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miércoles, 22 de mayo de 2013

LUNES SANTO SEVILLA (III)

TRIANA Y EL ARENAL... UN MISMO BARRIO.
Se marchaba la “Princesa blanca” del barrio León, linda y abrigada entre destellos de pureza mientras las sombras de la noche conjugan con el amarillento de la luz artificial de las farolas sacando como si de una gubia celestial se tratara, dentelladas de oro a los bordados del joyero que tiene por palio. El nuevo objetivo estaría en la zona, Sevilla parecía que seguía nuestras intuiciones mientras la primera gran masa de personas nos disparaban desde todas las direcciones. Llegaba un año más el ir y venir, por desgracia en la segunda jornada, que casi no dejaba andar y no sabíamos dónde podríamos poner el huevo para acertar. Que si en Rioja, que si en Méndez Núñez, yo hubiese apostado por habernos quedado en el sitio y contemplar la revirá que convertiría al Arenal en la imaginación de la historia, una vez más en Triana. Pasaba Triana la nueva y detrás casi como si vinera de la antigua Cava, llegaría marcándole el compás la música de la calle Larga de Triana a un Dios que nació en Triana y se mudó al barrio que dicen es la puerta sevillana del barrio de la “Señá Santana”, el barrio de la Maestranza;  el Arenal.














Pero aún no había llegada nada, y buscábamos Carlos Cañal o quizás Molviedro pero ya era tarde o según se mire… una enorme bulla taponaba por completo Méndez Núñez y se hacía imposible casi andar. Con todo eso conseguimos como pudimos colocarnos en la confluencia de Carlos Cañal con Méndez Núñez para ver venir hasta nosotros al Dios de la Aguas de Sevilla… una nueva hermandad, por el momento en la tarjeta de la memoria se iban apuntando todos los pasos vistos y posibles por ver, y aunque no estábamos en el mejor lugar la vista no estuvo nada mal. Así, emanando agua y sangre por su costado nos llegó el enorme barcazo que cuesta creer pueda coger en tan recoleta capilla, en honor a una de las Reinas de octubre allá por la calle Dos de Mayo. En la lejanía, el Cristo de la Aguas venia abarcando el mundo con sus brazos, con esa figura tal cual Dios mitológico crucificado para el perdón de los pecados. Venia alto, y es que el suntuoso paso de misterio que ha completado su hermandad sorprendía por su altura… que envidia no poder hacer crecer por aquí lo pasos como la estética y las proporciones requieren.
Se fue acercando sobre los pies, avanzando, como mandan las leyes no escritas de Sevilla, es decir crucificado es sobriedad y nada de trianerismo, aunque se viva en Triana. Y las Aguas nacieron allá en la otra orilla pero aquello se perdió… ¿Cómo sería ver este calvario por el puente hoy día…? Pero para darle algo más de sabor a la historia y al compás de la Cava, con o sin polémica, este año el misterio volvía a cambiar de formación musical –pasando dos veces por Campana- y por ello la considerada quizás, junto a la Cigarreras mejor banda de paso cristo del mundo marcó la agónica banda sonora de la muerte, pero alegre como es siempre Triana al crucificado de Illanes. Ya en la revirá todo nos extasió, la altura de las andas nos marcaba, esto era un calvario como Dios manda aunque he de decir, que aunque es un portento de obra la filigrana del paso, observo que se ha perdido una esencia especial de los pasos antiguos - y aquí en Sevilla se percibe a simple vista- y no es otra que diseños únicos e irrepetibles, es decir, un paso como este ya te lo puedes encontrar hasta en pueblos no muy grandes de Andalucía, lo que viene a evidenciar la crisis de originalidad y valentía en la talla en los artistas o que quizás se ha creado un canon que a ver quién es el guapo que lo rompe, algo que también se le podría achacar a los pasos anteriormente contemplados, Polígono de San Pablo o el de San Gonzalo. Revirá medida, como casi todas ya en Sevilla, de ahí que los que sea un poco avispados en ver cofradías busquen las esquinas… marcha casi siempre caerá segura. Así fue y con la marcha “De Azahar y Esperanza… Trinidad Niña Sevillana” el barco que duerme junto al Postigo nos deslumbró mientras los nuevos sones de Triana dibujaban el adiós y el ángel del Señor recogía su bendita sangre y agua derramada un año más por la calles de Sevilla.
Se aguantaba, las miradas al reloj y el programa seguían cumpliéndose aunque a veces me parecía que casi los empujaba a contemplar también los palios, ¡que los palios también nos traen la gloria!…. Me la jugaba porque ya intuía de que podíamos, hablando en términos futbolísticos, se podía ver todos los pasos de una jornada con tantas cofradías como esta, algo que aún no había podido realizar. Y si las dimensiones del misterio nos sorprendieron, el palio me mostró un matiz nuevo que en otras ocasiones no había percibido… era un “paliazo” de los gordos de Sevilla, enorme, para cobijar a la jovencita Virgen de Guadalupe, la cual, lo siento, ya no me embriaga lo mismo desde que su autor la restaurara. Dicen que fue una limpieza, pero pareciese una nueva policromía que al retirar la pátina de los años, perdió ese encanto especial que tenían algunas dolorosas de Duarte, yo que no soy muy apasionado de su estilo. Y di gracias a la Virgen de advocaciones mexicanas o extremeñas, aunque unas giraldas bambolean sus sevillania con el compás de su palio, y doy gracias porque nos llegó con una marcha que ya quería escuchar cual banda sonora de la pasión, “su marcha”; “Guadalupe” de Pantión, el cual sin duda fue un hombre amarrado al aroma del Lunes Santo, porque su duende aun aparecería al rasgar el ocaso del mágico día, donde por cierto, para esas horas nadie se acordaba ya que se dijo que el lunes llovía seguro. Se elevaba este barco de palio, con la Señorita del Arenal y se hacía nuevamente la música, por cierto también de estreno, de la banda de Mairena del Alcor, algo que cosas de las modas se tuvo menos en cuenta o con menos transcendencia… y sonaba la música de uno de los culpables de una época cofradiera que fue muy unida a esta Virgen, si Duarte marcó una etapa de la Semana Santa sevillana, Abel Moreno le puso la banda sonora  a aquellos años, así que se dibujó una estampa con sabor a otros tiempos al sonar “María Stma. de la O”, una marcha que me llevó a los noventa, a mi niñez en la Semana Santa de mi pueblo.


La gran multitud volvía a moverse, por la radio avisaban que había un buen pitote en Méndez Núñez… ¡qué suerte! estábamos en el único punto complicado de la ciudad… pero poco a poco continuamos hasta la plaza Nueva, no sé si estas calles son Arenal, pero una vez más buscamos el barrio del Cristo de la Aguas, ese Cristo que en su día conquistaba Triana, porque Triana, paradójicamente un día más conquistaba el Arenal… la racioncita se hacía medio pastel, había que buscar un año más el éxtasis que produce ver tu escorzo dibujarse por Sevilla… Soberano. Y la misión fue parecida que el día anterior con el Señor de las Penas; Puerta del Arenal, no había llegado… a cenar en un puesto un bocata –con gracia y exceso de confianza del dependiente incluida- y atravesar el Postigo, pero la serpiente blanca del barrio León ya se deslizaba bajo la legendaria puerta de Sevilla, seguramente el génesis de Triana aún no se había alzado al cielo donde una inmaculada con tintes murillescos y la piel de piedra lo observa darle de “lao” al Caifás… misma misión, rodeo por las Ataranzas y nos plantamos en el mismo lugar donde casi 24 horas antes esperamos al más bendito de los zapateros… una nueva espera larga, mucho nazareno, que no soltaba una estampita ni a tortas, quedándome con las ganas de traérsela a un buen amigo de esta casa, que según él, por mis palabras siente algo en su alma por el Señor del barrio León. Podría haber sido esa que uno le dio a unos muchachos, seguramente amigos del nazareno, que entretenían la espera con litronas de cerveza que obviamente luego se quedaban allí, el punto negativo de la fiesta, lo marranisimas que somos las personas… su semblante se dibujaba junto a su ya legendaria leyenda, similar al fotomontaje que les recibe en el blog estos días… YO SOY. Y sin cesar venia el Soberano repitiéndoselo al Caifás con la izquierda por delante, y frenado el compás de costero a costero y abriendo con elegancia con el largo. Llegaba la pura esencia de trianear, la escuela y universidad de tantos pasos de todos los rincones de Andalucía y más arriba de Despeñaperros. La cuadrilla… mejor no se puede hacer, insuperables, con muy buena crítica por cierto de aquellos que llamaron este paso “la butaca mecánica”, no sé en qué lo habrán notado, porque San Gonzalo me pareció lo de los últimos años, una coreografía constante, nada de lo que su esencia fue y que aún sigo contemplando más patente en el Penas de Triana. Pero lo cierto es que la perfección haciendo cada movimiento estaba lejos hasta de la cuadrilla de la calle San Jacinto, por muy que la mande el hijo del “introductor” de todo esto en la Semana Santa. Nos preocupaba ver el banderín de Cigarreras tan cerca del sitial de Caifás, lamiendo la pata del “Canina”… obviamente estábamos esperando meternos tras el paso hasta el Baratillo, pero las Cigarreras empujaban, siempre dicen que no se oye la banda… ¿con cerca de 200 pitos soplando y aporreando un parche? Serán cosas de la estética, la verdad no es lo más correcto pero…. algo que ya he sufrido y volví a sufrir porque meternos nos metimos y con muchísimos apretujones, llegando a temer por la integridad nuestra y de otros tantos, incluso de los que se quedaban en las aceras. Fuerza sobrehumana que emergía de no sé dónde para aguantar, sinceramente en apenas pocos metros nos podían haber engullido, casi pisado y aun no sé cómo a Óscar logré sujetarlo porque se lo llevaba la fuerza en la estrechura que insuflaba el magnífico banderín que diseñara don Antonio Garduño… pero todo era cosa del que era su Cristo junto al de su Linares, el Soberano nos quería detrás, lo sentí y Él nos sujetaba mientras nos miraba de reojo, riéndose del iluso de Caifás. Sabía que un año más lo necesitábamos, y ante las dificultades de la vida nos concedió un año más sumergirnos en la gloria que desprende por Sevilla.
Era la primera vez que éste que les habla pasaría la puerta astral del Postigo tras la “butaca” del Caifás, pero sabiendo que Él iba delante, cabreando solo como Él sabe al sanedrita. Un día más la capillita de la Pura y Limpia se abría y llenaba de su aura el momento… y vaya si se llenó, cuando la sinfónica del Cristo atado a la Columna, el Dios de las legendarias Cigarreras comenzó a rizar más el rizo, ¿qué diría Escámez si levantase la cabeza?, qué me acordé de los que disfrutan buscándole mil y una pegas a la evolución del estilo… sonaban platillos y hasta campanas tubulares,  “Tubular Bells” como diría Mike Oldfield, el ídolo de mi amigo Javi, como con Amarguras, pero la banda sigue esencia, y no precisamente la banda que acompaña a las Siete Palabras, queramos o no sigue siendo cornetas y tambores, pero que magistralmente llenaron el Postigo de la dulzura de la Virgencita, la cual se alegraba de ver el poderoso escorzo de su hijo sobre “una carroza de oro”, humilde, con la túnica lisa pero dejando patente que Él era rey, y así lo percibimos y así lo representamos los humanos. Sin duda fue un momento para la mística, cuando sobre los pies, apenas sin ningún cambio el dúo de Ortega Bru traspasó muy poco a poco el arco, casi entrando en Triana, porque el Arenal es casi de Triana, al compás de una adaptación del “Ave Maria” de Cannini que sin duda impuso un sobrecogedor silencio y llenó el momento de un sentimiento especial, difícil de explicar cuando aún me perece ver caminar el canasto entre la multitud, entre las estrechuras, el Soberano y su Madre bendita Inmaculada nos llevaron en una nube… pero la magia continuó, y la música parecía traspasarnos el alma, que menos de esta banda, con una nueva genialidad de Pedro Pacheco titulada “En mis Recuerdos” que llevaron al Soberano Poder hasta la misma calle Arfe, en busca un año más de la casa de las baratilleras… y donde volvió la esencia del Tardón a levantar la algarabía y la admiración, rompiendo en las pasiones trianeras.


Una nueva trasera de un paso, sin verlo a Él pero exprimiendo al máximo las oportunidades que nos da la vida de sentir intensamente la magia de lo que más nos gusta a todos los que rodeábamos al Soberano de Triana caminando por el Postigo sin perder la esencia que lo ha hecho grande, sin duda es una de las imágenes más buscadas del devocionario sevillano hoy en día, y todo por un izquierdo por delante… habrá maneras de catequizar…


De la calle Adriano que decirles, aun sorprende pensar y más explicarle a un desconocedor de esto que San Gonzalo no es una de esas hermandades que están en el elenco de las clásicas y grandes de toda la vida, porque allí, al Baratillo un Lunes Santo no es que sea fácil llegar, es que cuando llegas con el paso, es imposible salir. Reviviendo nuevamente los grandes momentos, ya van unos cuantos “baratillos” a la espalda, la estampa parecía la de ayer, quizás por ello sonaba “Triana Llora tus Penas” para el Señor que lleva dos años sin saludar en la ida a Sevilla. Simplemente vean los videos, con esa intención me “mato” buscándolos, para que pongan imágenes a mis crónicas y sientan la gracia que me supone , lo que nos supone a los capillitas ese viaje por los sueños, que cada año duran una semana… un año más el Soberano se aproximó y se plantó ante la Piedad, un año más mostrándole como seria Él dormido en su regazo, mientras entre la cruz del paso y el sudario la Caridad se entre asoma para mandarle un beso a este poderoso caballero que siempre viene soportando la reprimenda del Caifás… “María, Reina y Madre” sonó para plantarse ante eso mismo, y en este caso por dos aunque también está ahí el que es el Rey del Baratillo, y ya cuando el Soberano las tenía frente a frente las Cigarreras nos regaló el caramelazo de lo mejor que ha creado en los últimos tiempos, y es que ya me lo dijeron mis buenos amigos Vokas y Kike, de mi banda del Rosario, que “Y fue Azotado” es una obra de arte, que escucharla junto al Soberano te lleva una vez más a sentir los tormentos de Nuestros Señor con esa alegría que levanta siempre Triana con su forma de hacer la Semana Santa. Con ella se plantó como siempre, pero siempre diferente, benditos privilegiados fuimos lo que vivimos este arte efímero guardado para el recuerdo. Para la despedida, para buscar una vez más Triana y ese rincón blanco de azahar llamado Tardón o barrio León, la cuadrilla legendaria del maestro Bienvenido Puelles marcó el caminar de su Cristo, quizás queriendo acordarse del Cristo que el día anterior se mojó y que ya lleva dos años sin sentir tan magnifica fragancia que es la música de las Cigarreras como manda las cosas de Dios. Ahora que tenemos a la vuelta de la esquina la festividad del Corpus, el momento se hizo puramente eucarístico… para ello sonaron “Sagrada Eucaristía” y “Al Señor de la Sagrada Cena”, con la que el Soberano se marchó definitivamente para el barrio de sus entrañas, y nosotros tras Él porque como ya les dije, es tal la expectación que levanta cada Lunes Santo, que seguir sus pasos es adentrarse en un marea de personas que te hacen vislumbrar la salida muy a los lejos, así que había que seguir por Pastor y Landero hasta Reyes Católicos, una vez más saboreando cada chicotá, intentando también aprender y en definitiva, disfrutar al máximo el momento, de lo que yo defino como el más patente trocito de la gloria en la tierra… en esos momentos, por whatsapp me hablaba el amigo David Mira y me preguntaba qué estaba haciendo… le envié esta fotografía y me dijo que no le diera esos golpes bajos, pero que me hizo pensar en el fondo en todos los que sueñan con estar donde yo estuve y no podían – quizás por ello me lo pude llevar el Sábado Santo-, y eso es porque el Soberano un año más me lo quiso conceder… donde se va estar mejor que tras su caminar por las calles de Sevilla….

CONTINUARÁ…

Fotos: Óscar Ortega y servidor.

2 comentarios:

  1. aun no sé como hicimos para meternos detrás del paso. los empujones eran tremendos, habia momentos que de verdad yo estaba suspendido en el aire y la gente me llevaba. y recuerdo cuando estuve a punto de salir despedido e incrustarme de bruces con una familia que llevaban a un niño en carrito el cual acababa de vomitar....les di un par de pañuelos por si servia de ayuda. lo que vendría despues era el éxtasis. la estrechez del Arco del Postigo y la increible sonoridad con la que nos deleitaba y sorprendía Cigarreras. En las bullas que se forman detras de los pasos suele haber algunos desalmados que parece que les gusta meterse ahí nada mas que para calentarse la boca a boces, y calentarsela a los demas a guantazos. pero por suerte tambien hay gente buena con la que puedes llegar a entablar conversacion. En esa bulla conocí a Rosa, hermana de San Gonzalo, con la cual hoy en día sigo manteniendo el contacto y hablamos de vez en cuando. hablabamos de que nosotros veníamos de lejos para vivir lo que los sevillanos tienen la suerte de tener muy cerca. y a ella le sorprendía y agradaba. Debido a que mi móvil no tenía ya batería y no podia usarlo para realizar videos, me ofrecí a Rosa para grabar el Saludo al Baratillo en el suyo, a cambio de que después me lo hiciera llegar via e-mail. Disfrutamos como locos ante la Caridad del Guadalquivir. Despues recuerdo que tomamos la decisión de abandonar la bulla, creo que por la calle Pastor y Landero, y le me despedí de Rosa. pero era tal la aglomeración de gente que había que era imposible salir de la bulla. por lo que Rosa me dijo "no os íbais??" y le dije: " nos ha sido imposible, en esa calle había mas gente que en mi pueblo junta...y era imposible pasar por ahí" por lo que tuvimos que continuar detras del soberano hasta prácticamente llegar a Reyes Católicos nuevamente. Lo mejor de todo, después de pegarnos una paliza mitológica (aunque sarna con gusto no pica), es que aún nos quedaba mucho por ver. y para mi, algunas de las mejores hermandades de Sevilla. las que imponen con su silencio

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  2. jajaja, cada mensaje te superas, aqui no hace faltar hablar tan poeticamente jajaja, pero bueno se agradece y gusta, me alegro porque veo que esta forma de expresar las cosas te llega y te inspira. perdona que no ponga tantos detalles, pero es que entre que no recuerdo bien y lo cansado que las escribo... pero es bueno que las completes.

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