La Esperanza visitó un lugar donde se necesita de Ella a raudales, se solicita a espuertas… María fue a repartir Esperanza a un lugar donde hace veinte primaveras también la necesitamos, la pedimos, la ansiamos, pero no llegó… fue en el miércoles sagrado en el que Ella reparte su nombre por toda la ciudad cuando nos lo devolvió para la despedida, nada más, porque pronto tuvo que volver a ese lugar que aún nos cuesta tanto mirarle a la cara, porque allí, la esperanza se perdió… pero pasaron los años, pero no se olvidó de nosotros y esa esperanza que visitó el hospital de la capital del Santo Reino, donde tiene que habitar la Esperanza, quizás nos prometió que su esperanza seria la alegría del reencuentro, porque habría reencuentro ¿hay más esperanza que esa mundanos? porque el fin que nos pareció sentir era solo el principio, ya lo dice él, y yo me entiendo… solo hay que esperar.
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