteriores a la Guerra Civil. Yo diría que todas estas fotografías pertenecerían anteriormente a la proclamación de la II República en España ya que hay documentación en prensa que nos habla que no hubo Semana Santa en las calles de Bailén durante la república y Guerra Civil.
Para acabar con esta cofradía mostramos otra histórica fotografía cedida igualmente por Blas Galey de Bailén en el Recuerdo de la imagen de Jesús Resucitado destruida en la Guerra Civil. Seguramente la primera imagen del Resucitado con la que contó la hermandad de los “moraos” en lo que se ve claramente una fotografía de estudio. Se observa claramente la estética valenciana en su hechura, en el modelado de la nube que estaría estofada en plata y en esos rasgos que recuerdan la obra de Pio Mollar entre otros aunque no tengamos datos de quien pudo ser su autor, pero que se realizó en la escuela levantina seguro.



Saltamos tras la Guerra Civil, posiblemente a 1944, al mismísimo taller de Juan Francisco García, apodado como “el Tomatero” donde se tomó esta histórica instantánea tras la finalización de la imagen y se probó no sé si la antigua túnica o una de nueva creación. Podemos contemplar cómo pudo ser en color aquella primera imagen a la que se le sustituyó a los años el busto o cabeza y mucho más tarde las manos. Solo el cuerpo es lo que nos queda de este San Juan que lucía larga melena de pelo natural.
Y con una fotografía que me aportó Miguel Ángel Perea, propiedad de la familia de sus esposa, Magdalena Pulido y publicada en Bailén informativo nos vamos a la única imagen que a ciencia cierta sabemos que se trata de la antigua Virgen de los Dolores destruida en la Guerra Civil, revistiendo su manto y sayas aun existentes así como el rostrillo que enmarca su cara que poco se parece al que tenemos hoy día y que vistió recientemente tras tantos años sin utilizarlo.
Para acabar, nos saldremos de la Semana Santa y nos iremos a Aquella que no pude dejarme sin invocar en mi pregón, como es nuestra Capitana y Generala, con una fotografía que recientísimamente ha salido a la luz de la antigua o eso parece, Virgen de Zocueca, patrona de Bailén que nos ha mostrado al mundo Juan Simón García. Espero que las disfruten y puedan imaginar y casi creer que están viendo nuestras antiguas imágenes como las vieron nuestros abuelos. Esta ha sido la primera parte, posiblemente sigan llegando más…


Autor de las coloraciones: ANAMAR & CORPORATE® FOTOCOLOREADO Y RESTAURACIÓN FOTOGRÁFICA. (Málaga)

No hay comentarios:

Publicar un comentario