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jueves, 23 de octubre de 2014

EL GALOPE DE UN LLAMADOR...


Retumban en los confines de la gloria tres golpes secos y profundos de llamador, se presiente el rumor por el fango divino del galope de un caballo allá por la fuente del pisar, de la que emerge el agua que sacia la sed por siempre. El rey sol se ha transformado y ha tomado hechuras de paso, filigrana ensortijada y retorcida, esencia barroca de oro y carita empeponá y mejillas encendidas de querubín. Las estrellas se les antoja ser la llama de fe que juegue entre los guardabrisas de sus candelabros... quiere avanzar con decisión, comiéndose las calles de la gloria, deslizarse con señorío acunandose en un mimoso “costero a costero” desprendiendo dentelladas de pan de oro y humildad sobre los pies... una cuadrilla de ángeles ansiosos de galera se prestan a ser sus pies, sus costaleros… tan solo les cabe el equipaje bajo el brazo para pasear al Dios Prendido del izquierdo por delante por antonomasia allá por los confines de este Getsemaní celestial. Quieren abocetar el arte efímero más glorioso de la chicotá hecha con el corazón, con la sabiduría, la pasión y el oficio de la costalería andaluza, con el buen hacer, el arte y el duende que solo nace en la tierra de María Santísima ...y se corrió la voz por las tabernas angelicales de costaleros eternos… más allá aun, por todo el Reino de luz donde manda el Soberano Eterno, que necesitaba al mejor, aquel que desglosase por sus labios las más bellas ordenanzas, casi a la altura de poesía, para que lo guiara perfectamente por las estrecheces de ese casco antiguo de la eternidad, en el valle de los justos y poder repartir amor y consuelo entre costales y quejios de cornetas... todo está ya casi listo, la flor, la cera, unos angelitos revolotean entre las ramas del olivo y otro tira de la bolsa de la monedas, los arcángeles se ordenan en fila en los muros de la eternidad esperando el suave tacto de las yemas de sus dedos en la igualá del alma y el Pescador de Hombres espera impaciente su llegada con las llaves entre sus dedos, cuando tuvo que ser así… una silueta, como revestida de terno negro traspasa una luz infinita que no ciega, como esa del tiempo donde los amaneceres nunca mienten…
“ya estás aquí,
Él te está esperando,
Quiere que tú mandes su paso,
Quiere que seas,
…el Capataz del Soberano”.


Observando esta fotografía del amigo Juan Carlos Medina he recordado que cierto día me recitó este texto, cuando yo ni me lo sabía de memoria y lo había escrito yo, para ilustrar el libreto del segundo trabajo discográfico de la que fue nuestra banda, el Rosario de Linares para la marcha “Capataz del Soberano” del genio y amigo Raúl Castro “Vokas”, al que también llamo maestro, una parte esencial de todo lo bueno que he conocido en el Prendimiento. Mis primeros pinitos con los textos que tocan el corazón fueron estos, dedicado a otro maestro como fue Andrés Caparros, ellos me guiaron por un camino, que creo que aún sigo y defiendo a capa y espada con la seguridad que ellos me insuflaron y ahora me veo dando pregones, hoy Dios lo habrá querido así, el texto lo he retocado por aquello de haber aprendido algo más con los años, incluso lo he corregido que vaya faltas se tuvieron que publicar… pero si hoy día soy medio alguien es gracias a personas como ellos, por eso mis sentimientos escritos siempre irían dedicados a todos vosotros.

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