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sábado, 21 de julio de 2012

LOS CANDELABROS ERRANTES POR LA CALLE CALATRAVA...

El espíritu carmelita se extiende en Sevilla hasta el día de mañana con los actos y procesiones de sus cuantiosas hermandades de la Virgen del Monte Carmelo. Un gran acierto por otra parte, según mi modo de ver esto de no limitarse al glorioso día 16 de julio, si no a los fin de semana próximos a su festividad para atraer así una mayor cuantía de devotos y enfervorizados del procesionismo. Y mañana, allá por Alameda de Hércules, en el final de la misma, desde una capillita que pareciese sacada del algún paraje campestre, casi en una imaginaria romería procesionará la pequeñita y simpática, como diría el profesor Martínez Alcalde, imagen de la Virgen del Carmen de la calle Calatrava.
Por este motivo les dejo con esta evocadora fotografía sumergida en el encanto del color sepia, retrotrayéndonos a los esplendores y penalidades del pasado. Muchos baches en el camino se ha encontrado esta terrestre y fluvial corporación durante su años de vida. Por este motivo, me ha vuelto a llamar la atención esta fotografía sacada de los indispensables anales del referido profesor, de esta hermandad que recientemente se ha descubierto un pasito más al pasado, encontrado más signos y pistas de su génesis en una extinguida ermita denominada de San Blas… tal como diría el maestro de las glorias sevillanas… esto aun se deberá ir completando.
En esta fotografía de los años setenta, realizada por el mítico “Fernad” la encontramos sobre su paso con el aspecto que tenia por entonces. Unas andas realizadas por José Carrera Baena y la parte de carpintería por su primo Guillermo Baena Vega. Fue uno de los primeros de Gloria en incorporar canastilla -este elemento se encuentra ahora en muy mal estado de conservación, siendo sustituido por la peana actual- estrenándose el domingo 23 de julio de 1939. Por aquel entonces llevaba unas cuantas tandas de candelería, al modo como lo hace últimamente la querida Virgen del Carmen de Andújar. Pero de la fotografía me ha llamado poderosamente la atención, una vez más la presencia de los ya famosos para los visitantes de esta casa, candelabros “errantes” que han dado luz a multitud de imágenes sevillanas, incluso a mi Soberano o al Dios del barrio de la Tenderina de Oviedo. Aquellos candelabros de la Divina Pastora de Santa Marina - como justa correspondencia a que el Carmen de Calatrava le había cedido durante algún tiempo su paso completo-, que pasaron a la Divina Enfermera, estando en deposito hoy día en la que ya es su fusionada hermandad, la archicofradía de la Lanzada.
Eran tiempos que algunos que acaban de llegar ni se imaginan y que otros que conocen parece que se les ha olvidado cuando la misma necesitaba un milagro para poder salir a la calle en multitud de ocasiones como cuando en 1980 se prestó desinteresadamente a acompañarla musicalmente la que era llamada banda de cornetas y tambores de la hermandad de los Gitanos, como vemos la precariedad de medios hacia que no llevase “lo que le pinta”, años después llevó a la prestigiosa “Maestro Tejera”, gracias a la generosidad de uno de sus devotos. En aquel año, en la explosión del fenómeno del costalero, un eterno capataz que hacia llorar hasta las piedras con sus evocadoras palabras se ofreció con su cuadrilla a portar a la “Carmela” que cada años saludan los “Hércules de la Alameda”, don Manolo Santiago Gil… hasta hoy, que su hijo y nieto siguen comandando y gracias a Dios con mucho más esplendor a la Virgencita de la calle Calatrava, donde hasta el calor se hace glorioso ante su solemne caminar.

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