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jueves, 25 de abril de 2013

JUEVES SANTO LINARES... EL RETORNO DE LA GLORIA. (Y IV)


Por las horas, por la meteorología…. La verdad no lo sé y ni me preocupa ni me preocupó entonces. Acabábamos de meterle una torera chicotá al Soberano, quizás entre las que yo más destaco de nuestro trabajo el Jueves Santo, y lo que menos me preocupaba, visto lo visto era no pasar por la dichosa calle Ventanas. Así la calle Antón de Jaén con Sagasta seguía alzándose con la vía con la que el Soberano entraría en carrera oficial, y uno se sentía un privilegiado que ante la nefasta Semana Santa de lluvias en estas tierras a nosotros nos haya concedido la gloria de pasearlo en esa semana que esperamos con pasión todo un largo año.
Leyendo una de las muchas crónicas de la Semana Santa en Andalucía, contemplo que una de esas opiniones se refiere contrariamente a la que yo más mantengo, no a la mía en concreto claro, sino a los que piensan como yo, que rebosantes de fe, creen o más bien no creen en la casualidades de que en este tiempo es normal que pase esto. Pero no sé, veo tanta casualidad que yo creo que Dios nos pone la prueba donde más nos duele. Por eso, cuando parecía que este año si íbamos a completar un Jueves Santo como Dios manda, llegó un nuevo palo, cuando entre la hojarasca del respiradero comienza a intuirse algo raro afuera… si, la lluvia, que no se esperaba a esas horas hizo su aparición, esta vez no hizo falta llamadas extrañas de que venía lloviendo por el oeste. Si metros antes hubo nervios, imagínense ahora… Félix que venía de un relevo, me comentó que no fueron cuatro gotas, que fue una lluvia corta pero digna de abrir paraguas… el Soberano se había mojado y la “alarma” por segundo año consecutivo se activaba, curioso que hayamos pasado de ser una hermandad que no salía con riesgo de lluvia a tener que salir “corriendo”, pero así lo habrá querido Él, aunque creo que lo único que podemos es darle gracias por poder gozar de su presencia, en unos tiempos seguramente difíciles en la hermandad, y que quizás todo esto valga para que de una vez por todas se olviden los problemas y podamos construir la hermandad que por lógica, porque hay buenos mimbres para ello, deberíamos ser.
Pero gracias a Dios, ya contamos con experiencia por desgracia, la vuelta aligerada de la cofradía se hizo con una templanza, nuevamente digna de los mayores elogios. Así que un año más, quizás le gusta así al Soberano de San Agustín, volvió a ésta su casa cambiando su idiosincrasia, es decir, el barco del Prendimiento un año más navegó comiéndose las calles, con ese poderoso caminar que a Dios gracias le hemos conseguido impregnar a su marchar, que hace que cuando la mole se te acerca el alma se te sobresalte y te imponga incluso. Se acabaron cambios –por el momento- y el Señor buscaría su casa, porque se le antojó que ya habíamos tenido suficiente. La banda un año más marcó el compás y las marchas fueron pocas hasta que el Señor llegó a la iglesia. La carrera oficial lleva ya dos años esperando uno de los pasos de las cofradías más esperados, pero bueno para quien entienda esto más allá del “espectáculo” que forman las maneras trianeras de andar lo entendería. Se hacia la potencia musical, con esa marcha dedicada a la Macarena que resumía un poco la situación… “Una Vida de Esperanza” para la revirá, que no se nos hizo una vida pero si indujo a la esperanza de que esta empresa vaya para arriba.


La carrea oficial se atravesó como un rayo, creo que en dos chicotás nos plantamos en las famosas “Ocho Puertas” donde se realizó una de las nuevas novedades en lo que se refiere al recorrido. Después de varios años nuestra “Cuesta de la Virgen” cedía el testigo a la Corredera de San Marcos para acceder, por una calle más vistosa y amplia, según me contaron, hasta esa calle que abre la gloria y a la vez es la menos deseada, la que nos lleva al letargo de la espera, Julio Burell. Es una pena los poquísimos videos que este año los usuarios han colgado en youtube de la estación de penitencia de la hermandad del Prendimiento, por ello me está costando horrores recordar muchos detalles, como por ejemplo la música. Una pena es que no haya una grabación de la subida de la corredera, donde sin duda se hizo en una chicotá antológica, que quien la vivió, quizás con los años la cuente como casi una leyenda. Lo kilos caían pero como si nada, desde fuera era una vorágine de aliento para soportar la travesía, pero que se puede esperar con ese capitán que llevamos prendido entre bordados de oro. La templanza se hizo arte costalero en unos momentos donde es difícil pensar y fijarte en las cosas, porque cuando uno salía de la galera bendita y miraba hacia arriba el cielo parecía que quería descargar, más incluso que año anterior. Pero  a la vez la sensación era de que no pasaba nada, que había sido un susto y que los toreros del Soberano lo llevarían como diría la canción… hasta su portal, con la misma clase que ensayo tras ensayo siguen puliendo. Como digo, no recuerdo muchas chicotás en lo referente a la música de la banda del Rosario, pero creo que la revirá en Julio Burell - nueva estampa, como será cuando de verdad nos deje volver si miedos ni temores- se hizo con una de las varias marchas que lleva el Rosario dedicadas curiosamente a una hermandad que sin duda se alza como la abanderada de este arte del andar largo y poderoso caminar. Pareciese un homenaje a ese paso que deslumbra en su caminar, cuando sonaron - aunque no estoy seguro la verdad- o “En tus Lagrimas Amargura” o “Al Desprecio de Herodes”.
Destacar esta vuelta o revirá, medida, con elegancia, nada que ver a casi la misma del año pasado, una vez más que pena la falta de videos, cuando definitivamente el Señor vislumbra la estrella modernista que le habla que ya está cerca de casa. Este largo caminar que hizo que el tramo del paso palio se quedase muy descolgado. Media calle la hice fuera, y la verdad que se hacía indescriptible el contemplar las caras de la gente, entre asombro, algo de miedo y la paz y la emoción al contemplar al que todo lo puede sobre su galeón de oro, tristemente con sus ascuas de luz apagadas hasta un nuevo año. Pero la luz de la calle lo iluminaba, y la luz que salían de las miradas extasiadas de quien contemplaba como venía abarcando al mundo, llenándolo todo y haciendo dudar a la razón de que algo tan enorme lo lleven seres humanos…


Pero esto seguían sin pesar, y el miedo se había marchado y quizás fue porque se le antojó, de que nos merecíamos unos últimos “caramelazos”. Fue el momento de volver a la trabajadera para no salir hasta que se posara sobre el mármol sagrado. Todo parecía tocar al final más escueto del año pasado cuando el sentimiento floreció para las últimas chicotás del adiós. David abría el faldón buscando a Félix, y por mi posición sentí y escuché privilegiadamente que la recogía iba a ser especial. Diez años después por fin el Soberano caminaba como merece al compás de una de las más geniales partituras del sevillano Pedro Pacheco, dedicada en honor a la Reina de nuestros corazones, la Virgen del Rosario. El aire sobrio y poderoso volvió a ceder el testigo a los cambios para plantar al Soberano en el umbral de San Agustín. David se lo comunicó a Félix, porque esa marcha es especial para él y le gusta insistir en la preparación definitiva de mi compañero en la labor de mandar la cuadrilla junto a los hermanos Marjalizo. Quizás también quiso el Soberano brindarle este premio ya que no puede derramar su arte en muchas chicotás. Y para mí fue especial la llegada, con ese son cigarrero que a los “niños-hombres” de la banda les cuesta asimilar, ellos tan adaptados a la potencia de otros estilos. Solo le faltó su luz en los candelabros para dibujar la chicotá perfecta, quizás esta fue la mejor de todo mi Jueves Santo. Se disfruta cuando cambia Félix, se siente en el ambiente, no se explicarlo bien, obviamente se disfruta con todas las ordenes que le salen del alma a todos los “voceros” como son llamados en algunos lugares de Andalucía a los que mandan bajo el paso, pero en Félix si intuye los aires más antiguos, en los Marjalizo se palpa la esencia más actual, seguramente mucho más sobrados de técnica que mi amigo, pero el recuerda las viejas esencias que hizo de esta manera de andar un religión, tal vez se intuye en sus ordenanzas esa sorpresa que levantaba antaño San Gonzalo y hoy quizás más que ningún otro el Penas de Triana. Esa esencia que guio los pasos de Eugenio cuando bajo las plantas de sus Dios sorprendía a la Linares cofradiera cada Jueves Santo. Ciertamente esta es la mejor y única escuela que ha tenido Félix, aunque en Sevilla haya visto de todo.


“De Blanca Pureza” abrió la senda a la despida perfecta, parecía que nada extraño había pasado y estábamos recogiendo al Señor como un Jueves Santo más. En ese momento creo que el Soberano miró para bajo, y giro el rostro buscándome y me envió un soplo de gracia para que mi corazón comenzase a pensar y a recodar… él sabía que desde los ensayos había querido dedicarle una levantá a alguien que Él quiso llevarse demasiado pronto a su Reino. Siempre me decía Félix, que en las levantas me “acojonaba”, que no saco esa labia que a ustedes les hago leer cada día en este blog. Y es cierto, no me salía las bellas palabras, aunque no sea poeta, han sido siempre la cosas bien dichas las que me han emocionado, las que me han hecho entender que la Semana Santa merece la pena, que es buena y que la gracia más grande jamás inventada ni emulada. Me gusta emocionarme, me gusta que me emocionen, por eso dentro de mis limitaciones intento trasmitirles  a las personas mis sensaciones y como llego alcanzar esa especie de mística.
Este pobre iluso por eso llegó a dar un pregón, y aquellas gentes asturianas se emocionaron cuando les contaba como los costaleros conseguían milagros, con tan solo levantar un paso, hacia despertar la chispa a Dios para conceder muchos de esos deseos, con la simple subida fuerte de su hijo al que es su Reino. Una joven muchacha me abrazó por aquello, y por el pregón en definitiva resbalándole las lágrimas por sus mejillas como las de su Esperanza. Ella, sin avisar se marchó en los días previos a la gloria, a la otra gloria, porque seguiré pensando que no tiene que haber algo más parecido al cielo en este mundo, que sumergirse en la Semana de Dios. Por ello, tomé la voz, entrometiéndome en la llamá a otros compañeros, para que Eva pudiese ver desde el cielo, seguramente vestida de blanca pureza, todo aquello que le emocionó… Miriam, la hija del bueno de Lucas me abrazaba diciéndome que la había hecho llorar, había merecido la pena… esto es mucho más que costaleros, bandas, arte… muchísimo más…

Eva desde la eternidad también empujó a mi Dios, que también es su Dios, para que el galeón de Bejarano subiese la rampa que lo lleva hasta su casa. Todo tocaba a su fin, pero Él sabía que no me podía callar hasta otro año. Él quiso que me quitase la espinita, pero también quería que se la sacase a un compañero que necesitaba de su ayuda…. Cuando ya se sentía el eco más sagrado, ese eco que tiene que sonar cuando se traspasan las puertas de cielo, Miguelillo me pedía que me acordase del hijo que su señora esposa está esperando, que unos días antes se habían llevado un susto… vaya papeleta pensé… David llamaba a German para la última en la calle, el cual le concedía la gloria que supone elevar al Hijo de Dios, en esta ocasión por nuestras madres. Pocos segundos para pensar, pero Él que iba arriba me inyecto la gloria a la velocidad del rayo y una vez tuve que cortar a mi buen amigo German, perdona amigo pero tuve que acordarme de aquel que hace más de treinta años vino simplemente a vestir  a “mamá” y lo cambió todo para siempre, y nos regaló la bendita gloria que suponen las cofradías de estas benditas maneras. Don Antonio Garduño que nos marcó el rumbo para llegar a donde estamos llegando, él fue un enamorado del Rosario y como no, de su Estrella de Triana. Y las cosas de solo Él, quiso que un linarense educado en todas aquellas herencias, prendido y enamorado a estos titulares que inundan de emociones las calles de Linares consiguiese el sueño de hacerse costalero también de la Estrella de Triana… “y lo tengo aquí a mi lao”, así que a volar para que el futuro costalero venga sano, que el Soberano los quiere bien enseñaos y tú Miguelillo eres un maestro. Una palmadita en su barriga hizo que las calientes lagrimas se derramaran sobre mi mano, una vez más había merecido la pena y ten por seguro que cuando el Señor voló ya estaba apuntando en su “libretica” que todo iba a salir bien…
Se respiró el sentimiento, ni lo hice ni me gusta hacerlo con un afán de protagonismo, “lloro” escuchando a los verdaderos poetas de esto, y así me gusta intentar trasmitir la gloria, sin duda fue un colofón que me llenó el alma. Así, con los dos costeros a tierra volvió el Soberano a su casa, al compás de la marcha real que ya no gusta escuchar, un año más por desgracia hizo sentirse orgullosísimos a sus capataces el comportamiento y el esfuerzo realizado por sus hombres, la lección de categoría fue grande y seguramente serán recordadas como las viejas leyendas embutidas en el más sabroso sabor de lo cofradiero. Al salir de la ciega y gloriosa galera contemplé muchas caras y escenas de emoción, lagrimas que no sabría decir por qué, pero que algunas eran como de ¿decepción? No hermanos, podemos darnos con un canto en los dientes, ahí sentí que todo había merecido la pena y que el Señor nos había dado una nueva oportunidad. Sentí este año más que ningún otro abrazos de verdad, de Félix, Óscar, Moro, Simarro, Pedro, Javi, Lucas, Cledera, Rubén y Víctor, obviamente Miguelillo me decía que se la escribiera en un papelito, German, Nico y su hermano Seba y otros tantos que ya no recuerdo, aunque en otros, quizás me equivoque, pero noté cierta indiferencia, no hay que tomarse tanto las cosas a pecho, os lo recomiendo pero si os invito a reflexionar que cuando se va debajo del Hijo de Dios, hay que controlarse, que esto no es un juego ni nada raro por el estilo… os recomiendo el “Padre Nuestro” de Cantores de Híspalis… “que debajo de Tú canastilla se olvida el rencor…”.
Pero dije que nos brindaron “caramelazos”, ya sin costal, extasiado en el deber felizmente cumplido Óscar me avisaba: “la Virgen viene con Amarguras…” Salí corriendo, que la Señora venía aunque con la cera apagada, pero rezumando categoría, que menos con la marcha de las marchas, por lo menos para mí. Esta marcha debería estar obligada hasta en las glorias, es la marcha de Semana Santa por excelencia, de las procesiones y como mejor marcha un paso… y bendito gusto el que decidió este fabuloso broche de oro para el Jueves Santo en el año del Señor de 2013. Me imagino quien fue el ideólogo y lo busqué, dejándome caer en su pata, él un recién enamorado del poco de moda, incomprendido y a la vez maravilloso mundo del paso de palio que no pude nada más que decirle “Manué, esta es la magia de la Madre de Dios” sin duda, que nunca he visto un palio de barrio sentarle tan bien lo mustio. Me surgió un sentimiento similar a lo que es la recogía del palio de la Aurora de Sevilla a este mismo compás… era como un preludio, lo grande se acababa, para mí la Semana Santa activa, es decir, dentro de una cofradía casi rozaba ya el “ahí queó” hasta el año que viene, y esta marcha hace que la pasión se desborde más si cabe ante la larga espera. La banda de María Inmaculada lo bordó, y nos dejó muestras de su buen hacer y regusto, con un giro completo con “Sevilla Cofradiera” del maestro Gámez Laserna que me transportó a ese viaje tormentoso entre Sevilla y Bailén la noche anterior, para pensar que una vez más todo mereció la pena, ahora toca afrontar un nuevo año y solo me queda pedirle que sea lo que Él quiera, pero que sea benevolente…

3 comentarios:

  1. Quiero agradecerte las palabras que nos dedicas a mi hermano y a mi, aunque personalmente crea que nuestro "estilo" si en esto hay estilos, sea el que se nos ha enseñado en nuestra casa.

    Soy de los que le gusta como manda Felix, cada año lo hace mejor, si que es verdad, y te lo puede decir el, que llevo dos años insistiendole en que haga como nosotros y se las aprenda todas, pero el prefiere sus cuatro o cinco marchas.

    Lo bueno que tiene el "trio de voceros" es que cada uno de los tres tiene el suyo propio sin salirnos de la idiosincrasia personal del paso, que tantos aÑos le ha costado.

    Yo aprendi de esto de la mano de Eugenio hace 18 abriles ya, y quieras que no uno le pone su sello personal, como se lo puso en su dia Manuel Martinez Olmedo, como lo hago yo, como lo hace mi hermano y como lo hace Felix.

    Es muy normal que tu te sientas muy identificado con Felix, es tu amigo y compañero de palo, a mi cuando mi hermano cambia me siento muy orgullosos, si te fijaste este año iba el cambiando mas que yo, si cambie 5 marchas en todo el Jueves Santo quizas hasta me cuele, no las cuento, la verdad.

    Por eso, por tener todos muy claro que con nosotros o sin nosotros ese paso va a seguir andando igual de bien puede que nos vayan las cosas como nos van. Sin nosotros debajo y sin los de delante y detras te aseguro yo que ese paso tiene ya un sello personal que nadie puede quitarle.

    Personalmente, eso si, creo que no deberiamos haber cambiado marchas al final, pero donde manda patron...

    Gracias por tu analisis y tus palabras.

    Agustin Lopez Marjalizo

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  2. Tú lo has definido más exactamente, más que estilo es sello propio aunque claro que hay estilos, los tres de Triana, los esenciales en esto generalmente marcan sus pautas “sagradas”. A eso me refiero con que Félix se parece quizás más que vuestro sello a Eugenio – que con cuadrilla más “pobre” también se marcó chicotas de puerta grande-, porque no sin antes hubo otro o más dando los cambios, yo solo conocí a Eugenio que sobradamente sabemos de su pasión por Estrella y San Gonzalo, pasión que como tantos heredó Félix y sobre esa base se ha basado, o eso creo, para intentar mandar marchas. Con ello no he querido decir que vosotros no lo halláis tenido, claro, fueron ellos los que os metieron este veneno, lo que pasa que vosotros por estar en Sevilla, habéis visto más cosas que muchos de los de aquí –y también porque habéis demostrado que os lo curráis para hacer bien vuestro trabajo- y eso en vuestro sello se os nota, y claro que los hacéis magníficamente, pero según veo, yo que en muchas cosas he tenido que aprender estas cosas solo y por otros derroteros, a vosotros se os nota más la esencia actual de cambiar en Sevilla, y por ende a todos los que siguen a Sevilla, en alguna ocasión lo he dicho, que tal manejo de la situación a veces hace que metáis un cambio en cada compás y cuando y como queráis, que seguro va a quedar bien. A eso Félix, creo que aún no ha llegado, y la verdad como amigo que soy de él, no le termina de encajar, sigue siendo muy “clásico” en esto. Pero esto te lo digo desde la objetividad no porque sea mi amigo o casi un compadre, así lo intuyo yo, que seguro que no es lo que intuye el resto de la cuadrilla, cada uno valorará lo que le gusta cuando él manda. Y ni mucho menos quiero que nadie piense que he venido a ensalzarlo, supongo que el día que él quiera, y maneje todo el repertorio sin problemas como vosotros no vea significativo destacar estas cosas. Por ejemplo los cambios que les has metido a “Sentir”, me han gustado mucho, la has conseguido bastante bien incluso me gusta más que lo que le he visto al Penas de Triana cuando la anda.
    Lo del final, después con la frialdad también lo pensé, yo también peco de ser muy perfeccionista, a veces un rancio extremo, pero esta Semana Santa me ha demostrado que ha sido la de los arrebatos, y a veces hay que tenerlos, incluso cada vez dudo menos, que fueron Ellos lo que lo quisieron… a veces no podemos estar intentando controlar el destino. Cuantos llamarían loco al hermano mayor del polígono el lunes santo, seguramente todos los que salieron como yo corriendo para allá, para verla antes por si llovía…
    Y se me olvidaba, gracias a ti por dejarte tu tiempo en leer a este simple capillita.

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  3. A mi me encanta leerte, aunque a veces "choque" contigo.

    La Semana Santa, nuestra Semana Santa, es un cumulo de arrebatos, sin ellos no surgirian cosas como la de "... Mas buena moza no cabe...". Pero me vas a permitir citar a un maestro de esto que se llama Andres y de apellido Gamez. Siempre nos inculcaba que debemos tener el corazon caliente y la cabeza fria, muy fria, y el que mas fria la tiene que tener (y fijate que esto me lo repitio el dia de nuestra muda como consejo para el miercoles santo) es el de negro que manda.

    Creo que los de abajo, TODOS, somos un equipazo, con los de fuera, los de atras y lo que hay debajo, de verdad te lo digo, forman un equipo maravilloso. Que es capaz de ponerle un nudo en la garganta a este costalero que ya es veterano y que no duda en hacer km para estar con los suyos, que son los de esta tierra minera y olivarera.

    Me gusta Antonio llamando, la sencillez con la que se emociona David, el control de la trasera de Pedro, el toque de experiencia que le ha dado Llobre. Me gusta contestando Nico, German, Miguel, Felix, tu, Simarro...

    Me gusta el trabajo callado y elegante de Pablo, de los Jaen, de Arcas... Que se yo, es brutal sentirse parte de eso tan grande que se llama Prendimiento de Linares y que admiran por estos lares sevillanos mas de lo que nos creemos...

    Pero lo que mas me gusta es como esta cuadrilla sabe abstraerse de todo lo de fuera y trabaja con un bien comun.

    Sentirse parte de esto y ademas saberse un eslabon mas de la cadena es de lo mas grande que puede pasarle auno en la vida, y si por un momento tus hermanos confian en ti para, solo si El quiere, tocar juntos la Gloria al son de Rosario te hace sentirte el hombre mas afortunado del mundo.

    Cuando acabo "Sentir" escuche a Guillermo decir "esto es mas grande que lo de Morante en Valencia". Te aseguro que creo que todos los "del trapo" dentro o fuera, nos sentimos maestros del toreo en ese dia, sabiendo ademas que eso se hace para mayor Gloria de Dios.

    Agustin Lopez Marjalizo

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