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sábado, 30 de abril de 2011

UNA "BOFETÁ" PARA EL PERDÓN DE CORDOBA..


El Miércoles Santo cosas del futbol me hizo desistir de visitar alguna de las ciudades más cercanas –a excepción de Jaén- con buenas cofradías como es el caso de Córdoba. Semana Santa que en esta jornada no he vivido nunca y que este año por no estar en Sevilla me hubiese gustado. Me tira mucho mi equipo pero esa jornada entendí que primero era la gran semana de Dios…pero los compañeros no quisieron y no me iba a ir solo…
Por eso les muestro hoy una de las hermandades de esta jornada en tierras de la mezquita, el Perdón de Córdoba pero que yo llamo “La Bofetá” de Córdoba. No hay que explicar mucho el por qué, ya que en su paso de misterio queda representado el momento en que Jesús es abofeteado en casa de Anás tras ser prendido en el huerto de los olivos. El mismo pasaje evangélico que hiciese famoso la ciudad de Sevilla, que de hecho lanzó a la cúspide en su época al imaginero Castillo Lastrucci.
Este paso de misterio y como siempre insisto puede tomar como referencia que en Sevilla se creara pero su escenografía es completamente diferente, he aquí el hecho que siempre proclamo de tomar una base y reinventar. El Señor del Perdón gira su cabeza tras el brusco golpe que acaba de recibir aunque su mirada se fija en el sirviente del sanedrín que acaba de atacarlo, pero su mirada es de Perdón... El portentoso Cristo es una de las óperas primas del afamado imaginero cordobés Francisco Romero Zafra (su único Cristo en la ciudad) que a su vez con la dolorosa de esta hermandad comenzase su periplo en el mundo de la imaginería. Un Cristo que “camina” al frente –no al revés como el sevillano- y una imagen que podríamos encasillar del primer estilo de maestro cordobés que bebía más de los modelos clásicos como pueden ser Montañés o su paisano Juan de Mesa. Las imágenes secundarias las realizaría un seguidor de esa nueva escuela cordobesa que prácticamente Zafra y Bernal se encargaron de crear, llenando la capital Califal de varios artesanos muy seguidores de las líneas artísticas de estos imagineros, de hecho muchos de ellos por no decir todos han recibido sus consejos. Pues uno de ellos es Manuel Luque Bonillo el autor de las imágenes secundarias, uno de sus primeros trabajos y en el que sin duda hay que destacar unas de las primeras aportaciones al imaginario cofradiero de los guardias del templo o sanedrín, los verdaderos captores de Jesús a excepción de los momentos en el que el asunto más transcendental de la historia de la humanidad pasase por manos de Roma. Como todos sabrán el arte cofradiero siempre ha utilizado el recurso o la presencia de guardias romanos que se han hecho tan populares e insustituibles en el mundo de los misterios que aún se siguen manteniendo y se seguirán realizando.



Un detalle a destacar en la ornamentación historicista del paso es la jamuga que cierra la escena con La Menorá el tradicional candelabro o lámpara de aceite de siete brazos, elemento ritual del judaísmo y asimismo uno de sus símbolos más antiguos que representa los arbustos en llamas que vio Moisés en el Monte Sinaí siendo hoy en día uno de los símbolos oficiales del Estado de Israel, apareciendo en su escudo.
Un paso de misterio fiel exponente de una época en la Semana Santa cordobesa en la que proliferó la creación de muchos y grandes pasos de misterio. Una época que sin lugar a dudas ha dado una gran proyección a la pasión en la capital califal y que fue de la mano con la creación de pasos neobarrocos sevillanos terminados en pan de oro, lo que muchos llamaron como la “fiebre del oro”. Aunque este paso realizado por el taller local de José Carlos Rubio camine cada Miércoles Santo terminado en capas de barniz, lo que muchos llaman erróneamente “caoba”. Un caminar para mi punto de vista a destacar, mucho tiene que ver el encargado del martillo desde hace años, el capataz Luis Miguel Carrión Huertas, es decir “Curro”. Bajo mi punto de vista todos o casi todos los pasos que manda este hombre son dignos de alabanza dentro de su Semana Santa, fiel a su estilo de caminar siempre de frente al estilo antiguo. Hasta hace pocos años con la prestigiosa agrupación musical de la Redención de la ciudad y ahora a los sones de cornetas y tambores de la Coronación, igualmente de la ciudad marcan para mí una cofradía muy interesante de ver por las calles de Córdoba. Por cierto vean la salida de los pasos, para mí un ejemplo de cuidar la integridad de los costaleros y el paso colocándole unas ruedecitas en lugar de arriesgarlo todo a una salida de rodillas -más populosa-, algo que no solo hace esta hermandad si no prácticamente todas las que tiene este problema en la ciudad.













1 comentario:

  1. Nosotros conocemos a gente de esas hermandad, tienen un gusto exquisito para montar los altares de culto, la Virgen es preciosa y tras la restauración que le han hecho este año, ha quedado genial la Virgen del Rocío.
    Felididades!

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