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miércoles, 1 de octubre de 2014

PREGONERO DE LA SEMANA SANTA DE BAILÉN 2015.

Con la aprobación de la Agrupación de cofradías de Pasión y Gloria de Bailen y con el gusto de que mis amigos y antiguos compañeros de la radio diesen la primicia en Bailén Diario, ya puedo decir que comienza para mí una nueva chicotá, como pregonero de la Semana Santa de Bailén del año del Señor de 2015, aunque la misma se alzase cuando estando en un emblemático lugar de Bailén hace unos meses, el bar Piñero III recibiese la llamada de un amigo de la familia; José Cisneros Chica, presidente de la hermandad de la Santa Vera Cruz y a su vez vocal de la agrupación y me comunicase mi designación y yo a su vez la aceptara, porque considero que si me eligen es porque al de allí arriba le apetece que lo exalte en esta vieja tierra de olivos y alfares.
La verdad que es una responsabilidad que cae sobre mis hombros, una cruz que arrastrar hasta los compases finales de la santa cuaresma que nos lleva a la gloria, para eso mismo, proclamarle a mis convecinos las mieles de la gracia que para mí transmite esta santísima semana. Es curioso, me siento motivado, con ganas de contar o anunciar lo que por mis ojos Dios y su Madre, junto a San Juan -que aquí en Bailén es imprescindible- van derramando por las calles no solo de nuestro pueblo, sino por las calles de nuestra tierra tan especial para la religiosidad popular. Viene el segundo pregón de mi vida y quien me lo iba a decir que me iba a sentir así cuando en 2012 me temblaba la pierna al enfrentarme ante el atril del aula magna de la antigua universidad de Oviedo para dar el pregón del costalero, el primero de Asturias. Seguramente hoy tengo que acordarme de ellos, hoy con la novedad de hacerse público han pasado por delante de mí muchas personas que han hecho posible que las cofradías de mi pueblo hayan apostado por mi persona. Es curioso, estando en Piñero se me anuncia lo definitivo, siendo uno de ellos, mi amigo Alfonso Piñero el que me enfrascó en este mundo de la oratoria y la emoción cofradiera. Va por ti amigo, porque conocerte me impulsó a seguir la senda que he seguido en mi vida para después pegarme un nuevo empujón y elevarme a un lugar que nunca imagine que podría alcanzar. Espero que ese día sea una jornada grande, que pueda emocionar a todo el que se deje su tiempo en asistir, que mi padre pueda estar allí para sentirse orgulloso del día en que me introdujo en una cofradía y me puso una túnica y me hizo sentirme parte del mundo de las cofradías.
Uno de los recuerdos que tengo más lejanos en mi memoria de la Semana Santa era vestido de nazareno de la cofradía que me enseñó a mirarle a la cara al Hijo de Dios. Cogido de la capa inmaculada del que portaba el gallardete que abría el cortejo veía desde la baja altura de tener muy pocos años la larga fila de “penitentes” entre un profundo olor a cera quemándose y ver como un olivo lamia el arco de medio punto de la ermita de Santo Cristo. Salía la Oración en el Huerto, sobre su paso a ruedas, sonaba la marcha real de la vieja banda… la verdad no entendía nada, no entendía el porqué de todo, solo sabía que ese hombre de pelo largo y barba, arrodillado, en oración era un hombre que se llamaba Jesús y que según mi madre era muy bueno… no sabía qué sentido tenía todo lo que me rodeaba, pero ya sentía en mi interior algo que no han cambiado desde entonces, que estaba en la gloria…
Con la edad con la que murió y resucitó aquel Jesús me tocará si Él lo ve conveniente anunciar muchas cosas a los bailenenses, mundanas y divinas, de cómo Dios se hizo hombre para enseñarnos el secreto de cómo vivir mejor con nuestras almas, quien me lo diría aquel Lunes Santo con tan pocos años a la espalda. Pero no será un pregón de la cofradía de la Santa Vera Cruz, porque obviamente cada vez que me tenga que referir a ella el corazón hablará solo, siempre me pasa cuando por mi boca pasan “nuestros cristos”, será el pregón de las cofradías de Bailén, porque a Dios gracias siempre he sido de la Semana Santa antes que de mi cofradía, donde sea, ojalá pudiese trasmitir esta emoción, que la gente salga queriendo más a todas.

En fin, Piñero me lo dijo, “luego vendrán más” y siguen llegando… ya me da miedo hasta pensar hasta donde me dijo que llegaría, seguramente habrá muchos que estarán esperándome, y querrán que los lleve a la gloria, seguramente allá en el cielo también habrá palco de honor porque encima voy a proclamar a mis mañas y maneras el amor que sienten del protagonista de todo esto hacia nosotros, sin duda alguien muy especial al que ya se lo dije el Jueves Santo, le debía un pregón, él sabe que mi Dios no tiene cara o quizás muchas, hoy por ser lo que procede, porque la emoción me lo pide, me quedo con la cara que él ve para siempre allá en el valle de la eternidad… la de nuestro Cristo de la Expiración, nuestro “Mostrenco”…

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