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jueves, 27 de octubre de 2011

"EL MANTO DEL ROSARIO" ESTÁ EN SAN LORENZO...


Creo que la fotografía que abre esta entrada le gustara a muchos de mis hermanos en Cristo del Prendimiento. En realidad esta fotografía es un fotomontaje, nuevamente realizado desde la máxima ignorancia de la herramienta Photoshop aunque el amigo Manolo Olmedo me diga que soy un artista y es que este servidor de ustedes no da más de si con estos programas informáticos pero la verdad es que buscando fotografías que se adapten a la idea, pueden dar de sí resultados más que satisfactorios.
Para el que aún se encuentre descolocado pues indicarle que esta trasera de paso palio pertenece al de Ntra. Madre bendita del Rosario en sus misterios dolorosos con el que se pasea cada Jueves Santo, bueno los que Ella quiere por las calles de Linares y que seguro, mis hermanos se abran percatado de algo notorio… lleva un “mantazo” bordado. No es ningún secreto que a más de uno alguna vez nos gustaría ver esta fotografía pero sin montajes ni nada por el estilo, si no que la “Madre de los costaleros” lo soportara sobre sus santas sienes cada Jueves Santo y así de paso les doy una alegría a la vista de sus devotos.
Pero el manto utilizado para el fotomontaje no es uno así porque si, el primero que me encontrado… Me ha costado semanas encontrar fotografías para poder realizarlo porque en realidad este es el manto del Rosario… no se escandalicen ni se me desgarren las vestiduras por que pronto les saco de dudas. Este manto pertenece al ajuar de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso de la hermandad sevillana de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder… es que si no se dice esto muchos ni se sitúan. Esta joya del bordado fue realizada por los conocidos talleres de Fernández y Enríquez de la localidad sevillana de Brenes en el año 1991 bajo un espectacular diseño de D. Antonio Garduño Navas, mítico vestidor de la hermandad, de la Macarena, Estrella y como no, Rosario de Linares. La obra fue realizada en 1991 sobre un soporte de terciopelo azul y fue donada a la corporación de San Lorenzo por el famoso ex-presidente y dueño del Real Betis Balompié, Manuel Ruíz de Lopera, conocido igualmente por su gran devoción al Señor de Sevilla.
Antonio Garduño Navas.
Sobre el manto existe una cierta trama que sorprende a propios y extraños, ante la poca utilización de la hermandad en la Madrugá teniéndolo relegado en el museo y para pocos cultos como los besamanos. Al parecer a lo que se refiere a salidas en la estación de penitencia solo lo ha lucido la Virgen de San Lorenzo – según me he podido informar, espero que correctamente- el año del estreno; 1991, en 1993 y en 1997. En este último lo vistió porque en ese mismo año murió la esposa del ilustre hermano diseñador de la pieza aunque cuando el murió la hermandad no volvió a repetir tal detalle. En 1993 lo lució por que la hermandad se encontraba acometiendo la restauración de su mítico y más utilizado manto, el que bordó el taller de Juan Manuel Rodríguez Ojeda entre 1903-04, precisamente en el mismo taller donde se realizó las labores de bordado de la pieza protagonista de esta entrada, Fernández y Enríquez. 
Diversas opiniones hay alrededor de que el manto apenas lo utilice la hermandad, desde el color o el diseño que no encajan con el estilo de la hermandad hasta que el gran motivo viene dado por ser un regalo de Lopera, el cual por entonces comenzó a donar o a colaborar económicamente con la hermandad que la misma no veía con buenos ojos que aquello se convirtiese en la “Duquesa de Alba” de la hermandad, en referencia al gran enlace que mantiene doña Cayetana con la hermandad de los Gitanos…


De esta obra, dijo el maestro Garduño en páginas de ABC: ¿Acaso el manto para la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso sea la mejor? “No sé si será la mejor. A todo lo que hago le pongo el mismo sentimiento, el mismo cariño. No lo hago para gloria mía, sino para gloria de la Virgen, que es algo muy distinto. Todo lo que realizo para Ella me parece poco y, claro, luego resulta caro por la calidad. Pero esa es mi idea, aunque por más que quiero hacerle nunca es suficiente. Además, con mis obras me gustaría que todo aquel que no entienda la profundidad de la Semana Santa, y sólo se quede en lo externo, se entusiasme y, por lo menos, se deje picar por el virus que tenemos los sevillanos, que morimos por Ella. Es una mezcla del estilo del siglo pasado, que a mí me gusta; cositas de Juan Manuel, tendencias modernas... Quiero que mis cosas lleven mi estilo, mi sello, propio más bueno o más malo, pero mío. Realizar el diseño resultó un proceso laborioso. Primero hubo un «proceso muerto», de inspiración. El Lunes de Pascua de 1989, cuando se quitó la Virgen del paso, fue cuando Fernando Turmo me dio la alegría de encargarme el manto. Desde ese mismo momento empecé a hacer la plantilla a tamaño natural, tomar las medidas sobre el manto de Juan Manuel... Luego llegó el «proceso oscuro», que consistió en pensar, qué hacer, estudiar, documentarse, tomar infinidad de apuntes, hasta que fui dando forma a la idea que tenía. El Lunes de Pascua del ochenta y nueve empecé. Terminé de diseñar la saya y la toca, que no se ha realizado, en el mes de septiembre del mismo año”.


Igualmente los propietarios del taller dijeron entonces esto sobre la obra que se expuso en la exposición que se realizó en la sede central de la entonces Caja de Ahorros de San Fernando en la plaza de San Francisco dedicada a la hermandad del Gran Poder y sus filiales. Según Rafael Fernández Magro, propietario junto a Fernando Enríquez González de “Artesanías Fernández y Enríquez”, de Brenes,: “los trabajos del manto comenzaron en junio de 1989, nada más firmarse el contrato. De junio a febrero del año noventa se hizo un treinta o un treinta y cinco por ciento de la labor. A partir de Semana Santa del noventa, el resto. Entre bordadoras y dirección de la obra, unas treinta y nueve personas han intervenido en su confección. El tiempo empleado ha sido de dos millones y pico de minutos, lo que traducido en hora suponen treinta y tres mil cuatrocientas. A su vez, en jornadas laborales de ocho horas resultan cuatro mil ciento setenta y cinco. El material empleado, hilo de oro y seda natural, es de primerísima calidad y, sin lugar a dudas, es la mejor obra del taller hecha hasta ahora para las cofradías, si bien de aquí han salido obras muy buenas, como la toca para la Macarena para las bodas de plata de la Coronación; el manto y la saya de la Virgen de la Encarnación, de San Benito; los faldones para el Amor, el palio de la Trinidad... Y ya para el año próximo tenemos varios encargos.”





Imagenes del palio de la Merced de Bollullos.
Una gran obra, poco conocida por muchos que fue cedido por la corporación de la Madrugá a la hermandad de Ntra. Sra. de la Merced de Bollullos de la Mitación en el mes de septiembre del año 2007 para que lo luciese la Virgen que tallase Luis Álvarez Duarte en la procesión extraordinaria que se celebró el día 27 con motivo del L aniversario de su coronación. Y sobre todo he utilizado este manto para el montaje y esto es algo que conocen muy pocos porque Garduño además diseñó un palio a juego con el rico manto y que años después ofrecería a la hermandad del Prendimiento de Linares para su Virgen del Rosario, siendo realizado en los talleres que abrió el mismo artista trianero junto a sus hijos, los capataces de los pasos de San Gonzalo. Unas bambalinas aunque realizadas en un buenísimo trabajo en aplicación –ojalá en un futuro se hagan bordadas- nos deja la inequívoca maestría que tenía el maestro para el diseño de una obra que nació para San Lorenzo de Sevilla y acabó en San Agustín de Linares… así que, aunque no se ideó para nosotros el fotomontaje muestra la idea completa de Antonio Garduño Navas.

Las bambalinas en Munarco.

1 comentario:

  1. Como siempre Juan Pedro impresionante la entrada, con magníficas fotos y referencias. muy bien elaborada, enhorabuena. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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