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sábado, 11 de diciembre de 2010

LA LLENA DE GRACIA EN LINARES...


El mes de diciembre en Linares es un mes mariano en lo que se refiere al culto de las cofradías de penitencia. Vera Cruz, Oración, Resucitado, Nazareno o la Expiración celebran cultos en honor de sus titulares marianas con motivo de la festividad de la Inmaculada Concepción o la Esperanza.

Por la festividad de la “Sin Pecado Concedida” la corporación del Lunes Santo, la Oración en el Huerto le rinde un solemne triduo a su titular la Stma. Virgen de Gracia. Una de las cofradías con más poderío de la ciudad en los últimos años, uno de los referentes en el gran apogeo cofrade que vivió la ciudad en el resurgir de la Semana Santa a partir de los años ochenta del siglo pasado con la incorporación del sentir e idiosincrasia de las formas hispalenses.

Hermandad pequeña que con el trabajo de sus hermanos ha conseguido auparse a los primeros puestos del orbe cofrade local, con una evolución espectacular en su patrimonio y vida interna envidia de la Semana Santa en la provincia de Jaén.

Aunque bajo mi punto de vista aún tiene que trabajar algunas facetas de su puesta en escena en la calle es innegable la popularidad que arrastra hoy en día cuando se echa en estación de penitencia por la vieja ciudad minera.

Su paso palio es una muestra del trabajo realizado cuando hace poco más de diez años la Santísima Virgen de Gracia procesionaba sobre un paso palio sencillo, que excluyendo la orfebrería esencial de varales o candelería el resto estaba formado por partes realizadas en tejido provisionales hasta que lo completara con el primer palio bordado a mano íntegramente por el taller de Morón de la Frontera (Sevilla) de Manuel Solano con diseño de Joaquín Dubé de Luque. Sería el primer palio finalizado íntegramente de la ciudad sin el recurso del bordado de aplicación al que habría que sumar los quizás mejores respiraderos labrados en orfebrería de la ciudad, el cual se completa con un variado programa iconográfico en el que destacan la “Coronación de la Virgen de Linarejos” o el linarense recientemente beatificado Manuel Lozano Garrido. Un palio muy completo al que las dimensiones de la puerta de Santa María hacen que le falte unas proporciones más adecuadas en el que Reina la Gracia de Linares.


El origen de esta imagen hay que buscarlo en la hermandad del Prendimiento –con la cual está hermanada- cuando en su génesis procesionase a su Virgen del Rosario acompañada en una poco usual “sacra conversación” de la imagen de María Magdalena. Recordando la entrada que realice en honor de la Reina del Santo Rosario habría que partir de la hipótesis en la que aquellas imágenes –Cristo de la Sentencia, misterio, dolorosa y Magdalena- de los años veinte en la que se fundó la actual hermandad del Prendimiento fueron realizadas en Valencia por un tal Juan Estelles siendo salvadas –solos los bustos- de la quema en la guerra civil.

Tras la reorganización de la hermandad y reconstrucción de los titulares, la hermandad desechó el recuperar la imagen de María Magdalena cediéndosela entonces a la hermandad de la Oración en el Huerto con la que compartía sede canónica en San José antes de su traslado a Santa María. La imagen seria reconstruida y transformada en la nueva titular de la hermandad de la Oración en el Huerto seguramente y casi sin lugar a dudas por el imaginero cordobés Juan Martínez Cerrillo –atribuyéndosele erróneamente su ejecución integra durante años- que por entonces había dejado muestras de su trabajo en la hermandad del Nazareno resucitando de las cenizas al Cristo –sustituido años después por el actual de Víctor de los Ríos, encontrándose hoy en día la imagen en la estación Linares-Baeza con cofradía propia-, San Juan evangelista –también sustituido por el actual de De los Ríos, encontrándose aquella imagen en propiedad de la hermandad hoy en día- y María Santísima del Mayor Dolor que sigue reinando cada Madrugá por su tierra.

Aspecto que le imprimió Martinez Cerrillo.
El imaginero natural de Bujalance retocaría hasta tal extremo la imagen que pareciese salida de su gubia ya que la imagen rebosaba de los grafismos propios del autor en aquellos años de la posguerra. Así la conocería la ciudad hasta el año 1994 inmersa en la vorágine revolucionaria de las formas sevillanas en la estética y el “boom” costalero de entonces cuando la corporación decide la restauración de la imagen a cargo del imaginero sevillano Antonio Joaquín Dubé de Luque el cual además retoca la imagen como ocurriese con otras dolorosas de la ciudad en aquellos tiempos.

Este retoca las proporciones para adaptarla a otras más idóneas, talla un nuevo candelero y crea las nuevas manos. En cuanto al rostro, retira los aditamentos existentes sobre la madera y perfila los contornos de la faz. La nueva Virgen de Gracia mantiene los rasgos básicos pero tras su restauración se adivina el leve giro de cuello que estaba oculto, y la expresión se dulcifica. Sin embargo no retoca sus ojos para evitar que pudiera cambiar de gesto.




 
Y así la conocemos radiante desde entonces cada Lunes Santo o cuando se acerca a sus devotos cuando el frio invierno nos recuerda la antesala de la Navidad en los días en que recordamos que Élla fue la única nacida sin pecado original. Por cierto bajo sus divinas plantas supo por primera vez lo que es ser los pies de María mi amigo Félix unos años antes de pasar a ser los pies del Soberano de Linares y la cual siempre recuerda con cariño en unos tiempos en los que por desgracia era más patente el pensamiento de que todo había que hacerlo con el corazón sin importar la técnica en Linares…



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