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miércoles, 22 de diciembre de 2010

A LA SALIDA SONÓ UNA "SAETA SEVILLANA" PARA EL "CRISTO DE LA SED"...

En pleno auge de las bandas de cornetas y tambores o las agrupaciones musicales, las cuales son ya por antonomasia las bandas designadas e inseparables para acompañar un paso con Nuestro Señor como protagonista…. o más bien que no lleve doce varales y un palio al compás. Esto habría que matizarlo al ámbito sevillano pero es que esta directriz -con la cual este muy de acuerdo- la está tomando el resto de cofradías del mundo.

En tiempos pasados prácticamente solo existían bandas de música, sobre todo eran las más valoradas para acompañar a los pasos procesionales, de Cristo o de palio hasta que la denominada “música para paso de Cristo” fue evolucionando de tal manera que comenzó a distinguirse estilos e idiosincrasias entre los dos tipos de pasos. A esto habría que añadir la proliferación de música rítmica que desentonaba con los pasos de Cristo, más si cabe si escucharemos las marchas “rumberas” actuales por ejemplo tras el Cachorro.

Gámez Laserna dirige a Soria 9.
En la actualidad dos pasos de Cristo, con dos crucificados en la Semana Santa sevillana hacen las delicias del espectador cuando caminan entre “quejios” de cornetas y tambores por la ciudad. El Stmo. Cristo de la Sed y el Stmo. Cristo de la Expiración “Cachorro” se retuercen en sus cruces bañados por el sol de Sevilla cuando comienzan su caminar en la tarde del Miércoles Santo y Viernes Santo respectivamente al compás de los ecos de antaño, con la música sublime que creara un genio a modo de banda sonora de la pasión para las llamadas bandas de plantilla completa.

En ese momento tan especial para cualquier cofradía como es su salida, las cornetas ceden su turno para que paradójicamente el don sobrenatural de Pedro Gámez Laserna inunden el barrio de Nervión y la antigua Cava, Triana con las melodías magistrales que creara en honor de estos dos Cristos sevillanos.

La primera de ellas la escribió el galduriense en su época más fructífera de composición cuando dirigía la famosa banda de Soria 9, “El Cachorro” o “Saeta Sevillana” (1967)es una espectacular obra que bebe en la línea de su “hermana” cordobesa, la marcha “Saeta Cordobesa”. El amigo Mateo Olaya la definiría con estas palabras: “Se trata de una composición solemne de gran carga sinfónica, un prodigio armónico donde el enrevesamiento hasta límites sorprendentes ofrece más belleza a medida que los compases progresan, cristalizándose, como no podía ser de otra forma, una saetilla hermosa que conduce directamente hasta el tutti fuerte en do mayor que concluye la obra”.
La segunda la escribiría en 1973 estando ya retirado como músico y director militar dedicada a la naciente por entonces corporación del barrio de Nervión titulada “Cristo de la Sed”. La marcha de Gámez es el auténtico himno de la hermandad que usa como tema principal el canto litúrgico que crearan J. A. cuevas y José Márquez , pieza musical litúrgica que se pronuncia en la Función Principal de dicha Hermandad y también durante el vía crucis del Señor acompañado de Capilla Musical; la citada marcha compuesta en 1973 no llegó a estrenarse hasta un Viernes de Dolores de 1974 en el que la Banda del Soria 9 por aquel entonces dirigida por el Maestro Pedro Morales Muñoz se la tocase a la salida del Señor y posteriormente a la Virgen de Consolación Madre de la Iglesia. Acertada recuperación de la hermandad de hacerla sonar a la salida en tiempos de Francisco Bejarano como hermano mayor.


Curiosamente la banda encargada de hacerlo en los últimos años es la misma, la Oliva de Salteras que acompaña al palio de estas dos hermandades –a la Sed solo hasta la Catedral- siendo unas de las bandas mejor valoradas en la actualidad, por su calidad interpretativa y por su buen gusto a la hora de elaborar su repertorio cuando gracias a sus sones se crean dos de los momentos más bellos y singulares de toda la Semana Santa en Sevilla.



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