El próximo domingo, un año más el verano volverá a marcharse entre la espadaña del santuario del Rumbar. Ecos de romería, la que organizaron unos hortelanos ya que la de su día, ese que cada vez tiene menos boato y que aplasta con la calina de agosto, pasó a mejor vida por cosas que se esfumaron por el “charco redondo” de los tiempos. Vuelve el candor de la Capitana y Generala, a la estampa del peregrino, el que va con Ella y el que le gusta eso de ir andando a Zocueca “domingo por la mañana” como diría la sevillana. Por cierto este año será la imagen de José María Alcacer, o lo que es lo mismo para que me entiendan, la imagen de Bailén, la que se irá en busca de la anaranjada y arenisca piedra de la que es su casa más antigua, su primitiva e indisoluble morada, aunque la tuviésemos que “robar” cierto día para que los guarromaneros, tal vez no se les ocurriera quitárnosla. La imagen del santuario, ante el evidente deterioro que presenta, más de veinte años desde su última restauración, cederá este año su puesto, como hace ya tantos años cedió en los quizás grandes honores a la imagen que saldrá en romería. Aunque pronto, ya está aprobado en junta o cabildo –a ver si vamos recuperando los antiguos modos, que a su vez eran términos cofradieros- de hermanos la restauración de la imagen a cargo del mismo restaurador que hace pocos meses restauró a la imagen que se venera en la Encarnación, Antonio Custodio López, todo una cierto por cierto encomendar dichos trabajos a este emergente profesional.
Y es que de imágenes va el tema nunca mejor dicho. Si llega la romería también llega el programa donde hay que felicitar a la Real Archicofradía por la apuesta que está acometiendo con el mismo donde entre las colaboraciones se están publicando interesantísimos artículos de estudio de la devoción al icono patronal. Uno de ellos firmado por Miguel Ángel Alonso Roa trata sobre diferentes efemérides y aniversarios en torno a la Virgen de Zocueca en este presente año. Entre los datos que aporta, cita a este humilde servidor como autor de unas declaraciones un tanto sorprendentes para el gran público sobre la figura de la Virgen junto a las del investigador local Juan Soriano Izquierdo, que en realidad fue él mismo quien nos desveló la circunstancia en el seminario de estudios bailenenses de Facebook lo que Miguel Ángel anuncia en su artículo y lo que seguidamente les comentaré.
Obviamente me cita porque yo ya lo he comentado en alguna ocasión en esta mi casa, y ayer mismo algún que otro vecino me comentaba que ¡cómo era eso de que ha habido muchas más imágenes de la Virgen a parte de las dos que conocemos! Si no recuerdo mal, Soriano Izquierdo nos advirtió que había localizadas copias de la patrona de Bailén, hasta siete imágenes repartidas por la geografía andaluza, sobre ello poco podré aportarles a la espera de que el mismo algún día nos desvele más datos sobre esta historia. Pero que muchas personas en su privacidad tengan una copia de la imagen –recientemente, por ejemplo, la Casa del Artesano ha realizado varias- no debería tener mucho de noticia, si no fuese por la circunstancia de que algunas han llegado a procesionar como la imagen titular de la Archicofradía o el patronato de la ciudad.
Como una imagen vale más que mil palabras les dejo estas dos fotografías, fechadas en la posguerra o años próximos a la misma donde se puede intuir que estas imágenes no son ninguna ni la de Font ni la de Alcacer, no será hasta la década de los sesenta cuando se intuya las dos imágenes que conocemos en la romería. Ya el diario ABC se hacía eco en el mismo mes de julio, el día 15, de 1939, de la procesión del 20 de julio cuando aún no había llegado la imagen de Font (1940). Al parecer algunas de estas familias que contaban con copias para el culto privado las cedieron para el culto de la hermandad hasta que la misma contase con una imagen de propiedad. Al parecer cuando llega la imagen de Font, para la romería se sigue contando con las cesiones de estas desconocidas imágenes como podemos intuir en las fotografías, en la que mejor se visualiza el rostro a la Virgen es palpable de que no se trata de las dos actuales imágenes. Más complicado es adivinar el semblante en el resto de fotografías pero para los que estamos acostumbrados a los grafismos de las actuales imágenes nos es fácil intuir otro rostro, incluso de una marcada tez morena. Puedo decir que esta imagen, la que va en una carroza tirada por bueyes, de tamaño inferior a las actuales, existe y algunos dicen que incluso la han visto, una imagen probablemente realizada al finales del XIX o principios del XX y que perteneció a un sacerdote que la dejo en herencia a una sobrina, que algún día si sus propietarios lo ven a bien, tal vez podamos conocer todo los curiosos con la cosas de María Zocueca, pero para que no piensen de donde me saco los datos, les dejo imágenes que valen más que mil palabras.
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