ACÓLITO PARA TU SOLEDAD...

Quien se lo iba a decir al acólito ceriferario que abre esta entrada hace nueve años cuando pisábamos por primera vez terreno egabrense, todo lo que iba a suponer para su vida esta bella ciudad de Cabra (Córdoba) que desde entonces este que les habla le trae siempre buenos recuerdos. Aquellas “Noches de Ramos” tras uno de los pasos más peculiares de Andalucía y el disfrute de saberse en tierra querida quedaron para la posteridad, quizás cuando se acerque las festividad del primer Papa, el que tiene las llaves del cielo… la piedra,  les hable de aquello.

Pero hoy quiero dedicarle esta entrada a ese acólito, porque este año parece que la cosa ha ido de acólitos. Este que les habla salía por primera vez en un cuerpo como pertiguero y este mi buen amigo Vicente de Vera, otro de mis fatigas cofradiero, se me estrena dando luz a la Virgen, pero no a una cualquiera, la Reina de Cabra –con permiso de la Sierra-, la Virgen de la Soledad.

Desde hace unos años, Cabra es su segunda casa, o casi la primera. Quiso Dios que la que compartiera su vida fuese una hija de Cabra, y la misma ya le ha dado descendencia, Gonzalo de Vera se llama el pequeñuelo, pedazo nombre ¿verdad?… y como el hombre, aunque sosegado es capillita pues tuvo que conocer los pensamientos cofradieros de su “parienta”, más en una ciudad que atesora una Semana Santa muy destacable y más porque en ella habíamos tocado con el Rosario de Linares. Ella está apegada a la hermandad de la Virgen de la Soledad y Quinta Angustia por lo que este año ha llegado el estreno de darle luz a la bellísima Virgen de la mañana del Sábado Santo de Cabra… así que su luz para lo que es iluminar le sirvió de poco, aunque haya en esa llama otro tipo de luz que seguro allí en el cielo será percibida, para que Ella haga crecer igual de grande que a su padre a Gonzalo… por ejemplo.

Curiosa hermandad esta de Cabra, que procesiona en la mañana del Sábado Santo, siendo esta ciudad una de las pocas donde en esta jornada si se permite estaciones de penitencia, en una mañana donde pareciese que la Virgen quisiese caminar y despejarse de los tormentos del día anterior, seguramente esperando el milagro de la Resurrección, para eso nació sin mancha y se hizo esclava del Señor ante Gabriel… bellísima dolorosa, que siempre suelo encorsetarla por la característica de los últimos años, donde su hermandad a puesto tras su paso a algunas de las formaciones musicales más prestigiosas de Andalucía como Santa Ana de Dos Hermanas, Nieves de Olivares – donde por cierto mi amigo Vicente tocó un año en Sevilla, en la hermandad de San Roque-, Expiración de Málaga, Julián Cerdán de Sanlúcar de Barrameda o las Cigarreras, la banda de música claro, que es la que le ha acompañado este último año, todas ellas desgranando por este pueblo cordobés todo su arte y potencial. Quilates para una hermanad de un pueblo que muchos ni sabrán de su espíritu cofradiero.

La imagen de la Virgen es una obra anónima del XVII catalogada por muchos sin duda a la escuela granadina y por sus grafismos a la inmortal gubia de Pedro de Mena y Medrano o su círculo artístico. Y una vez más Granada marca el otro punto de inflexión en la concepción del arte religioso en los siglos que se pierden en la noche de los tiempos… curioso, que incluso abarcara más provincias que el otro gran estilo andaluz, el sevillano, ya que la esencia de los talleres de la ciudad de la Alhambra se extendería hasta Jaén, Almería, Málaga y Córdoba, incluso a la zona sevillana más próxima a tierras granadinas. Pero es curioso que cada vez que he contemplado algunos de los mejores pasos de gloria sevillanos como pueden ser el del Rosario de la Macarena, Amparo de la Magdalena, Luz de san Esteban, Santa Lucia y sobre todo el de la Reina de todos los Santos, en una ocasión me paré a plantearme que sería de una imagen pasionista sobre un paso de estas características, los cuales ya se encuentran próximos a comenzar a desempolvar su letargo. Curiosamente cuando ideé esta entrada me di cuenta que la respuesta a aquella idea en mi cabeza medio existía… siendo la banda de las Cigarreras una de las bandas con más acompañamientos letíficos en Sevilla, quizás a sus músicos les sorprendiera ver como procesiona la Soledad de Cabra, les retrotrajera a los meses de las glorias. Basta con contemplar las fotografías o videos del paso al que dio luz mi buen amigo Vicente.

Comparativa de pasos, Soledad de Cabra
y Reina de Todos los Santos de Sevilla

Se palpa que la Soledad camina sobre un paso de esta tipología, donde sobre una gran peana descansa la imagen mientras la parihuela sigue la línea de respiraderos y algo de crestería donde cuatro altos candelabros arbóreos dan luz a la Señora de Cabra, la cual viste un riquísimo manto bajo una escueta cruz con el sudario. En un principio pensé que cierto día al artista que creó las andas –no he podido dar con su nombre- tuvo que conocer algún paso de estas características de Sevilla, aunque lo cierto es que quizás haya que buscar el origen como con la imagen de la Virgen… en la escuela granadina a caballo con Málaga y el foco antequerano. Se palpa que la peana sigue más los cánones de las creadas en aquellas tierras que la típica sevillana. La peana egabrense sigue el modelo de la llamada “peana de carrete”, tan destilada en otro tiempo en Málaga –tronos de Viñeros, actualmente-, a lo que posteriormente se le añadiría los respiraderos y candelabros, estos si, muy afines a los del modelo sevillano. Tristemente no encontrado información contrastada, esto surge de un análisis personal al darme de bruces con este peculiar paso, donde camina la devoción de la familia de María Ángeles, y ahora mi amigo Vicente, de la Cruz al Prendimiento para acabar en esa ciudad que ya lo dijo su pregonero quizás más ilustre, el periodista Manolo Lama… Cabra merece la pena. Y como diría el amigo Pedro Guerrero… “y ha tenido que ser fuera de su pueblo”.

Fotos: Mateo Olaya Marín.