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jueves, 3 de septiembre de 2015

SAN JUAN "JAVIER" QUIERE CALLE...

Es la noticia del momento, sin irme de collación, el próximo Martes Santo si sus hermanos lo ven conveniente en un inminente cabildo, desde Ómnium Sanctorum saldrá a la calle Feria una nueva imagen titular en la Semana Santa de Sevilla. Los Javieres han sido una hermandad de estampas históricas con sus imágenes titulares, lo fue cuando la Virgen acompañó en el calvario que flota como el humo del incienso por Sevilla al Santísimo Cristo de las Almas hasta que para Ella se construyó un paso de palio en el cual viene procesionando hasta el presente año. Si en la vecina San Juan de la Palma, el autor del Apocalipsis hace más perfecta a la Amargura, quizás un poco más arriba el discípulo amado haga más perfecto el son y el llanto contenido de la Gracia y el Amparo del barrio.
Este fotomontaje nos puede hacer una idea de cómo podrá ser la estampa si al final los hermanos votan que sí. Espero que lo hagan, pienso que ese paso palio aun le cuesta arrancar, llenar a Sevilla, aunque los hombres de los Palacios le den otro soberano paseo cada Martes Santo. Siempre he pensado que en el palio, los hermanos de San Francisco Javier no encontraban el sello a comparación de la magnificencia del paso de cristo. Tal vez este San Juan, de los mejorcitos que no procesionaban en Sevilla –que por cierto vaya nivelito tienen unos cuantos- le de ese sabor y esa esencia, rotundamente fúnebre a mi parecer, al palio de Gracia y Amparo.


Un San Juan con un devenir historio de lo más singular. El discípulo amado llega a la corporación en aquellos años en que la cofradía tan solo era el paso cristo formando con la dolorosa el “Stábat Mater”, me extraña que no pensaran crear con él un perfecto calvario. La imagen fue adquirida según Andrés Ugarte –fuente primordial para el sanjuanismo hispalense- a un comerciante de la calle Feria, titular de una antigua colchonería –otros apuntan a un anticuario-. Era solamente la cabeza y parece ser que las manos, que curiosamente llegan desde Hispanoamérica con destino a una céntrica vivienda de Sevilla y de ahí va a parar al comerciante referido, el cual lo llevó a la conocida y cercana “casa de los artistas” donde convivían varios talleres de artes suntuarias para que lo restaurasen, donde al parecer se le realiza un cuerpo totalmente anatomizado. La hermandad lo adquiere sacando dinero de una rifa de un reloj de plata y el donativo de un anónimo hermano que luchó para que se quedase en los Javieres ya que una hermandad malagueña estaba muy interesada en él. Un dato que aporto a esta historia es en relación al autor del cuerpo que se desconoce, apuntándose a la figura de Francisco Buiza como su posible autor. Obviamente Buiza trabajó en la casa de los artistas y además en aquellos años era toda una eminencia en la creación de imágenes para Málaga, así que alguna a las que les trabajó pudo ver la imagen mientras la restauraba e insistir en ella.
Juan Manuel Miñarro -que en caso de la aprobación, adaptará al San Juan para que pueda salir en la Semana Santa de 2016. Sustituiría la peana por una más pequeña, ya que en la prueba se comprobó que la imagen consta de más altura, 1´75 cm, que la dolorosa. Además, se sustituirían las articulaciones y se añadiría un sistema de rotación para que pueda mirar a la Virgen en el paso- la restauró en 1998 y fue quien apuntó a la figura de su maestro, Buiza, al estudiar la impronta del cuerpo, y además intenta catalogar la cabeza situándola en el siglo XVIII y como posible autor al genio José Montes de Oca, el cual, según el criterio de unos, lo que gubió es una imagen de San José que se reconvierte en el discípulo predilecto de Cristo.
Una desconocida imagen para muchos, de gran prestancia que puede llenar un hueco más de la catequesis plástica de la Pasión hispalense, dándole más categoría si cabe al llanto contenido de la Señora de los Javieres.

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