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jueves, 9 de agosto de 2012

UN NUEVO CIELO POR TRIANA...

Pronto si el Dios que cae en tierra tres veces por las calles de la cava lo ve conveniente podremos contemplar hecho realidad este montaje que les muestro. Un viejo anhelo de la Hermandad de la Esperanza de Triana comienza a hacerse realidad, el retablo que se merece según los cánones de la desorbitada devoción, la imagen de Nuestro Señor. Desde siempre la hermandad buscaba tener una cosa propia que sirviese de santuario de peregrinaje para adoración y mayor gloria de sus amantísimos titulares, pero sobre todo para la Virgen de la Esperanza, la cual siempre a presidio la miradas en su capilla. Se fueron de San Jacinto a su antigua capilla de los Marineros, pero sus devotos y sus hermanos comprendían que tan relevante devoción se le quedaba pequeña y para intentar paliarlo, eligieron agrandar su capilla…
Los edificios aledaños se adquirieron y se comenzó el que dicen ha sido un mastodóntico proyecto, donde se ha invertido un dineral del que al parecer muchos hermanos no han visto refrendado en los resultados… para mi sigue siendo una capilla pequeña, para el culto y para albergar la salida de una cofradía de esta magnitud. Entre esos proyectos era darle también su gran hueco al Señor del compás de Triana, y en la nueva reforma yo lo seguía viendo apartado, aunque ello también traiga un mayor recogimiento para rezar ante el Santísimo y su divina imagen. Espacio grande donde iría un retablo que renacería las grandezas artísticas del siglo de oro, su autor como no podría ser de otra manera seria su vecino Manuel Guzmán Bejarano aunque él ya lo contemple desde el cielo. Su hijo y su taller, han desempolvado del cajón de los sueños de Manolo Bejarano un viejo proyecto para convertirse en los “Bernardo Simón de Pineda o Cayetano da Acosta del siglo XXI” para llenar los ojos de unos y para que otros se tiren de los pelos, los afines a la idea de que hoy en día hacer esto es tirar el dinero y más que alabar a Dios es insultarlo, pero… Andalucía sigue siendo barroca, y por mi que no cambie…
Ya se ha terminado el montaje como nos muestran estas fotografías de la web de la hermandad, yo me he permitido subir a su trozo de cielo al Santísimo Cristo de las Tres Caídas, ahora solo falta dorarlo. En tiempos oscuros para la sociedad vuelve a renacer las grandezas del barroco, hace muy poco en la primera Basílica Menor de Triana y ahora en la que se suponía debería haber sido la primera en el viejo arrabal de alfareros.





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