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sábado, 15 de enero de 2011

CAUTIVO Y ABANDONADO...Y HUERFANO.

Los dos vecinos más conocidos y queridos del barrio del Tiro de Línea se encuentran de luto. Curiosamente han padecido la pérdida de su padre, Mº Mercedes y Jesús, madre e hijo que tienen hoy un poquito más si cabe el rostro apenado por aquel que les dio vida sacándolos de un trozo de madera y que ha sido llamados por aquellos que viven allí arriba y que tan bien representan en este rincón alejado de la vieja Híspalis.

Es que por Éllos era y por Éllos será recordado el imaginero José Paz Vélez que en el día de hoy, a los 79 años fue llamado a engrosar las filas de la gloria por el Cautivo Eterno, ese Dios que seguramente tiene la cara que el soñó el día que realizó al Dios del barrio de Santa Genoveva y a su madre bendita de las Mercedes. Era imposible hablar de esta hermandad sin nombrar a este imaginero casi desconocido que aprendió el oficio del genial Castillo Lastrucci, el cual pareciese que solo realizaría estas imágenes en toda su carrera, por que tener un Cristo y una Virgen en Sevilla por lo menos a día de hoy es muy importante.

Cuando ocurren estas cosas nos damos cuenta de la magnitud que pueden tener las cosas feas de este mundo cuando hasta hace poco su nombre saltaba a la actualidad por unos desencuentros con la hermandad que le dio todo y que a la vez él les dio mucho más…a sus amantísimos titulares. Unas quejas por la limpieza a “su” Virgen a cargo del restaurador Enrique Gutiérrez Carrasquilla han sido las ultimas noticias del hombre que un día en un sueño de gubia y cincel vería cual sería la cara del que los vecinos del Tiro de Línea siguen postrándose día a día.

Cada año y si Él lo quiere, su Cautivo abre el Lunes Santo sevillano creando una de las estampas inalterables del mundo cofradiero sevillano. Lunes Santo de maratoniana estación de penitencia para acercar un poquito a Sevilla a su Cristo de humilde planta señorial y su madre coronada del oro de amor de un barrio, el cual lo dio todo por Élla.


Aquí les dejo la salida del año pasado, de la última Semana Santa en que el Cautivo y las Mercedes se echaron a la calle con progenitor ya que el próximo Lunes Santo, Paz Vélez disfrutara del reluciente oro de su canasto, de buenísimo andar de sus cuadrillas y de las ordenes perfectas de los Villanueva aparecer por el umbral de la parroquia en esa interminable carrera oficial de sillas gloriosas que cada Semana Santa se llenan de almas que un día pasearon a su Dios en la tierra y ahora se lo muestran en el cielo.


 

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