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sábado, 1 de octubre de 2011

LOS CANDELABROS ERRANTES CON SU DUEÑA...

Creo que pocas piezas se habrán estudiado en mi hermandad del Prendimiento como aquellos candelabros que dieron su llama de fe y luz al Soberano en los años ochenta. Prácticamente a falta de saber su autor se han desvelado todos los entresijos y más, sobre los mismos en una desinteresada investigación que surgió por casualidad. Ojeando nuevamente el magnífico estudio del profesor sevillano Juan Martínez Alcalde sobre los anales de las hermandades de gloria de la ciudad me detengo en la hermandad que realizará hoy su salida anual letifica con la última Esperanza de Sevilla en la calle, la Esperanza Divina Enfermera cotitular gloriosa de la hermandad de la Lanzada desde que se fusionaran en el año de 1981, aunque años antes ya comenzara la por entonces corporación vecina del Miércoles Santo a correr con los gastos de la salida procesional. Curiosa advocación, también conocida en el pasado como “Peregrina Enfermera” le viene por haber sido titular de un hospital puesto bajo el nombre de Nuestra Señora de la O de la Expectación, seguramente sitiado por la Correduría. Hospital que según la tradición fue fundado en 1249 por San Fernando.
La fotografía que ilustra la entrada pertenece a la época que la Divina Enfermera procesionaba sobre su humilde paso antes de hacerlo en el actual de la dolorosa de la corporación –desde 1979- de mayor prestancia y mérito artístico y como no, aparecen los famosos candelabros que adquiriese a la hermandad de la Divina Pastora de Santa Marina en 1962 y unos respiraderos que pudieron pertenecer a la hermandad de la Reina de Todos los Santos. Ciertamente si Martínez Alcalde no ha encontrado algo que pueda llevar a ponerle nombre al que tallase estos errantes candelabros, difícilmente lo hagamos nosotros. Y nuevamente les dedico esta entrada a mis queridos “peones del médico” como los llamo con la guasa que da la amistad...

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