Buscar este blog

jueves, 20 de enero de 2011

DESDE SAN BENITO CON ORTEGA BRU EN LA MEMORIA...


Una de las ciudades donde más importancia y repercusión tuvo la obra de Luis Ortega Bru es Jerez de la Frontera (Cádiz). Sus misterios del Descendimiento y la Sagrada Cena siguen sorprendiendo a propios y extraños por su magnificencia y virtuosismo con ese estilo tan personal y renovador que en muchos casos el sanroqueño tuvo que suavizar y retocar para la aceptación del devoto, a fin de cuentas la misión que ha de tener la imaginería.

He de admitir que llevo unos años desconectado del sentir cofradiero de esta ciudad gaditana y para realizar esta entrada tengo que volver a rastrear datos y más datos, encontrándome una Semana Santa mucho más evolucionada si cabe que hace unos años cuando la seguía más a menudo, quizás porque por entonces mi banda estaba más relacionada con las cofradías de esta tierra. Precisamente mi último año en la banda del Rosario de Linares, 2005 sería la fecha clave de la hermandad de la Clemencia del barrio de San Benito, que tras dejar de ser una hermandad de vísperas o como las llaman allí “juvenil” del Sábado de Pasión pasó a abrir la jornada del Martes Santo jerezano.

Una hermandad de barrio alejado del centro que abrió la veda a muchas incorporaciones a la nómina de la Semana Santa de la tierra de los vinos, que dejaba con la boca abierta a los cofrades que vieron la proeza de la si no me equivoco, primera cuadrilla de hermanos costaleros – es decir, portando el paso a costal y no con molía- que con paso firme y decidido llevó a la Santa Iglesia Catedral el peculiar misterio de Jesús de la clemencia en la Traición de Judas.

El sevillano taller de los Hermanos Caballero realizarían las portentosas andas, curiosamente inspirándose en la peana de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso de la sevillana hermandad del Gran Poder al igual que el paso de misterio de la hermandad de la Amargura de Sevilla igualmente. Terminado en pan de oro y los bordados en los respiraderos paseó y sigue paseando a este peculiar misterio que siempre a bote pronto nos recuerda al genio del que he hablado al principio, Luis Ortega Bru.


El misterio no es obra del para muchos mejor imaginero del siglo XX, pero su sangre si tiene que ver mucho en su concepción cuando sus sobrinos Manuel Ángel, Jesús Augusto y Juan Ramón Ortega Alonso realizaran en 1993-1994 en la capital de España el conjunto del Señor y Judas Iscariote. La entrada que realicé ayer me hizo recordar este misterio en el cual salían y seguramente seguirán saliendo de costaleros los amigos Bonilla y Cristian, antiguos costaleros del Soberano de Linares.












En 2006 se estrenaría el misterio completo con San Juan, San Pedro y Santiago más un sanedrita y la por entonces novedosa figura de un guardia judío. Quizás las investigaciones históricas o la famosa película “La Pasión” de Mel Gibson (2004) hicieron que progresivamente se empezara a representar estas figuras –en el proyecto inicial figuraba un romano en su lugar- que fueron los verdaderos captores de Jesús en lugar de centuriones romanos como tradicionalmente ha venido representando el arte cofradiero ya que los primeros juicios a Jesús fueron promovidos y organizados por el Sanedrín, órgano judío al que servían estos guardias o soldados.

Es evidente y salvando las grandes distancias el aire que respiran estas imágenes al que hacer del eterno Ortega Bru, de hecho estos imagineros son hijos de su hermano José Augusto Ortega Bru que al parecer trabaja en el taller con Luis, en el cual comenzarían sus primeros pasos como aprendices. Al tener la edad entraron en la escuela de Artes y Oficios de Madrid, donde recibieron clases de Juan Luis Vasallo, el cual también fue maestro de Luis Ortega Bru.

Es evidente que siguieron el exitoso estilo de su tío o más bien lo que “mamaron” en casa porque su trabajo no ha estado exento de polémica de aquellos que consideran una aberración intentar imitar un estilo tan complicado de realizar para que llegue a transmitir al que lo contempla… al propio Bru, su creador le costó más de una remodelación y sustitución. Es evidente que observando la imagen del Señor nos recuerda al portentoso Cristo del Soberano Poder de la hermandad del San Gonzalo del barrio León de Sevilla, más las secundarias con imágenes de su apostolado de la Cena de Sevilla y otras tantas obras. El misterio se realizó en su actual taller en el pueblo natal de la familia, San Roque en la misma provincia, habiendo trabajado también en las cartelas de canasto del paso además han acometido trabajos de restauración sobre la obra de su tío como es el misterio de la Flagelación de Manzanares (Ciudad Real)

Con polémicas o sin ellas, está claro que es un paso peculiar con una gran hermandad que trabajo duro para convertirse en la gran realidad que son, siendo una de las hermandades más seguidas y arropadas de la ciudad y eso que su cuadrilla camina de frente, sin cambios al compás de la agrupación musical de los Gitanos de Sevilla, que incluso habiendo pasado por los problemas de todos conocidos siguió apostando por esta banda y es que en Jerez a todo lo que viene de Sevilla se le tiene mucho respeto.


Cuentan con su dolorosa titular, María Stma. De la Salud y Esperanza, Madre de la Iglesia –obra del sevillano Salvador Madroñal- que aún no procesiona, estando la hermandad inmersa en el proyecto de procesionarla acompañando a su hijo por las calles jerezanas en la maratoniana estación de penitencia del Martes Santo. Por cierto, cuenta la imagen del Señor con una túnica bordada –creo que sin finalizar- del sevillano Pedro Pablo Gallardo con el cual al igual que mi hermandad también sufrieron la irresponsabilidad y mala fama que se ha ganado este “profesional” del bordado.














No hay comentarios:

Publicar un comentario