LA MACARENA SI CAMINA CON TRIANA (II)

Y gracias a la gratísima colaboración de ustedes, visitantes de esta humilde casa, que se dejan su tiempo en leer a este que suscribe, tenemos que seguir con esta bella historia que hace de la Esperanza una sola Madre en Sevilla bajo el oscuro manto de la Madrugá más transcendental de todos los tiempos, en la que el Hijo de Dios se entregó a redimir a la humanidad, aquella que hasta entonces vagaba por el mundo sin un de dónde vengo y a donde voy…

Comenzó la historia con que la Esperanza de los trianeros caminaba por el epicentro glamuroso de la Semana Santa de Sevilla, la de las cámaras y los flashes; la Campana con la marcha “Macarena” de Abel Moreno, un hecho que sin duda impactó y conmovió a los que ven todo esto con los ojos de la verdad. Y ya se pedía una réplica para la aún lejana Semana Santa de 2014 de la Señora que vive en la Resolana, aunque este que les habla buscó y encontró que la Macarena si había andado con una marcha que en el trasfondo está basada en la hermandad de la calle Pureza, quizás la marcha más genial que atesora la populosa hermandad donde manda un Dios Caído en tierra por el peso de los pecados… la marcha era “Soleá, dame la mano”, una marcha que los expertos no saben si catalogar en todos los estilos posibles, genialidades de los músicos de antaño que hoy pocos saben o pueden emular…

Pero como dije, gracias a sus aportaciones, quizás tengamos que darle la vuelta a toda la historia, quizás la Trianera entró en Campana con “Macarena” porque por Sierpes la Macarena anduvo con una marcha, que catalogaré de marchón, dedicada esta vez sin ningún género de dudas a la imagen que quizás tallase Juan de Astorga y que intervenciones posteriores nos legaron uno de los semblantes más bellos de la Madre de Dios según la religiosidad popular, la Esperanza de Triana. O pudo que pasara casi al instante, que la noticia corriese como la pólvora, casi por vía Twitter o Whatsapp que está ahora de actualidad y una correspondiera a la otra o quizás lo quisieron “Ellas” sin que ningún mortal lo supiera. Lo que está claro, es que la hermandad de la Macarena siguió fiel a su estilo y regusto y sin duda, para mí, eligió categoría de la fina para que la Macarena dejase una estela de Esperanza inolvidable… esa marcha que cosas del destino, más bien del de allí arriba, reivindiqué en este mi blog, que debería tener más protagonismo en la hermandad de Triana. Una obra musical que se podría encuadrar en la apoteosis inicial de las marchas que podíamos catalogar como “letíficas” para dolorosas y que rompió como nunca antes las tendencias fúnebres y sobrias… entre “Campanilleros” y “La Estrella Sublime” –casi ná-, López Farfán escribió “La Esperanza de Triana”, llena de genialidad, que hace que sin violines no sea lo mismo. He tenido la suerte de escucharla esta pasada Semana Santa marcándole el compás a un palio sevillano, pero de eso ya hablaré en otro momento, pero quédense en el video y saboreen como con tanta categoría, este año también, la Macarena anduvo al compás de Triana…