EN SEVILLA TAMBIEN HAY PILAR...

Es el día de hoy festividad de la Hispanidad y de Ntra. Sra. del Pilar un día especial, como diría el amigo Agustín en su blog con “Chicha” en Sevilla, pero de la cofrade. Nueva jornada cargada de procesiones gloriosas entre los puntos cardinales del barrio de los Humeros, Triana y la céntrica iglesia de San Pedro con la salida de su otra hermandad, vecina de la corporación que rinde culto al Santo Crucifijo e icono devocional de la catedral de Burgos. Y es que esta parroquia paradójicamente alberga en su interior a otra corporación con advocación foránea, la de la patrona de Zaragoza, la cariñosamente llamada “Pilarica”.

Aun me sigue sorprendiendo el potencial devocional de la capital hispalense cuando no solo se conforma con sus diversas devociones, muchas de ellas iniciadas en la ciudad si no que acoge también tantas y tantas de fuera para reconvertirlas a su idiosincrasia. Hermandades filiales hay muchas en la ciudad aunque esta no sé si tiene tal rango pero la misma rinde culto y procesiona a una bella y a la vez curiosa interpretación de la virgencita “maña”, reinterpretando como he dicho a su sentir y maneras, ya que la Virgen hispalense no es copia de la zaragozana. Si a la imagen original se le “viste” los mantos en la columna o pilar característico, en Sevilla la que se viste es la Virgen, siendo de un tamaño algo mayor pero descansado igualmente sobre un pilar. La bella imagen esta atribuida a Benito Hita y Castillo entre 1741 y 1748, descansado sobre una nube de querubines que le sirve como trono. Todo ello va sobre una columna metálica sujeta por gallardos ángeles mancebos, de gran valentía y ritmo compositivo. En la base figuran Santiago arrodillado y dos Varones Apostólicos dormidos. El conjunto, pues, supone un delicioso “misterio iconográfico”, que escenifica la aparición de la Virgen al Evangelizador de nuestra Patria.

Una vez más Antonio Santiago comanda el paso de esta hermandad a la que pertenece, que se cree fundaron los caballeros aragoneses que vinieron para la conquista de Sevilla, estando al principio compuesta exclusivamente par naturales del reino de Aragón o sus descendientes, hasta que en 1696 dio entrada a todos los fıeles sin distinción del lugar de nacimiento. El reconocido capataz junto a sus hombres le dan como a todo paso que mandan un paseazo a la Reina de Aragón en Sevilla, la misma que contemplará una y otra vez cada Madrugá junto al dragón que llama a la Esperanza Macarena. “Peoná” de arte con un paso de reminiscencias antiguas, de la línea neogótica de épocas pasadas que renovaron respetando íntegramente al primitivo en el año 2002 cuando fuese tallado por José Mª López Pavón y los trabajos de ebanistería de los talleres de Pedro Fernández Leal, ambos de la localidad de Paterna del Campo. El modelo seguido han sido las andas de 1925, antes de las reformas efectuadas en 1958. A partir del año 2003 comenzó a dorarse a cargo del dorador Enrique Castellano, culminándolo en2005 y se mantuvieron los originales candelabros de seis luces, con sus brazos de forja ostentando ligeras cardinas, y basamento de madera en forma de torreón o castillete de ajedrez, que de modo puramente casual, pero muy significativo, traen a la memoria los cuatro campanarios de la Basílica del Pilar.

Un proyecto digno de mención ya que estas corporaciones, aunque algunos no lo crean están muy lejos del poder o poderío a la hora de obrar de las hermandades penitenciales. Curiosa la anécdota ocurrida en 1941 cuando se utilizó la enseña nacional que iba en el frontis del paso para transportar el cadáver del príncipe don Carlos de Borbón, cuando se le dio sepultura en la parroquia del Salvador. Una media luna será el estreno de la tarde, siempre al compás de la banda más presente en las cofradías letificas, las Cigarreras que dibujarán bellas melodías acompasando a la Pilarica de Sevilla.