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domingo, 6 de septiembre de 2015

LA EVOLUCIÓN DE JAÉN... LUNES SANTO.

El Lunes Santo de aquel video de 1994 era el tradicional lunes de la Semana Santa donde comenzaba esa particularidad que tiene Jaén en la que quitando los dos domingos, al menos un crucificado sale a sus calles. Y no uno cualquiera, una de las joyas imagineras que nos hablan del profundo pasado y origen de la religiosidad popular en nuestra tierra. Aún quedaba para que la Amargura o más bien el Despojado llenaran de dos cofradías esta jornada que se habría en la plaza de la Merced con la cofradía de los Estudiantes. El Cristo de la Misericordias, siempre atribuido y no sé con qué contundencia a Bautista Vázquez “el viejo” elevaba sobre el viejo trono dorado de Canales a uno de los valiosos crucificados en el arte del antiguo Renio de Jaén. El lunes traería el andar hispalense, incluso el costal pero esta hermandad seguía el son de la época, con ese paso que llaman jaenero que emerge del andar del seguramente primer gran paso que abandonó las andas y quien dice que las ruedas en la capital, el del Abuelo. Después de aquello vendría el sobre los pies sevillano pero a doble varal, las agrupaciones tras el paso – en el video se intuye banda de música tras el Cristo-, incluso la Pasión de Linares –cómo olvidar ese fogonazo de sol en el interior de la iglesia al son de la marcha “Al Cristo de los Estudiantes”-, el cambio de paso buscando con el color caoba una sobriedad que incluso alcanzaba a que el Señor saliese en silencio pero la idiosincrasia de entonces hacía de esta hermandad una cofradía más alegre, algo que motivó que la música siguiese tras el Señor del “bambú” aunque se buscase en las cornetas y tambores esa sobriedad, al parecer, tan ansiada desde la fundación de la hermandad.







Tras Él, la Virgen, como dice el narrador, de azul y plata, la Virgen de los “clavitos”, la “Gioconda de Jaén”… Ntra. Sra. de las Lágrimas embutida en la construcción de su paso de palio, el que contrastaba la sobriedad siempre encorsetada a los palios de cajón con la gracia más de barrio que siempre ha llevado esta dolorosa que llegó desde Córdoba, hasta hace bien poco, como ya les comenté en una ocasión en que la idiosincrasia del mismo dio un cambio radical aunque la sobriedad y frialdad genial del “Invierno” de Vivaldi ya parecía preludiar que esta hermandad sería en 2015 una hermandad con tintes sobrios. Se bordó ese palio, un manto, se completó la orfebrería, se modificó los respiraderos y sobre todo Ella trajo esa sobriedad tan ansiada convirtiéndose en el palio más fúnebre de toda la ciudad y todo ello seguido de la inclusión del costal donde el capataz sevillano Ricardo Almansa ha formado a estos hombres hasta darle, para mi uno de los mejores andares de la ciudad e incluso de la provincia a lo que se refiere a pasos de palio. El éxito trajo la inclusión de la arpillera bajo el paso del Señor este mismo año que siguiendo una línea similar al del Calvario de Sevilla le realizó Tirao Carpio, el cual tambien realizaría la actual cruz. El repertorio de la banda se enfocó más a las marchas más clásicas y sobrias y los Estudiantes pasaron a crear el gran contraste de la jornada, de una periférica hermandad de la Amargura que trae la alegría de los barrios y a una sobria y gran cofradía de centro que llena de encanto los aledaños del viejo Jaén, aunque ya entonces se hiciera famosa con el canto de la tuna a su salida y en nuestros días siga siendo el contrapunto que tal vez como ya dije en una ocasión, la evolución y el tiempo haga que termine por desaparecer.

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