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sábado, 19 de octubre de 2013

ME ENCOMIENDO A TU GRAN PODER... IV FORO DE CAPATACES EN ANDÚJAR.

El mes de noviembre va tomando e impregnándose cada año con más intensidad un aire costalero. Vuelve una vez más el esfuerzo de una hermandad y su capataz por darle más vida al mundo cofradiero como forma de vida y su vez con la gran intención de aportar y hacer crecer al que quiera en el tema formativo del mundo de abajo, y porque el foro da para muchos más, en el tema cofradiero. Podría haberlo dicho hace un tiempo pero consideré que debería ser primero la hermandad y después este servidor, porque no lo duden, este que les habla sabe cuándo o al menos lo intenta, decir las cosas en primera persona y relegarse a un segundo plano.
La verdad me paro a pensar el por qué me pasan algunas cosas buenas dentro del mundo que me apasiona y la verdad que tengo que llegar a la conclusión de que es este espacio virtual el que me está llevando a esos logros, que yo más bien llamo premios, porque la verdad no siento ningún motivo competitivo por rellenar el corriculum de mi vida, por eso todo estos detalles me llegan más si cabe al alma.
Tengo que dar las gracias a la gran hermandad del “Cachorro” de Andújar, porque con estos pellizcos trianeros llaman en la vieja Iliturgi al Nazareno de reminiscencias igualmente sevillanas, ese primo hermano del Penas de San Roque en los grafismos artísticos que carga con la cruz como aquel que vive en San Lorenzo, el Gran Poder de Andújar. Y como no, a su capataz, mi capataz hasta que la Virgen del Carmen quiera, Rafael Mondéjar por pensar que yo podría aportarle aún más valor y “categoría” al IV foro de capataces que organiza la corporación de San Miguel, al intervenir como moderador presentador del sencillo pero a su vez grandioso y productivo coloquio. La verdad creo que se equivocan, porque solo soy un simple capillita, que le gusta disfrutar de su pasión y exteriorizarla a través de este blog, pero ante estas muestras de confianza y admiración  a mi mejorable labor, uno no se puede negar y solo me basta una vez más trabajar lo que mi ser pueda por intentar corresponderles en su acogedora casa de hermandad el próximo viernes 22 de noviembre, más cuando si no me equivoco soy el primer moderador del foro completamente ajeno a la hermandad del Gran Poder, donde han ocupado mi lugar antes el diseñador y bordador iliturgitano, Pedro Palenciano y el jiennense Gregorio Orejuela, ambos además costaleros del Señor de Andújar.

Y precisamente el llamador que acaricia cada Jueves Santo, Rafael y Jesús Joyanes, diseño de Palenciano al igual que todo el magnífico paso, es el motivo central del cartel  donde figura mi nombre, con mi “marca” como ya me dicen algunos amigos “Blog Simplemente Capillita” que incluso dicen que por Andalucía ya me llaman el “capillita” a secas, curioso, sin quererlo voy a ser prototipo de capillita, ojala, quizás con ello contribuya a que muchos no les avergüence admitir que se sienten como yo, aficionados a un mundo donde todo es y debe de ser por aquel al que pasemos por las calles de nuestra tierra cuando llega la luna del Nissán.
Pero bueno, el protagonista no es este que les habla, pero no podía evitar transmitir mi satisfacción y a la vez miedo por lo que se me avecina, pero seguramente confiando en el Señor, podamos disfrutar de una gran velada, seguramente el Cristo que gubiara Antonio Illanes así lo habrá querido. Y digo lo que se me avecina, porque esta hermandad me sentará tal como me dijo ayer mismo mi amigo Cristóbal, entre los que seguramente sean los capataces más conocidos en el universo costaleril de Andalucía fuera de las fronteras de la cuna de este arte, Sevilla. Y seguramente mi amigo tenga razón porque quizás faltarían pocos para contar con los capataces más mediáticos de la tierra de María Santísima, como digo, de fuera de Sevilla. Para mí es un completo honor sentarme junto a dos capataces que vuelven desde Córdoba, uno de ellos ya va a por su tercer foro. Me refiero a Federico Jiménez Reloba y al que es su capitán en el equipo de capataces, Luís Miguel Carrión Huertas, más conocido en el mundo costalero andaluz como “Curro”, de los que no hace falta que les hable mucho más, porque en esta casa ya lo he hecho en varias ocasiones. Además esto me ha traído, que gracias a esta invitación del Gran Poder y Rafa Mondéjar, estos dos monstruos de la costalería en la ciudad califal, hayan conocido mis humildes opiniones o historias, y que para sorpresa mía les haya impactado y así me lo han hecho saber, porque estas son otras de esas cosas que el Señor me regala para darme un empujoncito más en la dura travesía en este valle de lágrimas… que Federico me diga que la junta de gobierno del Huerto de Córdoba al completo leyera mi entrada dedicada a uno de sus titulares, en concreto el Amarrao, me produjo una emoción que no puedo explicar con palabras.

Federico y Curro ante la Virgen del Amparo de Córdoba.

Pepe Carvajal con sus costaleros.
Y si ellos son unos monstruos, aunque les lluevan las críticas, llevan toda una vida dando lecciones de cómo hacer las cosas en su tierra, este año se incorporará Dios mediante a la mesa un nuevo ponente llegado desde otra ciudad, donde su aportación fue crucial para entender el actual esplendor de la Semana Santa de su bellísima ciudad de Granada. Nada más y nada menos que don José o más bien Pepe, como lo llama todo el mundo, Pepe Carvajal Sánchez, aquel que introdujo en la ciudad de la Alhambra el bendito estilo de carga de los antiguos “gallegos” del puerto de Sevilla y el que sin duda marcó una línea similar a lo que hizo Curro en Córdoba en la tierra del inmortal Alonso Cano. Capataz de capataces en su ciudad –basta comprobar, como hoy día el capataz mejor valorado de la ciudad es su discípulo Alberto Ortega-, al que le cabe el honor de tener la quizás cuadrilla de costaleros más grande de Andalucía, la que tiene el honor de portar al Dios Verdadero, al Omnipotente en la Eucaristía, el Corpus de la Catedral de Granada. Aquel que algunos años ha concedido el privilegio de ser acompañado en la luminosa mañana del segundo jueves que reluce más que el sol,  al sevillano Manuel Antonio Santiago, el hijo del afamado Antonio Santiago, y es que señores, que más honor que sentarme con dos veteranos maestros discípulos de aquel capataz poeta que aún sigue mostrándome que Dios resucita “muy despasito” cada año en las puertas del convento de Santa Ángela de la capital hispalense, porque sin duda ya estoy deseando preguntarles que nos hablen de cómo era don Manuel Santiago Gil y una de las partes de su vida menos conocidas, formando costaleros en Córdoba y Granada. Sin más, reitero mi agradecimiento a la hermandad del Gran Poder de Andújar y a su capataz, don Rafael Mondéjar Expósito, la verdad no me siento merecedor de tal distinción, pero así lo habrá querido el Cachorro de Andújar… Cachorro de Dios…


Suena Pasión de Linares, música que nace desde la entrañas del cielo... a la Memoria de un Amigo.

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